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Esperanza Oña, exalcaldesa de Fuengirola y vicepresidenta segunda del Parlamento de Andalucía, fue la coordinadora de la campaña de Pablo Casado en Andalucía y jugó un papel protagonista dentro de su equipo, por lo que se habían generado grandes expectativas de que iba ... a ocupar un puesto de alto rango en la dirección nacional, pero finalmente se ha quedado en un cargo de bajo perfil político como es el de Defensora del Afiliado.
Sin embargo, Oña está «contenta» con el cargo y dice «no estar frustrada». «Es el puesto que he querido y consensuado con Pablo porque es el que puedo asumir», explicó a este periódico en conversación telefónica mientras volvía a Málaga desde Barcelona en AVE.
Y es que, según Oña, hay cuestiones personales que le impiden asumir un puesto de mayor relevancia que le obligaría a tener una mayor presencia en Madrid y en otros puntos de la geografía nacional. En este sentido, la dirigente malagueña explicó a SUR que el objetivo del presidente del PP es que formara parte del equipo de Javier Maroto, número tres de la dirección nacional y al frente de la vicesecretaría de Organización.
«Yo no aspiro a nada y estoy satisfecha con este puesto porque podré marcar mi propia agenda y hacerlo desde Andalucía», apostilló.
El Defensor del Afiliado es una figura recogida en los estatutos del PP para dar cauce a las quejas, propuestas y reclamaciones de los militantes y que éstas lleguen a la dirección del partido. A través de ella se intenta fomentar la participación de las bases.
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