Sánchez se aferra a su gancho internacional para remontar en las encuestas

El líder del PSOE sube al avión en un momento político en el que, a falta de las elecciones en Brasil en las que se batirán Lula da Silva y Jair Bolsonaro, América Latina parece girar a la izquierda. Se trata, se insiste desde el Gobierno, de acompañar este proceso hacia la izquierda.

Pero a Sánchez no solo le mueve el interés por la izquierda latinoamericana. Desde la llegada del líder socialista a la Moncloa, el equipo de la presidencia ha mantenido un calculado plan para destacar la figura de su líder en el panorama internacional. El primer paso fue la acogida de los inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por el 'Aquarius', cuando el derechista y entonces ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, negó durante semanas cualquier puerto seguro para 630 personas.

Con algún que otro claroscuro, como los ninguneos de Donald Trump o Joe Biden en distintas cumbres internacionales, la imagen internacional del jefe del Ejecutivo se elevó sobremanera en la reunión de la OTAN en Madrid, en la que ejerció de anfitrión. La cita concentró a los principales líderes occidentales y no pudo concitar mayores felicitaciones hacia Sánchez. Y ello a pesar de que comanda una coalición en la que sus socios –Unidas Podemos– se manifestaron en las calles contra la alianza militar. Biden, el francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz o el británico Boris Johnson elogiaron una cumbre que vivió su gran momento en una cena en el Museo del Prado.

La gira de Sánchez por América Latina en pleno agosto se ha planeado desde Moncloa con vista a 2023, año electoral en España –municipales y autonómicas en mayo; generales para final de año– en las que el PSOE y su líder van a la zaga en las encuestas frente al empuje del nuevo PP de Alberto Núñez Feijóo.

Para contrarrestar los vientos en contra, incluidos los hasta ahora siempre favorables del Centro de Investigaciones Sociológica (CIS), Sánchez y su equipo están dispuestos a disparar hasta la última bala. A nivel internacional, una de ellas será la presidencia rotatoria de la Unión Europea que corresponderá a España en la segunda mitad de 2023, coincidiendo con las generales en España. Será un momento en el que Sánchez representará la máxima figura de los 27. De salirle bien la apuesta, el líder del PSOE aspira a sacar réditos electorales a nivel nacional. Y, aún fracasando en las generales, todavía podría optar a un cargo europeo relevante gracias a la red internacional tejida durante sus mandatos, tanto a izquierda como a derecha.

Para lograr uno u otro objetivo, Sánchez tendrá que deslumbrar el próximo año en una Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Santo Domingo en marzo de 2023, una reunión entre la UE y los países latinomericanos agrupados en la CELAC –cita que no se reproduce desde 2015– y, sobre todo, durante la trascendental presidencia de la UE. Todos estos retos y oportunidades apuntan a que el jefe del Ejecutivo no optará por apretar el botón del adelanto electoral.