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El sector 'rovirista', que lidera Xavier Godàs, ha mostrado músculo en la batalla interna por el poder en ERC. A poco más de un mes para la celebración del congreso de Esquerra, en el que la militancia votará una nueva dirección, la candidatura renovadora que ... se opone a Oriol Junqueras ha lanzado la lista, ante unos 800 simpatizantes en un acto en Barcelona. Junqueras reunió a unas 1.300 personas, días atrás. El expresidente del partido, que opta a la reelección, tiene en contra a buena parte de los miembros del Govern de Pere Aragonés, a la actual cúpula republicana y a la vieja guardia de la formación. Junqueras tiene a sus fieles escuderos, como Joan Tardà, Gabriel Rufián, Joan Ignasi Elena o Raül Romeva y cuenta de momento con un mayor apoyo de las bases. Pero en cambio buena parte de los dirigentes de peso le piden que se aparte para evitar una escisión, como advirtió Marta Rovira la semana pasada.
Los renovadores, conocidos también como 'roviristas' (aunque Marta Rovira cesará como secretaria general tras el congreso y no opta a la reelección) han querido escenificar que cuentan con el apoyo mayoritario de la dirigencia republicana. Xavier Godàs y Alba Camps, las caras que lideran Nova Esquerra Nacional, cuentan con el respaldo de Pere Aragonés, Laura Vilagrà, Meritxell Serret, Manel Balcells, Anna Simó y Tania Verge, del exGovern; Raquel Sans, Marta Rovira, Marta Vilalta, Marta Vilaret y Josep Maria Jové, de la actual cúpula, y líderes históricos como Joan Puigcercós, Carme Forcadell y Xavier Vendrell.
Junqueras parte como favorito. Pero el expresidente de la Generalitat, aún inhabilitado por la condena del 'procés', necesita ganar la votación en primera ronda (hace falta obtener más del 50% de los sufragios), porque si hay segunda vuelta, las candidaturas podrían sumar esfuerzos y aliarse.
Son cuatro listas las que se juegan la presidencia. La de Junqueras, la de los 'roviristas' y dos candidaturas más minoritarias, que pueden ser decisivas. Las dos minoritarias (la de Alfred Bosch y la más rupturista de Xavier Martínez Gil) se opusieron a investir a Illa y abogan por romper con los socialistas. De ahí, el guiño que les ha lanzado este sábado Godàs, en el acto de Barcelona. Ha tratado de marcar distancias con la decisión de la militancia de ERC de investir a Illa y ha advertido de que si conviene, ERC «hará caer gobiernos».
Las candidaturas son aún provisionales y tienen hasta el 15 de noviembre para presentar un mínimo de 400 firmas de militantes en forma de avales. ERC tiene un total de 8.000 afiliados.
La pelea entre junqueristas y roviristas está siendo descarnada. Una guerra personal que nada tiene que ver con lo ideológico, como la que libraron Carod y Puigcercós, en la que unos acusan al expresidente del partido de haber sido un cobarde y de haberse escondido en los momentos clave, como el día de la declaración de independencia, mientras que el vicepresidente de la Generalitat carga contra quienes a su juicio han dirigido el partido a través de una estructura paralela, de espaldas a la militancia y de los propios órganos de la formación, y han practicado campañas de guerra sucia.
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