La Policía encontró multitud de objetos de las niñas en los pisos del pederasta de Ciudad Lineal

Antonio Ángel Ortiz sigue manteniendo su inocencia casi tres meses después de su detención, pero las pruebas en su contra se acumulan. Según desvela el sumario sobre el pederasta de Ciudad Lineal, cuyo secreto acaba de levantarse, el presunto violador de menores guardaba prendas y objetos de sus víctimas, que fueron encontrados en uno de los dos pisos donde solía abusar de las pequeñas, en la calle Montearagón de Madrid.

Las actas policiales en poder de este periódico revelan que los agentes encontraron, además de multitud de posibles vestigios orgánicos (cabellos) de las niñas, algunos de sus efectos, entre ellos unas bragas blancas con florecitas rosas (que por su tamaño pudieran pertenecer a menores de edad y por tanto a alguna de las víctimas), las cuales se encontraron dentro de una bolsa de supermercado y que fueron localizadas junto a la ropa que el detenido tenía en el salón.

En ese mismo piso, apuntan los informes, apareció un joyero con pequeños pendientes de niña, pegatinas infantiles o medallitas de menores. Ortiz también guardó otros efectos que portaban en ese momento sus víctimas como una bola de goma rosa.

Además, en la casa aparecieron algunos de los objetos infantiles descritos por las víctimas, como la toalla de pájaros que usó en alguno de los secuestros o una manta de bordes rosas supuestamente utilizada en otro de los raptos y que estaba llena de cabellos, al parecer de las niñas.

Importante también fue el hallazgo en ese mismo domicilio madrileño de un rollo de cocina de la misma marca de los restos que fueron encontrados en una de las niñas.

Además, en la casa de Santander donde el presunto pederasta fue arrestado una chaqueta con sangre, quizás perteneciente a sus víctimas.