El anuncio de la marcha de Al Thani plantea otro problema a De la Torre, que prolonga su mala racha / El ‘caso raqueta’ enfrenta a Damián Caneda y a Mario Cortés/ Otro caso de corrupción en la Junta de Andalucía por los cursos de formación. Y ya van...
Javier Recio
Domingo, 8 de junio 2014, 13:00
Qué mala racha lleva el alcalde de Málaga. Últimamente le sale todo al revés. El último disgusto se lo ha dado el jeque del Málaga, que acaba de decir que coge carretera y manta desde la glorieta que lleva su nombre. Se ve que Al Thani no es de aquí y no entiende el favor con favor se paga. El regidor se la jugó en plena campaña y llegó a quedarse en fuera de juego por darle el nombre del catarí a una glorieta para agradecerle los servicios prestados a la ciudad. Es cierto que De la Torre llevaba sus cuentas, como también lo es que había motivos para tener esa deferencia. Lo cortés no quita lo valiente. El Málaga llegó a donde llegó en la Champions League gracias al equipazo y al gran entrenador que tenía. Pero ni la plantilla ni el técnico jugaron por amor al arte. La billetera de Al Thani estaba detrás de todo. Pero el jeque tampoco lo ha hecho por amor a unos colores. También llevaba sus cuentas. Ahí está lo de Arraijanal y lo del puerto de La Bajadilla. Se ve que a los dos les han salido mal las cuentas del gran capitán. La relación de De la Torre con el dueño del Málaga le ha dado más dolores de cabeza que satisfacciones. Incluso ha tenido que soportar descortesías, como su reciente visita a la Casona del Parque, donde apenas estuvo unos minutos donde lo más destacado fue medir el grado de frialdad de Al Thani. El primer edil ha tenido que guardar un difícil equilibrio entre las demandas del jeque, las exigencias naturales de las administraciones, que lógicamente tienen que cumplir y hacer cumplir la ley, y el fervor de la grada, que muchas veces se olvida de que la ley es igual para todos. Ya se han oído las primeras voces apuntando que se le quite la glorieta al jeque. Quizá sea prematuro tomar esta decisión, pues habrá que esperar para ver cómo sale el propietario del Málaga. No es igual que se lo venda a otra persona, con lo que habría que entender su paso por la capital dentro de la normalidad de un empresario que ha intentado poner en marcha un proyecto y lo deja porque no ha conseguido las expectativas que tenía, que dejar al Málaga morir de inanición. Eso sería intolerable. Y merecería el reproche público de la ciudad de la mano del Ayuntamiento. De la Torre se ha hecho el orejas y de momento dice que nadie se ha dirigido a la Casona del Parque para notificar que el jeque se va, pero sabe que tiene un problema sobre su mesa. Otro más. No gana para sustos. Esta misma semana, sin ir más lejos, también ha tenido que aguantar las amenazas del propietario del Museo del Automóvil, el único que ha encontrado acomodo en Tabacalera, que exige el mismo trato que otros museos, o sea, que quiere más dinero. Vamos, que ya le echa coraje hasta el de los coches. Con la de dinero que lleva gastado en ellos. La ciudad.
'Caso Raqueta'. Caneda no lo ve como Cortés
Otro dolor de cabeza que lleva camino de convertirse en jaqueca es el caso raqueta. El concejal de Deportes, Damián Caneda, no se ha cortado en decir que su departamento no entendía por qué se eliminó una empresa en favor de otra por un informe de Promálaga, que en teoría no pintaba nada en ese concurso. Llama la atención que no se hiciera caso al área deportiva del Ayuntamiento cuando el concurso trataba de una concesión de unas pistas deportivas... El portavoz municipal del PP, Mario Cortés, tampoco se ha cortado un pelo y ha acusado al área de Deportes de fallar demasiado en adjudicaciones anteriores. Por cierto, ahora que se sabe el afán que tiene Promálaga por analizar los informes de viabilidad económica, habría que pedirle uno para que analizara la suya.
'Caso Edu'. Más problemas para la Junta
Y de un caso a otro, que acaba de llegar a un juzgado de instrucción. La Fiscalía de Málaga considera que hay indicios de delito en el caso Edu, con lo que a la Junta de Andalucía se le abre otro frente por corrupción en cursos de formación. El Ministerio Público habla directamente de prevaricación y tráfico de influencias. Lógicamente es prematuro dar por sentado que las personas que sean llamadas a declarar han cometido un delito, aunque nadie duda ya que el sistema de ayudas a parados y para la formación hace aguas por todos lados en la Junta de Andalucía.
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