Paco Huguet | AGENCIAS
Valencia
Sábado, 25 de agosto 2018, 21:55
«Manipuladora, totalmente inestable, loca perdida, una persona que esclavizaba a sus niños». Con estas palabras textuales describen a Conchi, personas que la han tratado. El perfil que le dibujan es de toda una mala de cuento. La 'viuda negra' de Alicante es, según los testimonios, la mala malísima de un película de terror. La acusada de matar a su cuarto marido con un destornillador, junto a su amante y 'cuidador', arrastra un amplio historial de mentiras relata 'Las Provincias'.
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Así lo han relatado Carlos, su segundo exmarido; Héctor, amigo de José Luis (la víctima mortal del crimen) y testigo de la boda de hace apenas dos semanas; Abel, un hermanastro, y dos mujeres que la han acompañado en los calabozos de la comisaría de Alicante. Carlos ha contado en el programa 'Espejo Público' de Antena 3, sin mostrar su rostro, que Conchi es una perfecta «manipuladora». Ha desmenuzado 12 años de matrimonio con ella, entre 2000 y 2012.
El segundo marido admite que le tenía miedo. «Llegué a temer por mi vida», porque, entre otros motivos, «se relacionaba con gente problemática» (delincuentes) y sólo se movía «por dinero». A Carlos lo acusó varias veces de malos tratos. Según su relato, esta mujer Onil presentaba denuncias falsas cada vez que él no accedía a sus deseos. Tras pasar seis meses en prisión por violencia de género, Carlos llevó una «pulsera telemática» durante tres años. «Los dos últimos, por voluntad propia, para protegerme de ella», sostiene. «Para que no se acercara a mí». Porque, lamenta, «ella es capaz de manipular a alguien para que te mate».
Según Carlos, Conchi le obligó a poner a su nombre una vivienda, una caravana y dos motos. Y trataba a sus hijos, un niño con 9 y una niña de 11 años, «como esclavos». Les obligaba a hacer en casa trabajos para industrias de Onil, en la conocida zona del sector juguetero. Afortunadamente, continúa el segundo marido, el padre del hijo menor logró la custodia tres años después, cuando el pequeño tenía 12. Por otro lado, Abel, un hermanastro de Conchi, intentó que la hija saliera del entorno de la 'viuda negra'.
Es cierto que Conchi, que ha negado a sus compañeras de calabozo ser una viuda negra, «sufrió un accidente de tráfico en 2009» y tuvo que ser operada en Valencia de las vértebras cervicales C-4 y C-5. Pero, tal y como agrega Carlos, «sí que caminaba». En ese siniestro podría estar el origen de los problemas que la acusada estaría usando para presentarse como incapacitada y cobrar una indemnización y una pensión. Ahí, habría ideado el plan de fingir que necesita una silla de ruedas, «para sacar más al seguro».
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