antonio papell
Jueves, 20 de octubre 2016, 18:19
Los partidos modernos tienen una triple y compleja dependencia. Sus cúpulas, que forman oligarquías abiertas, desmpeñan un papel vital de liderazgo, iniciativa e impulso. Su composición debe estar en manos de los militantes, que son como los accionistas de la empresa política. Y determinadas decisiones, como las principales candidaturas o ciertos aspectos programáticos clave habrían de someterse al criterio de todo el electorado. Las primarias cerradas, solo apra afiliados con carné, y las primarias avbiertas, para que se manifiesten también los simpatizantes, habrían de combinarse para dar lugar a una organización en buena sintonía con el cuerpo social.
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