España camina hacia el toque de queda: ¿en qué consiste este confinamiento nocturno?

La duración máxima del estado de alarma es de quince días. A partir de ahí, el Gobierno necesitaría el apoyo del Congreso para prorrogarlo. Por eso el equipo de Pedro Sánchez busca apoyos entre la oposición antes de mover ficha. Tras su aprobación en el Consejo de Ministros, que debe especificar los territorios afectados, el estado de alarma ha de ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Entonces podría declararse el toque de queda, una medida apenas utilizada por las democracias pero exprimida en general por las dictaduras. La última vez que se aplicó en España fue en febrero de 1981, cuando se produjo el fallido intento de golpe de Estado; el general sublevado Milans del Bosch lo declaró en Valencia, aunque fue anulado de forma casi inmediata. Otra posibilidad es que el toque de queda se apruebe por territorios, según la incidencia de la enfermedad.

El estado de alarma está contemplado en la ley que regula además los estados de excepción y sitio. Es la medida más leve de estas tres herramientas legales, previstas en situaciones de crisis sanitarias, grandes catástrofes y paralizaciones graves de los servicios públicos. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha confirmado que el Gobierno debatirá con las comunidades autónomas posibles restricciones a la movilidad. Algunas regiones como Madrid ya han solicitado una limitación horaria.

Varios países europeos han aplicado ya el toque de queda. Francia ha paralizado cualquier actividad pública desde las nueve de la noche hasta las seis de la mañana, pero no en todo el país sino en los territorios más afectados, como París, Lyon, Marsella, Toulouse, Lille o Montpellier, con multas de 135 euros para quienes incumplan este confinamiento nocturno. Italia baraja la posibilidad de extender el toque de queda de Lombardía, con cierres nocturnos desde las once de la noche, a todo el país. Los ciudadanos sólo podrían desplazarse en este horario por razones de trabajo, salud o urgencia. Bélgica prohíbe salir de casa entre las doce de la noche y las cinco de la mañana, una franja similar a la que España estudia aplicar. También Eslovenia se ha acogido a esta medida restrictiva para intentar frenar los contagios de esta segunda ola.