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Esquerra Republicana ha propuesto este sábado de forma oficial a Pere Aragonès como candidato a la presidencia de la Generalitat. El actual jefe del Ejecutivo catalán optará a un segundo mandato. Las elecciones catalanas no tienen aún fecha, pero el movimiento de los republicanos, que ... busca también acallar las especulaciones sobre una posible pugna interna con Oriol Junqueras por liderar las listas, abre ya la carrera electoral en Cataluña.
A la legislatura catalana le queda aún un año. No obstante, en la oposición creen que Aragonès avanzará los comicios a septiembre, a julio o incluso antes, a la primavera. Si los adelanta mucho, cerrará el paso a Carles Puigdemont, pendiente de ser amnistiado para poder ser designado candidato por su partido, Junts. Los postconvergentes presionan al expresidente de la Generalitat para que sea el cabeza cartel. Puigdemont es el dirigente con más tirón de Junts y a quien más temen electoralmente los republicanos. En el último CIS, Junts ya se situó por delante de ERC. Hacía mucho tiempo que no ocurría.
Pere Aragonès ha asegurado este sábado que las elecciones en Cataluña serán «el próximo año», como viene manteniendo desde hace tiempo. Es una prerrogativa que tiene en exclusiva el presidente de la Generalitat. En su intervención ante el consejo nacional del partido que ha avalado su candidatura, el jefe del Ejecutivo catalán ha asumido la designación como candidato como un «honor» y un «privilegio». «Me pongo a disposición» del partido, ha señalado, con el propósito, si así lo deciden las urnas, de afrontar una segunda legislatura, en la que se ha marcado como objetivo la celebración de un referéndum sobre la independencia, con reconocimiento internacional. «También decían que la amnistía era imposible», ha exclamado ante la plana mayor republicana. «Haremos posible un referéndum», ha asegurado. Aragonès apuesta por un acuerdo de claridad con el Gobierno, en el que los dos ejecutivos pacten, en los próximos cuatro años las condiciones para poder organizar una consulta sobre la secesión. El otro objetivo que ha puesto Esquerra sobre la mesa es un pacto fiscal, en la línea de un concierto económico o un sistema de financiación singular para Cataluña.
Junqueras, que en los últimos meses no había descartado dar la batalla por ser el candidato si era amnistiado a tiempo, ha anunciado la decisión de la formación que preside de volver a apostar por Aragonès como aspirante a la presidencia de la Generalitat. Es un «honor y un orgullo», ha dicho. «Será nuestro candidato y el futuro presidente de la Generalitat», ha señalado. «Es el mejor presidente y el mejor candidato», ha zanjado, para cerrar de golpe todas las especulaciones que le situaban como posible aspirante. Junqueras es el preferido por la militancia republicana y tiene más gancho electoral que Aragonès, que no ha conseguido que el partido despunte en las encuestas, a pesar de que por primera vez desde el inicio del 'procés' apostó por romper con Junts y navegar en solitario. Las últimas elecciones las ganó el PSC, con los mismos escaños que ERC (33). Una alianza entre ERC, Junts y la CUP permitió la investidura de Aragonès.
El president, tras ser designado, se ha colgado la medalla de la ley de amnistía, así como los indultos y la derogación del delito de sedición. «Hemos forzado al Gobierno a pasar de la represión a la negociación», ha afirmado.
Fuentes parlamentarias señalan que Aragonès está esperando a la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para dar pistas sobre cuándo podrían ser las elecciones catalanas. El dirigente republicano gobierna un ejecutivo en minoría, después de que Junts saliera del mismo hace más de un año. El Govern solo tiene el apoyo de los 33 diputados de ERC, pero en cambio ha sido capaz de aprobar dos presupuestos y va a por el tercero. Los republicanos plantean la negociación con los socialistas como un intercambio de cromos: apoyo de ERC al Gobierno en el Congreso a cambio del aval del PSC a las cuentas autonómicas. Pero el Govern aprieta para que primero se aprueben las de Cataluña.
La cuestión de la sequía también puede ser determinante para Aragonès a la hora de decidir adelantar los comicios. Si no llueve en abundancia en los próximos meses, Cataluña entrará en fase de emergencia y el Govern tendrá que adoptar medidas drásticas.
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