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«Yo no escucho que te ahogues», la dramática llamada de un joven al 112 que acabó en muerte

La Comunidad de Madrid investiga el fallecimiento del chico, de 23 años, por presunta negligencia en el Summa tras la denuncia presentada por sus padres

efe

Jueves, 7 de noviembre 2019, 17:34

La Consejería madrileña de Sanidad ha abierto una investigación para revisar el caso de un joven de 23 años de Navalcarnero que falleció cuatro días después de que su familia llamara al Summa 112 en enero de 2018 alertando de que se ahogaba, y un médico respondiera que él veía que respiraba «perfectamente».

Según han denunciado los padres del joven, representados por el abogado del Defensor del Paciente, el Summa 112 cometió una «negligencia», ya que Aitor García Ruiz, que sufría un tromboembolismo pulmonar, se estaba ahogando pero el médico que atendió la primera llamada no valoró la gravedad y retrasó la asistencia.

En los pasillos de la Asamblea, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha explicado que la investigación se ha iniciado hace escasas fechas cuando el abogado de la familia del joven ha presentado una reclamación patrimonial a la Comunidad de Madrid, por vía administrativa, por la muerte del chico.

Ruiz Escudero ha lamentado «profundamente» este caso «triste y dramático» en el que una familia llamó al Summa 112 y, cuatro días más tarde, acabó con el fallecimiento de este joven de 23 años.

El consejero ha precisado que el abogado de la familia hizo una reclamación patrimonial por vía administrativa a la Comunidad de Madrid para valorar cómo había sido la actuación del médico del Summa 112 en este caso.

La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Sanidad, ha activado la vía administrativa para determinar cómo fue la actuación del profesional del Summa 112 en este caso activando los protocolos previstos en este tipo de actuaciones, ha detallado Ruiz Escudero.

Ha indicado que «lo que hay que hacer es escuchar la transcripción (de la llamada telefónica al Summa 112) y ahí que se valore realmente si se ha procedido« conforme a los protocolos que tiene el Summa 112 para estos casos.

No obstante, Ruiz Escudero ha subrayado que «se activaron los recursos cuando se tuvieron que activar», primero, una ambulancia; luego, una UCI; posteriormente, hubo un traslado al Hospital Rey Juan Carlos y, cuatro días después, se produjo el fallecimiento.

El consejero ha indicado que el profesional que atendió a esa persona en el Summa 112 ha trabajado desde 2018 hasta ahora «con normalidad».

Según la primera valoración de la Inspección Médica, se actuó conforme a los protocolos, en la activación de los recursos, pero se están valorando la conversación que mantuvo el médico con el paciente, ha agregado.

El contenido de las llamadas ha sido divulgado este jueves por los padres y la asociación El Defensor del Paciente, cuyo abogado, Carlos Sardinero, está barajando «ir a la vía penal» contra el Servicio Madrileño de Salud, además de la reclamación patrimonial de 175.000 euros por la vía administrativa.

Vídeo.

En la primera llamada de la madre al 112 diciendo que su hijo «se ahogaba», el 14 de enero a las 11:56, le pasaron con un médico que pidió hablar con el hijo y pese a que este contestó «No puedo, me ahogo», este médico dijo a la madre: «Pues respira perfectamente, eh?», según el audio.

«Él dice lo que quiere pero respira perfectamente porque habla perfectamente, vale?», añadió el médico tras lo cual «colgó» sin que los padres supieran si había activado una ambulancia.

En la siguiente llamada, a las 12:04, cuando Aitor ya no respiraba, un médico sobre el que «hay dudas de que sea el mismo», según Sardinero, empezó a dar instrucciones a los padres para que iniciaran ellos las maniobras de reanimación mientras enviaban una ambulancia a Navalcarnero, donde residen.

A las 12:06, el Summa contactó con Protección Civil de Navalcarnero y con la Guardia Civil del municipio, que fue la primera en llegar, tras lo cual acudió una ambulancia que no era mecanizada y a continuación una UVI móvil, pero para entonces el joven llevaba unos veinte minutos sin respirar.

Además, «sufrió dos paradas» antes de llegar al hospital Rey Juan Carlos, donde falleció en la UCI cinco días después, el 19 de enero de 2018. Menos de un mes antes, el 24 de diciembre, el joven había acudido a Urgencias con dolor en el costado y dificultad respiratoria y fue dado de alta.

Sardinero acusó a Sanidad de entregar los audios mutilados, ya que no incluyen la totalidad de la conversación, mientras los padres piden que «se cambien los protocolos» y se «humanice la atención» para lo cual están dispuestos a «seguir luchando» pese a la pérdida dolorosa de su único hijo, para que no vuelva a ocurrir.

Aitor, que medía 1.85 y pesaba 90 kilos, era un chico saludable, deportista, ingeniero de automoción y que no bebía ni fumaba, recordaron los padres para quienes la ambulancia debería activarse «en la primera llamada». A su juicio, «Aitor hubiera sobrevivido, con secuelas sí, pero era un chico fuerte física y mentalmente», aseguró el padre.

El abogado Carlos Sardinero cree que «la jurisprudencia del caso Madrid Arena permite llevar el caso a la vía penal: fallecimiento por falta de asistencia«, ha dicho a Efe. Además, asegura que Sanidad sigue «sin reconocer que la asistencia no fue la adecuada», lamentó

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