Sanidad amplía el uso de AstraZeneca hasta los 69 años y Andalucía propone que sea voluntaria

Así reacciona España a la enésima investigación de la Agencia Europea del Medicamento, que el miércoles incluyó los trombos como efectos secundarios «muy raros» en el prospecto de AstraZeneca tras reconocer que existe un «vínculo» entre la vacuna y los coágulos, en su mayoría cerebrales y abdominales, detectados en decenas de casos reportados por varios países, entre ellos España. Reunido de urgencia, el Consejo Interterritorial acordó suspender la campaña con esta marca en menores de 60 años al entender que la distancia entre beneficio y riesgo se acorta. Detrás de esta decisión se encuentra otro motivo: aunque Europa no ha confirmado que existan factores de riesgo para desarrollar estos trombos, una buena parte de los casos notificados corresponden a mujeres menores de 60 años.

Ahora falta saber qué ocurrirá con quienes ya se han puesto la primera dosis. Sanidad recuerda que «hay tiempo» para esperar el resultado de los ensayos sobre la eficacia y seguridad de aplicar dos dosis de farmacéuticas distintas, una de las opciones que está sobre la mesa. Otra posibilidad es que se vuelva a inocular AstraZeneca a quienes ya han recibido la primera dosis, siempre que no hayan presentado efectos graves. Hay estudios en marcha, según el Ministerio, cuyas conclusiones se conocerán en los próximos días.

En este escenario, el presidente andaluz, Juanma Moreno, planteó la posibilidad de reservar la vacuna de Oxford a quienes así lo soliciten. De esta manera, su administración sería voluntaria entre menores de 60 años. Moreno reclama paciencia hasta que se produzca «una decisión mancomunada y colectiva» entre las diferentes regiones: «Lo que pido es que no estemos dando un paso adelante y otro atrás porque generamos inseguridad y cabreo en los ciudadanos». En un llamamiento a la calma, el presidente autonómico también recordó que todos los fármacos tienen efectos secundarios: «La amoxicilina, si su prospecto se lee con detenimiento, dice que incluso puede causar la muerte».

Aún con el futuro del uso de AstraZeneca en el aire, la estrategia de vacunación se centra ahora en la necesidad de acelerar el calendario de inmunización para llegar al verano con el máximo porcentaje posible de protección frente al coronavirus. Moreno solicita «transparencia y muchas vacunas» a las autoridades «porque no puede ser que Marruecos tenga el doble de vacunados que Andalucía». Otros líderes regionales, como Isabel Díaz Ayuso y Ximo Puig, han reconocido haber mantenido contactos con diferentes farmacéuticas para tantear la posibilidad de comprar dosis por su cuenta ante la escasez de cargamentos proporcionados por la Unión Europea. Es una alternativa que el Gobierno de Pedro Sánchez rechaza de plano, aunque cada vez genera más adhesiones. El propio Moreno, más prudente que Ayuso durante toda la pandemia, dejó la puerta abierta a iniciar negociaciones unilaterales en caso de que no aumente el número de vacunas recibidas.

España ha cambiado hasta en cuatro ocasiones el criterio de aplicación de AstraZeneca, más cuestionada que nunca. Pero las autoridades sanitarias mundiales recuerdan que los beneficios de la vacuna son mucho más elevados que cualquier posible efecto adverso y recuerdan que el coronavirus provoca más muertes que los trombos, que por otro lado ya se producían en la población general antes de la epidemia. Las advertencias de Europa han abierto grietas en la estrategia de los diferentes países. Francia la administra a mayores de 55 años. Reino Unido, sin embargo, la desaconseja en menores de 30 años. España ha vetado su uso, al menos de momento, en menores de 60 con la vista puesta en los casos de trombos detectados sobre todo en mujeres jóvenes, aunque la Agencia Europea del Medicamento advierte de que no se puede inferir una relación de causalidad porque puede deberse a que se haya usado a menudo entre el personal sanitario, más joven y en su mayoría femenino.