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Díaz y Sánchez, en los actos de este sábado en Gijón y Cártama, respectivamente.
Díaz y Sánchez asumen que el único debate de las primarias apenas moverá votos

Díaz y Sánchez asumen que el único debate de las primarias apenas moverá votos

Sólo Patxi López confía en que sirva para combatir la losa del voto útil que amenaza su candidatura

Paula De las Heras

Lunes, 15 de mayo 2017, 00:34

«A estas alturas quedan pocos indecisos». Lo dice uno de los representantes de la candidatura de Susana Díaz, pero lo comparten en las filas de Pedro Sánchez. Los dos principales aspirantes a la Secretaría General del PSOE tienen poca fe en que el debate que se celebra hoy a las 12:00 horas en la sede federal del partido de la madrileña calle Ferraz sirva para mover votos. La recogida de avales demostró que más de un 70% de los militantes ya han hecho su apuesta. Es un porcentaje superior al de participación efectiva en las primarias de 2014 y deja escaso margen, según los interesados, para grandes cambios el próximo domingo.

Un cruce de opiniones «entre compañeros» que puede degenerar en bronca familiar

  • R. G. Susana Díaz dice que será un debate «entre compañeros de militancia» en el PSOE, pero tiene muchas papeletas para degenerar en bronca visto el áspero clima que reina en la campaña de las primarias. La presidenta de la Junta de Andalucía trató de rebajar los augurios de que el debate de hoy será a cara de perro. «Tendrá el tono de los que formamos parte de una misma familia», dijo ayer en Toledo, donde participó en un acto con sus simpatizantes. Díaz descartó que vaya a ser un cruce de opiniones «similar a los electorales», en los que se miden sin contemplaciones los candidatos de distintos partidos.

  • Pedro Sánchez guardó ayer silencio y no tuvo actos de campaña porque dedicó el día a preparar el debate, pero hace unos días señaló que confiaba en que fuera un duelo dialéctico «de guante blanco». Por su parte, dijo, así será.

  • Patxi López se desplazó a la localidad madrileña de Alcalá de Henares, y aunque no se refirió al debate de forma expresa, de sus palabras se puede inferir que no espera un plácido intercambio de posturas. El exlehendakari señaló que los socialistas está ahora «más divididos» que antes de empezar la campaña de las primarias.

  • Esa división, vaticinan en las tres candidaturas, aflorará hoy. Sobre todo en el cara a cara entre Díaz y Sánchez porque sus diferencias han sobrepasado el terreno de lo político para invadir el personal. «Se tienen auténtica tirria», decía hace unos días un miembro del equipo de López. Lo igualado de la contienda y las viejas rencillas hacen improbable que su duelo sea pacífico.

  • Nadie duda en el partido de que el ex secretario general echará en cara a la presidenta andaluza que fuera la mano en la sombra que movió los hilos hasta lograr su dimisión en el borrascoso comité federal del PSOE del 1 de octubre o que promoviera la abstención para facilitar la investidura de Rajoy.

  • Para Díaz, el pasado es pasado y lo que importa, suele decir, es el futuro. Con esa mirada hacia delante hablará del «acomplejamiento» de Sánchez con Podemos y sus veleidades territoriales con «la nación de naciones» que, según el ex secretario general, es España.

No es que ni uno ni otra crean que las cosas quedarán exactamente como están. El ex secretario general está convencido de que su segunda posición en avales augura que será primero en voto porque el de las urnas es un procedimiento secreto, difícil de controlar por los aparatos. Su rival aspira a aumentar, o al menos asegurar, la distancia lograda arañando votos en las grandes federaciones. Cree que es posible en Andalucía, donde según afines, se dejaron de presentar firmas de apoyo, en la Comunidad Valenciana, en Extremadura, en Castilla-La Mancha y en Madrid.

En Cataluña, donde Sánchez ganó por goleada y multiplicó por seis los avales de la presidenta andaluza, su candidatura más bien trabaja para que éste no le saque aún más ventaja. Los de Díaz están convencidos de que, pese a haber proclamado su neutralidad, el primer secretario del partido, Miquel Iceta, ayuda al dirigente madrileño y aunque ella cuenta con parte de la vieja guardia y con los sectores menos porosos al discurso nacionalista, lo tiene difícil en esta tierra. Un buen conocedor del partido catalán, cercano a la presidenta andaluza, vaticina que el exsecretario general rondará los 6.500 o 7.000 votos por 1.500 de la dirigente territorial y en torno a 800 de Patxi López.

Sumar algunos votos más, por tanto, es posible. Pero en los equipos de las dos candidaturas favoritas no creen que se vaya a lograr con el debate de hoy. Ni siquiera con los actos en los que se dejan la piel cada día. Eso es sólo seguir pedaleando para subir la cuesta con plato pequeño y piñón grande; el avance es mínimo pero se mantiene la bicicleta en equilibrio. «Lo que queda implica remangarse, hablar con la gente de tú a tú dicen. Quien está sobre el terreno sabe dónde están las bolsas de gente que aún no lo tiene claro o que puede cambiar de idea».

El gran caladero de votos para esa estrategia del boca oreja está en los afines al exlehendakari. La presión sobre ellos es enorme y lo prueba el hecho de que algunos de sus principales apoyos, como la presidenta balear, Francina Armengol, llegara a plantear a López que diera un paso atrás y promoviera la libertad de voto. Él nunca ha negado que, a partir del día que se presentaron los avales, en su entorno ha habido muestras de flaqueza. Pero ya ha dejado claro que no se retirará en ningún caso y su papeleta estará en la urna.

La opción sensata

El dirigente vasco es el único de los tres candidatos que espera con verdaderas ganas el debate. Cree que puede ayudarle a superar esa sensación de que la suya es una opción inane en un momento en el que el partido se ha dividido en dos bandos aparentemente irreconciliables y en el que muchos se sienten abocados a optar por lo que considerar simplemente el mal menor para salir del empate técnico. Su discurso permanece prácticamente inalterable: se presenta como la opción sensata para evitar el «choque de trenes» y preservar la unidad del partido. «Hoy estamos más dividos que antes», se lamentó en un acto con sus seguidores en Alcalá de Henares.

López, de hecho, se ha pasado toda la campaña reclamando más foros en los que los tres aspirantes pudieran confrontar sus ideas y propuestas. Eso le habría permitido ganar visibilidad. Pero los pataleos de sus representantes en las negociaciones con la gestora y las otras candidaturas fueron en balde. Ahora cuando se les recuerda que José Antonio Pérez Tapias fue el vencedor del debate de 2014 frente a Sánchez y Eduardo Madina, pero aquello le sirvió de poco, los suyos replican: «No de tan poco, casi dobló en votos sus avales». De 9.912 firmas de apoyo «algunas prestadas», apuntan el outsider de Izquierda Socialista pasó a 17.506 papeletas en la urna dos semanas después.

Tres bloques de temas y un minuto de oro

Los tres candidatos llegarán a la sede federal del PSOE a partir de las 11:15 horas, una hora antes de que comience el debate que será moderado por la periodista Carmen del Riego. Abrirá las intervenciones Susana Díaz y lo cerrará Pedro Sánchez. Patxi López ocupará el atril central. Habrá tres bloques político, económico-social y modelo de partido en los que cada candidato tendrá nueve minutos para exponer sus ideas. Los tres contarán con un minuto de oro final. La sala Ramón Rubial acogerá el debate, que a diferencia de 2014 no contará con presencia de militantes.

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