las aguas revueltas

El PSOE pide a sus secretarios generales en la provincia que expliquen a las bases el apoyo a la Corona / Preocupación en el PP por la brecha interna en el Ayuntamiento / Las mociones de IU por la República serán rechazadas

Antonio M. Romero

Domingo, 8 de junio 2014, 18:12

Los efectos de las elecciones europeas del 25 de mayo y la abdicación del Rey Juan Carlos siguen marcando la agenda de los partidos políticos malagueños a un año vista de las municipales. Las consecuencias están teniendo especial incidencia en las dos grandes formaciones de la provincia, que intentan recomponer el tipo tras el castigo sufrido recientemente en las urnas.

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En las filas socialistas, la renuncia del Rey a la corona ha hecho aflorar el sentimiento republicano que late bajo el puño y la rosa. Sin embargo, el mensaje del aparato del partido en Málaga, encabezado por Miguel Ángel Heredia, es claro: la posición del PSOE será «responsable» y ello pasa por el respeto al pacto constitucional de 1978 que establece la monarquía parlamentaria. Desde Fernán Núñez sede provincial de los socialistas repiten por activa y por pasiva que no están teniendo presión de las bases; aunque para cortar cualquier posible debate esta semana, durante la reunión con los secretarios generales locales y los cargos públicos para analizar los resultados de las europeas, se les instó a explicar a la militancia el mensaje de que debe apoyarse a Felipe VI.

Respecto a la presencia de algunos cargos públicos en las manifestaciones republicanas, el argumento de la dirección socialista es que son a título personal. No obstante, en algunos círculos del partido no ha gustado la presencia del edil de la capital Sergio Brenes en la concentración del pasado lunes en la plaza de la Constitución.

Al resultado en las urnas y el debate sobre el modelo de estado, en el PSOE se une un tercer elemento que marcará su agenda los próximos meses: el congreso para relevar a Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido y el proceso de primarias. A la espera de la decisión de Susana Díaz, los socialistas malagueños celebrarán el próximo jueves una reunión de la ejecutiva para convocar el comité provincial y el congreso extraordinario donde se elegirán a la treintena de delegados malagueños que irán al cónclave nacional.

Entre los populares no inquieta el debate entre Monarquía-República, pero sí sigue muy vivo la preocupación por los resultados de las europeas. Tras el toque de atención del presidente provincial, Elías Bendodo, la mecánica del partido parece que empieza a dar algunos síntomas de cambio. En estos días se ha intensificado la presencia de sus parlamentarios y diputados en actos públicos para vender la gestión de las administraciones donde gobiernan en un intento de recuperar cierto pulso político perdido.

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La derrota en la capital encendió todas las alarmas en las filas populares y la preocupación crece por días en la dirección provincial a tenor de determinados episodios como la brecha interna abierta en el equipo de gobierno a cuenta del caso Raqueta con cruce de declaraciones entre el primer teniente de alcalde, Damián Caneda, y el portavoz popular en la Casona del Parque, Mario Cortés. «No es el momento de los intereses particulares sino del interés general para mantener la Alcaldía; no hay que distraerse sino trabajar», resumía un alto dirigente del PP.

Izquierda Unida, por su parte, ha visto en el abdicación del Rey un filón para sacar a relucir su gen republicano y abanderar esta causa. En este sentido, la coalición quiere con ello afianzar a su electorado y sus potenciales votantes ante el riesgo de que se vayan a formaciones emergentes como Podemos, que les disputa ese espacio ideológico de la izquierda alternativa. En la provincia, IU va a presentar mociones en los municipios y en la Diputación pidiendo un referéndum sobre el modelo de Estado: PP y PSOE ya han anunciado que van a votar en contra.

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