Omoda 5. A. C.
SUR al Volante

Siete años de garantía y más de 180 caballos: así es el Omoda 5

Probamos el primer modelo que la marca asiática trae al mercado europeo

Antonio Contreras

Málaga

Miércoles, 27 de marzo 2024, 11:29

Hace apenas unas semanas que el gigante asiático Chery aterrizó en España con el Omoda 5. De hecho, España es el país elegido por la firma para desembarcar en el continente europeo, pues desde la marca afirman que es uno de los países europeos con menor cantidad de prejuicios hacia los productos chinos. Cosa que, viendo el excelente arraigo de la renacida MG, no es de extrañar.

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El Omoda 5 es el clarísimo ejemplo de que las nuevas marcas asiáticas que no paran de llegar a nuestro mercado han venido para ponerlo patas arriba y cambiar las reglas del juego. Pocos productos europeos, por no decir ninguno, existen actualmente en el mercado capaces de ofrecer lo mismo por un precio similar. El Omoda 5 es un producto al que, calidad precio, poco más se le puede pedir. Los precios los dejamos para el final, porque si estás interesado en uno de estos tal vez te interese saber todos los detalles antes de tomar una decisión.

Un C-SUV de presencia lujosa para el ojo inexperto

Omoda 5. A. C.

No lo decimos nosotros, lo dicen prácticamente el grueso de personas que lo ven circular sin saber nada sobre el coche. Frases como «menudo cochazo» o «¿Qué pastizal vale eso?» se repiten mucho más a menudo de lo que uno se imaginaría en un principio. Parte de la culpa de estas percepciones se debe, en gran medida, a la parrilla de tamaño XXL del Omoda 5, apodada Diamond Matrix por la propia firma, ya que según los responsables de la marca su superficie recuerda a la superficie de un diamante. No seré yo quien lo afirme ni quien diga lo contrario, pero lo cierto es que presencia tiene. Y mucha.

El uso de grandes volúmenes de chapa juegan a ofrecer la imagen de un vehículo gordo, imponente al paso. Este juego de diseño le hace parecer un coche más caro de lo que realmente es.

En el interior, la utilización de unos asientos semibuckets o la pantalla de infoentretenimiento unida al cuadro de instrumentos digital por un marco de cristal sin bordes acentúan su presencia de 'coche caro'.

En la vista lateral las llantas, de aleación y dieciocho pulgadas en todas sus versiones, parecen algo pequeñas debido a las dimensiones del vehículo. Gana gran protagonismo el acabado final de la parte trasera, que sobresale a modo cola de pato del conjunto.

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Motor mucho más que suficiente para cualquier situación

Omoda 5. A. C.

Para mover al conjunto el Omoda 5 recurre a un motor gasolina de 1.6 litros de cilindrada, cuatro cilindros y sin ninguna clase de hibridación, por lo que debemos conformarnos con la etiqueta C.

En total el conjunto es capaz de desarrollar 186 caballos y 290 Nm, aunque se desconocen al régimen que entrega dicha potencia y par. Con todo, es capaz de acelerar de cero a cien en 7,8 segundos para un conjunto que para la báscula en 1.423 kilos.

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Es un motor suave, sin grandes estridencias y que mueve con mucha soltura al vehículo. Podemos realizar adelantamientos, incorporaciones a autovía o cargar el coche de tripulantes y equipaje que tendremos potencia suficiente para salir del apuro sin necesidad de dramatismos.

Viene asociado a un cambio automático de doble embrague y siete relaciones que, como buen doble embrague, es rápido en sus transiciones pero algo más tosco a la hora de realizar maniobras a bajas velocidades, como las de aparcamiento.

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Según ciclo WLTP los consumos giran en torno a los 7,5 litros cada cien kilómetros en uso mixto. Como es de esperar, la realidad es algo distinta, aunque no muy superior. Siempre y cuando seamos suaves con el acelerador, podemos conseguir unos consumos medios de 8,5 litros. Aunque si te cebas con el pie derecho, esta cifra puede subir a los diez litros.

Interior visual, equipado y muy bien construido

Omoda 5. A. C.

Tal y como ya hemos comentado, el interior utiliza elementos que acentúan su imagen de 'coche caro'. Dicho esto, lo cierto es que estamos ante un vehículo bien equipado. Contamos con regulación eléctrica para los asientos delanteros, asientos delanteros calefactados y ventilados, luces largas automáticas, sistema de sonido Sony de ocho altavoces con una buena calidad de audio, cámara 360º, pantalla de infoentretenimiento con conexión a Android Auto y Apple Carplay de manera inalámbrica, superficie de carga inalámbrica y un larguísimo etcétera.

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El Omoda 5 incluye un asistente de voz al que podemos pedirle distintas operaciones como, por ejemplo, que abra o cierre el techo panorámico.

La consola central es gruesa y se encuentra en una posición elevada, abrazando a los dos ocupantes delanteros y dejando un amplio espacio bajo la misma para dejar objetos. Lo que no me termina de convencer es la climatización. Aunque cuenta con sus propios mandos para operar el sistema, son táctiles y se encuentran en una posición algo farragosa. El problema es que para colocar estos mandos Omoda ha optado por crear un saliente justo debajo de la pantalla, que invita a apoyar la muñeca cuando estás operando el sistema de infoentretenimiento. Me ha pasado en multitud de ocasiones de ir a toquetear las distintas aplicaciones y que se acabe abriendo el sistema de climatización. Es un detalle menor de ergonomía.

Los asientos son cómodos, con un mullido más blando al que acostumbramos en las manufacturas europeas, aunque no ha de ser algo precisamente negativo.

Sin pretensiones deportivas y centrado en la comodidad

Omoda 5. A. C.

Una vez en marcha lo primero que destaca es la suavidad en prácticamente todo. La suspensión es muy blanda, al igual que la dirección, que puede operarse prácticamente con un dedo. Esto deja clara cuál es la filosofía que el fabricante Chery pretende implementar en este Omoda 5: un vehículo muy cómodo que utilizar como coche de diario para realizar los trayectos urbanos, pero también viajes de largo recorrido.

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Donde no destaca en absoluto es en una carretera revirada de curvas, pues su suspensión hace que el coche barquee mucho en los cambios de apoyo y tenga cierta sensación de flotabilidad. Lo mismo ocurre con la dirección, cuya desmultiplicación y dureza invitan a llevar una conducción sosegada y no deportiva.

Sin embargo, cuando nos movemos en los entornos para los que ha sido creado, nos encontramos con un coche suave y filtrado, que absorbe bien las irregularidades del asfalto u obstáculos como badenes.

En autovía el cambio de doble embrague y siete relaciones nos permite llevar velocidades de crucero de 120 kilómetros por hora con el coche a bajas revoluciones, pero con fuerza suficiente para afrontar subidas o adelantamientos, incluso con el coche cargado.

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¿Y cuánto costará todo esto al cliente particular? Pues aquí es, a mi parecer, donde el Omoda 5 tiene una enorme ventaja frente a muchos de sus rivales. En la versión base parte desde 27.900 euros al contado y 29.900 para la versión Luxury, la que hemos probado.

Si estás interesado en el coche te recomiendo que te acerques a un concesionario y pruebes uno para ver si casa con tu filosofía de conducción y sus particularidades se adaptan a tí, porque esta primera remesa cuenta con precios especiales: alrededor de 25.200 euros para la versión de acceso y de los 27.000 para la versión Luxury. Sin necesidad de financiar ni nada por el estilo.

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