Las últimas horas en libertad de Pablo Hasel

«Ante una sentencia tan injusta sería una humillación que yo llamara a la puerta de la prisión. Es una cuestión de dignidad», comentó en el programa 'Preguntas frecuentes'. «Me planteé el exilio y he tenido ofertas, pero considero que en España le hará mucho más daño que yo me quede aquí», añadió el condenado.

Pablo Rivadulla Duró, alias Pablo Hasel, cumplirá nueve meses de cárcel después de que el Tribunal Supremo desestimara el pasado mayo su recurso contra la condena que le impuso la Audiencia Nacional hace dos años. La Sala presidida por Concepión Espejel le castigó con dos años y un día de prisión y una multa de 24.300 euros por promover el discurso del odio en 64 mensajes publicados en la red social Twitter y una canción en Youtube.

Por dos votos a uno, la resolución valoró el agravante de la reincidencia -Hasel ya fue condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo en 2014- y detalló que sus letras suponen «una actuación conjunta dirigida contra la autoridad del Estado en sus múltiples formas, menospreciando y denigrándolo, y aludiendo a la necesidad de ir más allá en un comportamiento violento. Incluso con la utilización del terrorismo, a cuyos miembros condenados se dirige en términos de ser el referente a imitar, buscando la adhesión de personas a tal finalidad».

La sentencia examinó los tuits publicados por el rapero, cuya cuenta en esta red social contaba entonces con 54.000 seguidores (hoy son el doble), y destacó, entre otros, un mensaje del 14 de marzo de 2016 en el que, junto a una foto de la grapo Victoria Gómez, expresaba su respaldo «a quienes han ido más allá». Esta valoración, según la Sala, «en simple lógica equivalen a dejar la protesta pacífica convirtiéndola en cualquier forma que fuere».

La Sala analizó la doctrina del Supremo y del Tribunal Constitucional sobre esta materia, en especial la sentencia que condenó al también rapero 'Valtonyc' -fugado de la Justicia- para destacar que el enaltecimiento requiere que se genere un «riesgo en abstracto» a terceras personas. En esta línea, el tribunal recordó que el origen de la causa fue un mensaje remitido por un particular a la Fiscalía: un abogado madrileño alarmado por dichos tuits.

En relación con el delito de injurias y calumnias a la Corona, la Sala señala que los mensajes y el vídeo analizado presentan una actuación por parte de Hasel que determina la imputación al rey emérito, e incluso al actual, la comisión de múltiples delitos, incluso homicidio y malversación. Respecto al delito de injurias y calumnias contra las instituciones del Estado, la sentencia recoge la ristra de ilícitos que atribuye a la Policía y Guardia Civil, acusándoles de asesinatos y torturas «que se integran en unos contenidos ofensivos y de odio».

En un voto particular, la magistrada Manuela Fernández de Prado entendió que Hasel debió ser absuelto porque prima la libertad de expresión y no supuso una manifestación del discurso de odio ni riesgo para las personas. La sentencia del Supremo que confirmó esta condena también contó con dos votos particulares, por lo que tres de los ocho jueces que han visto la causa del rapero se han mostrado favorables a su exoneración.

La Red Jurídica de Abogados, quien anunció el 28 de enero el ingreso en prisión de Hasel tras cerrarse la vía del Constitucional por falta de interés casacional, consideró que se trata del primer rapero de Europa que será encarcelado. «He echado de menos solidaridad de artistas que, por miedo o individualismo, no se han mojado. También de organizaciones que se dicen revolucionarios. No hablo de Podemos porque ya queda claro que son una pata más del régimen», comentó Hásel el sábado en TV3 al ser cuestionado sobre los apoyos de dirigentes de este partido, entre ellos el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.