Tudanca: «Era necesario un volantazo para evitar un choque que debilitara al PSOE en Castilla y León»

«Se hacía necesario ese volantazo hoy para evitar un choque que debilitara el proyecto socialista en un momento muy delicado, en un momento en el que no podemos enfrentar de forma inminente a unas elecciones autonómicas y en el que no le podemos dar esa baza al PP», ha justificado Luis Tudanca en una comparecencia de prensa en la sede del PSOE de Castilla y León a rebosar de informadores. Hubo que buscar sillas para tanto periodista. Muchos venidos de Madrid. «Estábais esperando a que dijera esto para venir?», ironizó el secretario autonómico del PSOE al inicio de una intervención en la que confirmó lo sabido, que se marcha, pero no desveló cuál será su futuro. Algo que dejó abierto, y dijo que se concretará en una conversación que deberá mantener con quien tome el relevo a los mandos del partido en Castilla y León.

Esa persona será el soriano Carlos Martínez, que fue procurador regional hace varios lustros (con las Cortes aún en el Castillo de Fuensaldaña) y retorna así a la política autonómica, pero en primera línea, para ser candidato a la Junta. El PSOE abre de nuevo un periodo de bicefalia práctica, puesto que quien deberá enfrentarse en las urnas con el popular Alfonso Fernández Mañueco no va a poder medirse habitualmente con él en las Cortes, ya que el soriano no tiene escaño en el hemiciclo. Lo primero que deberá decidir Carlos Martínez, junto a ver de quién se rodea para dirigir el partido, es quién ocupará la portavocía del PSOE en las Cortes. Esa fórmula de candidato sin caras a caras con el presidente de la Junta no les ha funcionado con anterioridad a los socialistas.

Tudanca ha guardado las formas sobre la opción de Carlos Martínez, porque está abierto el plazo de precandidaturas para dirigir el PSOE de Castilla y León. «Mi cariño y mi respeto por Carlos. Solo me habrán oído de él buenas palabras y me las seguirán oyendo», ha apuntado. Con el adiós de Tudanca, los socialistas de la comunidad ponen así punto y aparte (no es final, porque debe haber un congreso en el que se concrete el equilibrio de fuerzas entre lo que es hoy el tudanquismo y el oficialismo de Ferraz) a semanas de «conversaciones» que no «negociaciones», matizó el saliente.

Carlos Martínez y Luis Tudanca han mantenido contactos casi diarios desde diciembre. Eran los dos candidatos en liza desde que el burgalés apostó por presentarse a la reelección, contra criterio de Ferraz, y el entorno de Pedro Sánchez apuntó hacia Soria como alternativa. «No hay ninguna otra federación en España que en un proceso de cierta ruptura, de cierta división, de primarias, donde previsiblemente podía haber dos candidaturas, hayamos estado los responsables orgánicos incluso los dos posibles candidatos reunidos una y otra vez durante las últimas semanas sin una discusión, sin una bronca, sin ningún 'teet', sin ninguna casi filtración... Hemos tenido muchas conversaciones, muchas reuniones, alguna comida... He hablado con Carlos prácticamente a diario en las últimas semanas, con toda normalidad y me gustaría que eso siguiera en el partido», ha precisado Luis Tudanca.

Sobre la posibilidad de que alguien cercano a él dé ese paso de aspirar a dirigir el partido ha sido claro. «No que yo sepa», ha apuntado, mientras señalaba que ha recibido mensajes para que reconsidere su decisión. «Sé que hay muchos militantes hoy desanimados y otros que no, por eso termino pidiéndoles el apoyo para quien lidere el PSOE en Castilla y León», ha remarcado Luis Tudanca, que ha diferenciado entre el rumbo del partido en Castilla y León y el desenlace que han tenido las crisis internas en otros territorios.

Tudanca ha señalado que aquí se mantendrá una dirección con gente de la tierra. «Carlos Martínez es de la tierra... la tierra para el que la trabaja», zanjó el dirigente saliente. Un argumento que usaron desde Castilla y León como respaldo a Juan Lobato, el líder caído en Madrid y sustituido automáticamente por el ministro Óscar López, excandidato autonómico aquí y exsecretario del PSOE castellano y leonés.

Luis Tudanca ha recordado cómo se encontró el partido hace diez años y que fue una tercera vía en una confrontación entre partidarios de aquel Óscar López, ejerciente entonces de segoviano, y del palentino Julio Villarrubia, entre 'lopecistas' y 'villarubista' embarcados en una lucha cainita sin cuartel. Sostiene que deja en herencia un partido sanado de aquel reventón interno, en el que «se puede hablar... podemos tener discrepancias, pero no somos enemigos», remarca.

Y también defiende que el PSOE de Castilla y León ha demostrado con él en la dirección que puede ser «alternativa de Gobierno». Algo que confía en que termine de rentabilizar su sucesor para que se pueda quitar, por persona interpuesta, la «espinita» que le queda clavada: «Me hubiera gustado ser presidente de la Junta, lo tocamos con la punta de los dedos», reconoció en su adiós informativo, al evocar la victoria del PSOE en las autonómicas de 2019. El pacto entre PP y Cs desbarató esa aspiración.

Luis Tudanca ha estado acompañado de colaboradores cercanos en esta mañana de martes. Los procuradores segovianos José Luis Vázquez y Alicia Palomo, la salmantina Rosa Rubio o los exprocuradores leoneses Alvaro Lora y Óscar Álvarez le han arropado en la confirmación de su adiós al timón del PSOE castellano y leonés. Su decisión despeja el camino para abrir la etapa de Carlos Martínez al frente del partido, pero todavía quedan flecos por cerrar o conocer. El primero, ver hasta dónde llegará la tijera que el oficialismo de Ferraz meterá en la lista de cargos que han apoyado a Tudanca en esta recta final.