Julen ha tenido este año su regalo de Reyes. Como si estuviera vivo. Cada año, una pelota de futbol. José y Vicky nos enseñan su casa, convertida en un altar para Julen. Con muestras de afecto de toda España y del extranjero. Orgullosa, Vicky nos ... muestra imágenes del pequeño. Tiene el móvil lleno de Julen. El día antes del accidente, con su famoso triciclo. Riéndose, con su hermano. Viven este primer aniversario de su muerte con una tristeza aplastante. Y lo peor está por llegar. El juicio en diez días. José intenta no pensar. Pero piensa. En Totalán, en el pozo. Pero también buscan lo positivo: el cariño de la gente. Es lo único que los salva de la pesadilla de ver a Julen ya sólo en un teléfono.-Redacción-
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