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La última semana de octubre estará marcada por la presencia de una dorsal que afectará a buena parte de Europa Occidental y, por tanto, a amplias zonas de España. Esta región de altas presiones asociada al aire cálido impedirá que las borrascas atlánticas se acerquen ... tanto a la Península como en días pasados, restringiendo la probabilidad de lluvias, que previsiblemente afectarán solo al noroeste de la Península, y provocando al mismo tiempo el incremento de las temperaturas. Esta subida de los termómetros vendrán marcadas por la llegada de vientos cálidos del sur que darán lugar a valores «inusualmente altos» para la época del año en la mayor parte del territorio, como explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo. Serán «incluso valores muy inusuales» en los tercios del norte y sur de la Península, así como en el área mediterránea, donde se podrán superar los 30 e incluso los 32ºC en el valle del Guadalquivir y en el interior de las regiones mediterráneas y en Mallorca.
Pero, ¿qué ocurrirá en noviembre? ¿Habrá que echar mano de abrigos, bufandas y paragüas?
Según los modelos de referencia consultados por Meteored, parece que en noviembre las temperaturas seguirán estando por encima de lo habitual para esta fecha en casi todas las comunidades autónomas, sobre todo durante la primera quincena, con valores hasta dos grados por encima de lo normal en el interior peninsular, mitad este y Baleares. A partir de mediados de mes, la situación podría normalizarse y se alcanzarían valores más comunes para esta época del año en el centro y norte de la Península, mientras que en el sur y en Baleares se encontrarán hasta un grado por encima de lo habitual en las fechas.
En cuanto a las lluvias, el experto de Meteored Samuel Biener no se muestra optimista durante la primera semana de noviembre ya que las altas presiones dominarán en la Península, «por lo que lloverá menos de lo normal en prácticamente toda España».
Algo más cuantiosas parecen que serán las precipitaciones en la segunda quincena del mes aunque en el noroeste, mientras que en el resto se situará en las cifras habituales.
«Con la segunda parte del mes las altas presiones tenderán a trasladarse hacia Centroeuropa y el Atlántico Norte. Si se da esta situación, en algunas zonas mediterráneas podría llover más de lo normal, mientras que en el oeste sería más seco», estiman desde Meteored, que anticipa que, con estas previsiones, la sequía podría agudizarse en el centro y mitad occidental.
Lo que llama la atención es que la temperatura del mar Mediterráneo se mantiene inusualmente alta, con valores que oscilan entre los 22 y 24 ºC en el entorno del Golfo de Valencia y Baleares. En algunos puntos del archipiélago se sitúan entre los 24 y 25 ºC. Cifras que suponen entre dos y cuatro grados por encima de lo habitual.
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