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Porsche 911 Carrera F. P.
Del vértigo de los acantilados de Ajo al arenal infinito de Somo

Del vértigo de los acantilados de Ajo al arenal infinito de Somo

José Ramón Alonso Trigueros

Lunes, 14 de abril 2025

Posiblemente el faro del cabo de Ajo pueda ser el más original de los que vigilan las costas cántabras. No por su forma, que es la de un faro tradicional, sino por su decoración. Fue pintado por el cántabro Okuda San Miguel en agosto de 2018. Destaca por su colorido, el artista utilizó 100 tonos distintos, y el diseño permanecerá hasta 2028, fecha tras la cual volverá a ser blanco.

Desde el impresionante acantilado que preside el faro se puede divisar, en los días claros, Santander. Partimos desde allí dispuestos a recorrer la costa por carreteras locales y comarcales para dirigirnos hasta Somo. Lo que por el CA 141 supondría un cuarto de hora de trayecto, por el recorrido elegido se convierte en cerca de 45 minutos. Un tiempo extra que se agradece por las vistas, sobre todo si vas con ganas de dejarte empapar de las tonalidades de verde propias de Cantabria.

A bordo del Porsche 911 Carrera Cabrio, con la capota plegada y el cielo como techo, ponemos a prueba esta máquina de precisión alemana. Lo hacemos en un trazado de curvas reviradas, con una anchura de calzada de tres metros por los que encontrarse con un coche de frente supone un ejercicio de contorsionismo para conseguir pasar.

Arrancamos en el faro del Cabo de Ajo, el motor de combustión de 6 cilindros en disposición bóxer, con una potencia máxima de 394 CV y un par máximo de 450 Nm, produce un bramido que hace volverse a todo el mundo para ver de dónde parte el rugido. El primer punto del recorrido es la playa de Cuberris, una distancia de menos de cuatro kilómetros en los que empezamos a intuir lo que nos espera más adelante. Los asientos del Porsche Carrera se sitúan al conductor y al acompañante en una posición muy baja, en la que se siente perfectamente la rugosidad del asfalto. Una superficie irregular que la suspensión tipo McPherson en la parte delantera y paralelogramo deformable en la parte trasera absorbe a la perfección.

Porsche 911 Carrera F. P.

El trayecto hacia el santuario de San Pedro de Sopoyo discurre rodeado de prados con suaves curvas, que permiten poner a prueba el empuje trasero del Porsche 911 Carrera. Tras superar el santuario ascendemos hacia una colina atravesando un bosque que parece salido de la mente de un dibujante de cuentos. El sol primaveral hace que el hecho de ir descapotados resulte agradable.

La transmisión automática de velocidades salta de forma precisa y entrega en cada momento la potencia necesaria en función de la presión que le imprimamos al acelerador. En el paso de curva, que durante el trayecto es una constante, muestra que el coche ha nacido para pegarse al suelo. La salida y los apoyos son perfectos, transmite seguridad al conductor porque sabe que el vehículo va a responder ante cualquier necesidad de potencia extra.

Porsche 911 Carrera F. P.

Ficha técnica

Motor: gasolina de 394 CV

Medidas (largo / ancho / alto, en metros): 4.542 / 1.852 / 1.301

Maletero: 135 litros

Consumo: desde 10,3 l/100 km

Velocidad máxima: 291 km/h

Aceleración: 4,3 segundos de 0 a 100 km/h

Precio: desde 149.302 €

Tras bailar en las curvas con la divertida tracción trasera, retomamos la CA-141 hasta Galizano y de ahí llegamos hasta Loredo, donde es parada obligatoria el Santuario de Nuestra Señora de Latas. Fue levantado en el siglo XIII, sobre los restos de un antiguo monasterio del VIII, aunque, posteriormente, durante los siglos XVII y XVIII, se reformó. La aparición de la Virgen data del siglo XIII a una pastora del lugar.

Los frenos de disco ventilados en las cuatro ruedas, con diámetros de 350 mm nos permiten retener perfectamente el vehículo al entrar en una curva, como comprobamos mientras nos encaminamos hacia la que posiblemente es una de las rotondas más bonitas de España, la situada sobre la playa de Los Tranquilos. Desde ese lugar se tiene una vista impresionante de la bahía de Santander, con la isla de Mouro y la península de la Magdalena a la derecha y en frente la inmensa lengua de arena de 4 kilómetros que se prolonga hasta la plata de El Puntal.

Tras disfrutar de las vistas volvemos sobre nuestros pasos para girar a la derecha hacia Somo, un pueblo volcado en el surf, donde las escuelas y tiendas vinculadas a este deporte están a la orden del día. Nos sentamos en la terraza del Surf Café Somo, en el mismo borde de la playa, a disfrutar de un aperitivo muy cántabro, las rabas. Atrás han quedado las sensaciones de seguridad y precisión que ha transmitido el Porsche 911 Carrera.

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