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S.M.
Martes, 23 de mayo 2023, 00:02
Se acerca el verano y, con ello, los períodos vacacionales, épocas donde se producen multitud de desplazamientos. Aunque también donde se pueden producir un mayor número de accidentes en carretera, sobre todo, si la meteorología tampoco nos acompaña, ya que la lluvia, las tormentas y el viento hacen más difícil la conducción. Por lo tanto, las probabilidades de tener un percance también aumentan, aunque se trate simplemente de un 'arañazo' o una colisión leve. Por eso, conviene saber cómo actuar y lo que hay que hacer para rellenar el parte del seguro. Ante esto, todo conductor debe de estar preparado para saber actuar ante un posible accidente o una avería que obligue a parar en carretera.
Estos detalles son más desconocidos si hablamos de vehículos eléctricos, que poco a poco se están abriendo hueco en el mercado, y con los que hay que proceder de una forma particular. De hecho, hay que conocer a la perfección los posibles riesgos a los que se expone el personal de emergencias, ya que son vehículos y componentes diferentes. Chispazos, incendios, explosiones... ¿Cómo de peligroso puede ser un accidente en un coche eléctrico?
En primer lugar, puntualizar que el motor eléctrico de un eléctrico es alimentado por corriente alterna denominada Alta Tensión (AT), pudiendo alcanzar, según marcas y modelos, los 1000 voltios. Por eso, «existe riesgo a la hora de manipular algún componente AT (batería, cables, enchufe y zona motor) por electrocución. También las baterías poseen en su interior un electrolito muy corrosivo. En caso de daño o rotura no deben manipularse», explica Richard Giménez, miembro de Bombero Consorcio de Alicante. «Hay que tener cuidado también con la batería si se ve afectada por incendio, fuerte impacto o sobre carga, ya que podría originar un proceso de autoinflamación», añade.
«¡Ojo! Siempre que se produzca un fuerte impacto en un vehículo eléctrico se debe sospechar que la batería AT puede autoinflamarse. Este proceso puede producirse varias horas después y una vez iniciado puede durar 24 horas o más. Sin embargo, en caso de estar sumergido total o parcialmente en un medio acuático no supone mayor riesgo de descarga eléctrica. En caso de producirse un fallo eléctrico o cortocircuito los sistemas de seguridad automáticos desconectan la AT. Tampoco tocar la carrocería del vehículo no representa ningún peligro por lo que en caso necesario podría rescatarse a sus ocupantes», explica, a la vez que puntualiza que «fuera del medio acuático sí existe riesgo de electrocución. Tras la extracción y vaciado del vehículo, el Servicio de Bomberos debe revisar los posibles daños y desconectar la AT».
Por su parte, el director gerente de AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico), Arturo Pérez de Lucia, detalla que «a toda tecnología nueva le siguen mitos y leyendas basadas en el desconocimiento y la infoxicación». «El vehículo eléctrico no tiene peligro de descargas . Yo he cargado mil veces en días de lluvia en puntos de carga públicos y no pasa nada. Todos los vehículos e infraestructuras de recarga están sujetas a normas IP (grados de protección para seguridad industrial en base a normativas internacionales para la protección contra contactos y cuerpos extraños y de protección contra el agua)».
Desde la AEDIVE nos ofrecen todas las respuestas. «En realidad todos los vehículos, incluidos los eléctricos, cuentan con una Hoja de Rescate para los servicios de emergencia , que, en el caso de los eléctricos, informan dónde se desconecta la batería, dónde puede haber equipos de alta tensión, cómo atacar el vehículo teniendo en cuenta la disposición de la batería, además de otros elementos», asegura Arturo Pérez de Lucia.
La hoja de rescate es una ficha que incorpora toda la información técnica necesaria para poder abrir un vehículo de manera rápida y segura. Tiene un formato estándar, válido para toda Europa. ¿Por qué es útil? Porque si está accesible dentro del vehículo, cualquier cuerpo de rescate la podrá tener de inmediato cuando llegue al accidente, la entenderá y la usará para que el proceso de liberación del accidentado sea lo más rápido y seguro posible.
De hecho, ante este tipo de accidentes, las marcas «han ido hablando con los bomberos y están en contacto para cuando hay modificaciones de cada vehículo». Es más, en la página oficial del RACC están disponibles las Hojas de rescate de todos y cada uno de los modelos del mercado para garantizar un rescate seguro y rápido en caso de accidente.
Asimismo, cuando un eléctrico recibe un golpe, «la batería se desconecta automáticamente a la vez que saltan los airbags y/o pretensores del cinturón. Incluso si el vehículo vuelca, se desconecta la batería», añade Pérez de Lucia. Y también hay desconexiones de emergencia disponibles para desactivar de forma segura la electricidad del vehículo si es necesario proceder a la extracción de los pasajeros. En algunos modelos, además, existen unas trampillas que en caso de incendio se funden dejando paso al agua de extinción, (es el caso del modelo ZOE de Renault, ubicada bajo la banqueta del asiento trasero).
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