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La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, llamada a liderar el partido en marzo. :: J. Hidalgo / EFE
Arrimadas se prepara para liderar Ciudadanos en una larga travesía del desierto

Arrimadas se prepara para liderar Ciudadanos en una larga travesía del desierto

La sucesora de Rivera tiene tres meses por delante para diseñar su modelo de partido, con el que aspira a afianzarse en el centro del tablero

MARÍA EUGENIA ALONSO

MADRID.

Lunes, 9 de diciembre 2019, 00:04

Si hay alguien que pueda salvar a Ciudadanos de la extinción es Inés Arrimadas. Es el mantra que repiten desde hace semanas todos los dirigentes de la formación. Ninguno tenía en la cabeza la noche del 28 de abril que seis meses después pudiesen enfrentarse a una debacle de semejante magnitud que ni siquiera pronosticaban las encuestas más pesimistas. Pero ocurrió. El partido liberal perdió, de golpe y sin anestesia, dos millones y medio de votantes y pasó de 57 escaños a diez. Después del 'shock' en el que entraron tras la dura sacudida y la salida de su carismático líder, ahora toca recomponerse. Una hercúlea tarea que desde todos los sectores de Ciudadanos, incluidos los más críticos, fían a la que consideran la «sucesora natural» de Albert Rivera, que ha crecido bajo su sombra.

Aunque faltan tres meses para que sea proclamada presidenta -primarias de por medio-, Arrimadas trabaja a contrarreloj para volver a colocar a Ciudadanos en el centro del tablero. Según fuentes de su entorno, el eje de su proyecto pasará por resituar a la formación naranja como aquella que puede pactar a izquierda y derecha. En esa estrategia, se enmarca el envío de una carta a Pedro Sánchez para pedirle una reunión a tres entre PSOE, PP y Ciudadanos. La dirigente liberal decidió mover ficha y ofrecer al socialista una alternativa que aleje del Gobierno a populistas y nacionalistas. El viernes, durante el aniversario de la Constitución, insistió en esta vía y ofreció «un acuerdo no solo para la investidura sino para la legislatura» entre los tres partidos.

Distancias con Rivera

Las salidas de Páramo, Hervías y Villegas permitirá a la líder naranja formar una dirección sin ataduras

Arrimadas ha comenzado así a marcar distancias con su predecesor, que se quedó parado tras los comicios de abril para «no interferir» en las negociaciones de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias. Ella ha optado por tomar la iniciativa y demostrar que Ciudadanos puede volver a ser un partido «útil». Y, además, sin vetos ni condiciones previas. Aunque no quiere hacer leña del árbol caído, la futura líder de la formación naranja reconoce que se cometieron errores de bulto, entre ellos el giro del último minuto para salvar la legislatura cuando Rivera ofreció a Sánchez un desbloqueo a cambio de tres condiciones.

Cree que esa maniobra no fue entendida por el electorado, que se llegó a «desorientar», y que tampoco se explicó bien. Una crítica velada al que fuera el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, y uno de los hombres fuerte de Rivera. El exdiputado catalán fue el artífice de la estrategia que movilizó a los votantes en abril pero que fracasó con estrépito en noviembre.

La salida de Páramo junto a José Manuel Villegas, secretario general, y Fran Hervías, secretario de Organización, deja vía libre a Arrimadas para conformar la futura dirección naranja sin ataduras, en la que se integrarán las diferentes sensibilidades del partido. Un cambio de caras que la jerezana prometió el mismo día que anunció su candidatura para presidir de Ciudadanos y que está estudiando a fondo. Aunque aún no ha dado pistas de quiénes la acompañarán en esta travesía, asegura que «tiene muchas cosas claras». En las quinielas suenan con fuerza José María Espejo, secretario general del grupo parlamentario, Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, Melisa Rodríguez, portavoz de la gestora, o Luis Garicano, jefe de filas de Ciudadanos en Europa y uno de los críticos con el veto a Sánchez.

Desde que se decidiese a dar un paso al frente, Arrimadas no ha dejado de hablar con unos y con otros, incluidos los fundadores del partido, a los que Rivera llegó a dar de lado. La diputada naranja quiere armar el nuevo Ciudadanos, que verá la luz en el cónclave del 15 de marzo, bajo consenso. Insiste en que no pretende modificar el ideario, que dice que Ciudadanos es un partido liberal progresista. Sí piensa dar más voz de la militancia y tener una mayor sensibilidad hacia los territorios, pero sin convertir al partido en «diecisiete PSC».

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