Belarra y Montero tratan de rearmar a Podemos ante el peligro a diluirse en Sumar

Fuentes del partido explican a este periódico que dicho acto servirá para «marcar los próximos pasos de la hoja de ruta» de la formación. «Belarra y Montero reivindicarán que Podemos es la única herramienta política que ha demostrado su capacidad de transformación y su utilidad para la ciudadanía», reiteran los morados. Desde hace semanas, la cúpula de la formación advierte de que sus cinco votos responderán a la dirección del partido, y no a las directrices de Yolanda Díaz.

Un aviso relevante, sobre todo en un contexto de negociación de investidura en el que la decisión de cada diputado será fundamental para conformar una mayoría en el Congreso.El precio a su disciplina podría pasar por no dejarles también fuera del Consejo de Ministros. Los morados reclaman que Irene Montero, excluida de las listas electorales para el 23-J, debe seguir siendo ministra de Igualdad y piden que se reconozca «el alto coste que, en ocasiones, ha tenido que asumir por impulsar los avances sociales».

El acto pondrá la guinda final a una semana clave para la relación parlamentaria del espacio político situado a la izquierda del PSOE. El próximo miércoles, las direcciones de los siete partidos que forman parte del Grupo Plurinacional de Sumar se reunirán en el Congreso para decidir cuestiones básicas como la coordinación de todas estas las formaciones en el hemiciclo y otros asuntos más espinosos:como el reparto de papeles en las distintas comisiones o la disciplina de voto. Posteriormente, los 31 diputados de la coalición que lidera Yolanda Díaz mantendrán otro encuentro en la Cámara baja.

La vicepresidenta segunda en funciones, a la que Pablo Iglesias ungió como su sucesora para después arrepentirse, ya remarcó su perfil propio al designar a Marta Lois como nueva portavoz de la coalición en el Congreso en sustitución de Pablo Echenique, otro de los dirigentes podemistas vetados en las listas electorales para las generales. Lois, diputada electa por A Coruña, es de la máxima confianza de Díaz y será la encargada de atar en corto todas y cada una de las iniciativas que surjan desde los cinco escaños de la formación morada.

Podemos no cuenta con senadores y apenas dispone de un puñado de escaños autonómicos que para colmo en la mayoría de casos pertenecen a corrientes críticas con la dirección nacional, como es el caso de Navarra. La única opción de resucitar políticamente el partido pasa desde el 23-J por la beligerancia y el protagonismo de sus cinco representantes en la Cámara baja.

Uno de los principales problemas para la formación morada es que los votos no le han dado oportunidad para conformarse como un grupo parlamentario propio en el Congreso, una opción que requiere de 15 diputados a nivel nacional o un mínimo del 15% de los votos en cada una de las circunscripciones en las que se presente cada partido. Podemos, por sí solo no cumplía ningún requisito por mucho que se exprimiese el Reglamento de la Cámara.

La actividad parlamentaria de los cinco diputados de Podemos contará con un aliado en las ondas. Pablo Iglesias, lejos de renunciar a su influencia sobre la formación que cofundó, pretende ejercer de ariete mediático para reflotar un partido que aspiró a asaltar los cielos y que ahora lucha por sobrevivir ante las penurias económicas y el riesgo de caer en la irrelevancia política.