Imagen del lugar de los hechos, con el cuerpo en la calle de la víctima mortal.

Golpea a su mujer y luego se arroja desde un quinto piso

El hombre, de 74 años, falleció en el acto mientras que su pareja, de 67, permanece ingresada a la espera de ser operada de varias fracturas

noelia jiménez

Lunes, 10 de agosto 2015, 10:08

Un hombre de 74 años ha fallecido esta madrugada tras arrojarse al vacío desde el balcón de su vivienda, en el número 30 de la avenida de Cádiz. El suceso ocurrió después de que diversas llamadas de vecinos alertaran a la Policía Nacional de los gritos y peticiones de auxilio que procedían de la casa de F. S. P., que vivía desde hacía décadas en el quinto B de este edificio de la urbanización de las Palomas, en el granadino barrio del Zaidín.

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Al parecer, según los testimonios de los vecinos y las informaciones de la propia Policía Nacional, primero el hombre habría agredido a su mujer -C. M. R., de 67 años- y posteriormente se habría lanzado por la terraza de su domicilio, lo que provocó su fallecimiento en el acto. Entre tanto, ella fue trasladada semiconsciente al hospital de Traumatología para ser atendida de heridas en la cabeza y fracturas en el brazo.

Según explicaron fuentes de la Policía Nacional, la agresión se produjo en el dormitorio de la pareja, donde al parecer el hombre golpeó en repetidas ocasiones a su mujer -presumiblemente con la barra de una cortina- cuando esta ya estaba acostada en la cama. «Se está investigando que ha motivado todo eso», explicaron a este medio desde el cuerpo policial, que permanece a la espera de poder tomar declaración hoy a la herida, a través del Servicio de Atención a la Familia (SAF). La mujer permanece ingresada en el centro hospitalario para ser intervenida de las diversas fracturas que le provocaron los golpes de su marido.

Los hechos, que ocurrieron sobre la 1.30 de la madrugada, sorprendieron -y mucho- a los vecinos de este pareja, que, según todos los testimonios, «jamas había protagonizado ningún problema ni ningún episodio violento». Por eso las pocas personas que ayer querían explicar algo de lo ocurrido no podían esconder su consternación e incluso emoción ante esta tragedia familiar, «inesperada para todos», coincidieron en valorar los que les conocían.

«No nos lo podemos creer. Es increíble. De violencia de género, nada. Ellos eran una pareja modélica. No daban problemas y parecían completamente normales», comentaron algunos de los vecinos reunidos ante el edificio donde pocas horas antes se registró el suceso.

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Llamadas de los vecinos

Aunque las primeras informaciones hicieron pensar en un nuevo caso de violencia machista, los que conocían a este matrimonio lo niegan rotundamente y descartan por completo esa posibilidad. «No había denuncias previas», confirmaron por su parte desde la Policía Nacional, que acudió tras varias llamadas que alertaban del «ruido» procedente del domicilio de la pareja.

Fue entonces cuando los agentes de la Policía Nacional intervinieron. «Al principio pensábamos que era en otro sitio, porque además los que viven más cerca de la casa de ellos están de vacaciones», explicaron algunos residentes en el edificio, que aún ayer por la tarde miraban incrédulos el balcón desde donde se arrojó el fallecido. Algunos testigos apuntan a una posible «crisis» del hombre que, «al ver lo que le había hecho a su mujer y, tras sentirse acorralado cuando escuchó la llegada de la policía, se arrojó al vacío», opinaron respecto a lo ocurrido.

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La Policía Nacional mantiene abierta la investigación para determinar las causas que provocaron este trágico suceso. Pero, entre tanto se aclara lo sucedido, las muchas personas que conocían en el barrio a la pareja se refieren al posible «estado depresivo» del hombre como la causa probable que desencadenara los hechos. «Parecía que ya estaban algo mejor, pero desde que hace doce años perdieron a su hijo en un accidente de moto no volvieron a ser los mismos», aseguraron algunos de sus vecinos. «Sólo hacía un mes que se habían quitado medio luto. Siempre iban juntos del brazo, siempre educados, aunque muy reservados», comentaron otros, que añadieron que algunos días se le podía ver a él en una plaza cercana, eso sí, «casi siempre algo triste y desanimado».

El matrimonio vivía solo y tenía una única hija, que reside habitualmente en Tenerife junto a su hijo y su marido. «Precisamente hace poco estuvo en Granada visitando unos días a sus padres», según algunos testimonios recogidos por este periódico

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Además de la lógica consternación entre las personas que conocían al matrimonio, el suceso también sacudió a otros familiares de la pareja que vivían fuera de Granada, concretamente en Córdoba, y que contactaron rápidamente con Policía Nacional y Policía Local en cuanto supieron del fatal desenlace.

«Una pareja ejemplar»

«Una pareja ejemplar». Fue lo que más se repitió ayer entre los comentarios de los vecinos que conocían tanto al fallecido como a su esposa. Junto al cariño de sus vecinos, el otro aspecto en el que todos los comentarios coincidieron es que la pareja, y sobre todo él, «parecía que no acababa de superar el fallecimiento de su hijo, hace ya más de una década». «Creo que estuvieron en tratamiento psicológico, pero era lógico después de lo que les sucedió», indicaron otras fuentes consultadas, que aun así insistieron en que «él parecía estar bien».

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Lo que es evidente tanto por las palabras de los cercanos al matrimonio como por los hechos sucedidos es que nadie sabe todavía lo que pudo desencadenar que F. S. actuara como lo hizo. «Era una familia muy reservada; era educada y correcta. Buena gente, pero nunca expresó sus emociones», argumentaron algunos de los que aún no entienden que pudo pasar por la cabeza del fallecido para obrar de ese modo.

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