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Llegada de algunos de los catorce subsaharianos.
Sigue sin esclarecerse por dónde entraron los inmigrantes a Melilla el pasado 9 de enero

Sigue sin esclarecerse por dónde entraron los inmigrantes a Melilla el pasado 9 de enero

Catorce subsaharianos aparecieron corriendo y gritando por el centro de la ciudad sin que fuera detectada ninguna entrada por el perímetro fronterizo

JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA

Martes, 13 de enero 2015, 13:06

La primera entrada de inmigrantes a Melilla en este nuevo año 2015 está rodeada de incertidumbre y polémica. Incluso los guardias civiles destacados en la ciudad autónoma se preguntan cómo 14 inmigrantes subsaharianos aparecieron, el pasado día 9 de enero, corriendo y gritando por el centro de la ciudad sin que fuera detectada ninguna entrada por el perímetro fronterizo, ni saltaran las alarmas, ni se viera nada por los monitores en el centro de control de cámaras.

En un primer momento todo el mundo creyó que se trataba de una patera, así lo reflejó en las redes sociales la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Melilla, y de esta versión se hicieron eco la mayor parte de los medios de comunicación.

La zona en la que aparecieron, el número reducido, la inexistencia de heridas o cortes y la falta de medios para superar el vallado, tales como zapatos con tornillos o garfios metálicos, parecía corroborar esta hipótesis. Aunque lo cierto es que tampoco se detectó la llegada de ninguna embarcación sospechosa a las costas melillenses ni se ha encontrado tampoco una patera o bote tras la arribada del grupo.

Tres horas después de los hechos, la Delegación del Gobierno en Melilla aseguraba en una nota de prensa que los inmigrantes habrían entrado en Melilla "a través de la valla, por la zona norte" de la ciudad, sin especificar lugar ni hora concretos. Y entonces todos los medios rectificaron y dieron por buena esta versión.

Pero, la AUGC, principal sindicato de guardias en Melilla, no tiene nada claro que la entrada se produjera por el vallado y no sólo rebate la versión oficial sino que pide al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que explique en qué se basa para dar estas informaciones y que dé todos los detalles de los hechos.

Posible desembarco o coche-patera

Al no haber evidencias de la llegada de los 14 subsaharianos ni a través del vallado ni en una embarcación, la AUGC sospecha de que podrían haber sido introducidos en Melilla por el método del 'desembarco'.

El método consiste en que una embarcación pesquera marroquí se acerca a los escarpados acantilados de la costa norte melillense y deja de forma rápida y sigilosa a un pequeño grupo de inmigrantes y se vuelve a separar de la costa y sigue faenando como si no pasara nada. Esta técnica no es habitual y hace años que no se practica, pero en el pasado se ha dado en alguna ocasión tanto con inmigrantes subsaharianos como con magrebíes.

También cabe la posibilidad, según señalan algunos expertos, de que un furgón o un camión hubieran entrado a Melilla por uno de los pasos fronterizos con los inmigrantes escondidos en dobles fondos y que en un momento determinado hubieran sido soltados en suelo español.

Demasiadas coincidencias

Para la Asociación Unificada de Guardias Civiles resulta muy "extraño" que durante varios días se diera una gran presión migratoria sobre el vallado fronterizo con acercamientos de grupos de entre 200 y 500 inmigrantes y que todos fueran abortados de forma rápida y eficaz por las Fuerzas Auxiliares marroquíes. Y, sin embargo, que a plena luz del día un grupo de 14 subsaharianos logre burlar los controles de ambos países sin ser vistos, siquiera por las cámaras, por una de las zonas más escarpadas, con mayor número de obstáculos y más alejada de los campamentos de inmigrantes del monte Gurugú.

Para asociaciones y ciudadanos resulta sospechoso que, después de 10 días sin entradas, aparecieran 14 inmigrantes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) a la carrera y a las 12.00 horas, minutos antes de que varios eurodiputados de la Izquierda Plural visitaran las instalaciones de dicho centro. En ese momento, la entrada al CETI se encontraba copada de periodistas y representantes de organizaciones sociales y defensoras de los derechos de los inmigrantes, que esperaban la llegada de los parlamentarios europeos.

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