Las elecciones del pasado fin de semana en Cataluña plantean un escenario político que era relativamente previsible: la primera fuerza más votada, con mucha diferencia, Junts pel Sí, quiere seguir adelante con el "proceso", y la segunda, Ciudadanos que multiplica por tres su apoyos, se opone radicalmente a este movimiento. Pero, de cara a futuro, probablemente el dato crucial es que la suma de votos que han recibido las dos formaciones que quieren continuar con el proceso, Junts pel Sí y la CUP anticapitalista, representan el 48% de los votos emitidos.
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¿Cuáles son las implicaciones económicas de estas elecciones, que han atraído tanto interés tanto en Cataluña, en España y en algunos países extranjeros como Alemania, Reino Unido y los EE.UU.?
La primera clave, el efecto económico más directo y de primer orden, es en cierto modo tranquilizador. Antes de celebrarse las elecciones, la cuestión que generaba más tensión en los mercados y los círculos económicos era la eventual toma de decisiones unilaterales en Cataluña. Los partidarios de la independencia introdujeron esa posibilidad en su discurso, conocida como declaración unilateral de independencia (DUI), para dar consistencia a su oferta a los electores. El discurso independentista sostenía que, si había un mandato democrático claro y el bloqueo del Estado no dejaba otro remedio para avanzar en el proceso, se tomarían las decisiones unilaterales necesarias para alcanzar la independencia.
Pero anunciar esta posibilidad generó mucha tensión e incertidumbre porque "unilateral" quiere decir "ilegal" e imprevisible, que es lo último que quieren oír la mayoría de empresas e inversores.
Los resultados del pasado domingo no sirven para tomar decisiones unilaterales. Dicho de otro modo, lo más probable es que Junts pel Sí siga acatando la legalidad y no incumpla ni una sola ley. Tanto en Barcelona como en Madrid saben que el primero que cometa un error de bulto y se salte las reglas del juego estará en una posición de debilidad y tendrá que dar muchas explicaciones.
El segundo efecto, mucho más difícil de determinar, proviene de los pactos tácitos que se alcancen entre Madrid y Barcelona para gobernar el día. Y ahí las variables claves son el resultado de las elecciones generales en diciembre y la composición de la lista de Junts pel Si, donde ERC y los independientes son mayoría frente a CDC.
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