El Congreso opta por no sancionar, por ahora, a Sabino Cuadra

El Congreso ha optado finalmente por no sancionar, al menos por ahora, a Sabino Cuadra. La Mesa que rige la Cámara Baja exige al diputado de Amaiur, que el pasado 16 de septiembre rompió la Constitución desde la tribuna, "retirar la ofensa proferida" o, en caso contrario, advierte de que se estudiaría "la adopción de las más severas medidas disciplinarias previstas por el Reglamento".

La falta de consenso entre los grupos parlamentarios ha facilitado que todo quede en una reprimenda. Mientras PP, PSOE y UPyD demandaron proceder contra Cuadra, la mayor parte de formaciones que integran el grupo Mixto dirigieron un escrito al órgano de gobierno del Congreso solicitando actuar en sentido contrario.

Finalmente, la Mesa se ha posicionado en un punto intermedio. De ahí que, en el acuerdo cerrado esta mañana, manifieste "su total rechazo a la conducta" del diputado, exprese su apoyo a la llamada al orden que el presidente de la cámara, Jesús Posada, realizó al termino del pleno en el que se debatía la reforma del Tribunal Constitucional, y autoriza a Posada para mediar y llevar a cabo "las gestiones oportunas" para que Cuadra termine retirando el agravio. El presidente ya ha citado al afectado el próximo jueves.

El representante de Amaiur, lejos de arrepentirse, en las últimas semanas ha sostenido que en aquella sesión arrancó las hojas de la Carta Magna referentes a la unidad de España como señal de protesta por un texto que no reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos. Hoy mismo, su compañero de filas y portavoz de la formación, Xabier Mikel Errekondo, insistía en que Cuadra simplemente quiso "acompañar" su mensaje con un gesto "habitual en otros parlamentos". A su juicio, ha prevalecido la "sensatez" frente a los "intereses electorales" de los partidos mayoritarios.

Prevención

En el texto aprobado hoy, la Mesa se muestra dispuesta a promover "cualquier actuación para impedir que hechos similares puedan volver a repetirse". El objetivo ahora es encontrar la fórmula para que la libertad de expresión no acoja conductas "que pudieran resultar ofensivas al decoro de la cámara o las instituciones del Estado". Por eso, se insta a los grupos parlamentarios a estudiar medidas que pudieran aprobarse por consenso incluso en este tramo de final de legislatura.