Secciones
Servicios
Destacamos
Santiago de Garnica Cortezo
Lunes, 19 de diciembre 2022, 11:31
El 6 de julio de 1966, se celebra en Londres el XXV Congreso de la FIFA. En esta cita se eligen las que serán las dos sedes del mundial siguientes al de Inglaterra, que arrancaba pocos días después. La República Federal de Alemania (RFA) es ... elegida para 1974. Es una decisión histórica pues tras la II Guerra Mundial el país está dividido en dos, la RFA y la República Democrática o Alemania Oriental bajo un régimen comunista. Por cierto, que, otro dato para la historia, las dos Alemanias participarán en sus respectivas selecciones en esta cita que se desarrolla del 13 de junio al 7 de julio de 1974
Las dieciséis selecciones participantes en esta X Copa del Mundo de Futbol, han de trasladarse desde sus lugares de concentración a los campos en que disputan los partidos y, como no podía ser de otra forma, lo hacen en autocare. Mercedes-Benz es la proveedora de las dieciséis unidades, cada una pintada con el nombre y los colores de su país y, en lo alto del techo, las banderas de las respectivas selecciones.
El modelo elegido era el 0 302, ya un veterano nacido en el año 1965: su sucesor, el 0 303, se presentó en ese año de 1974. En cualquier caso y a pesar de esta veteranía, era un autocar de alta gama en términos de velocidad, comodidad de suspensión y facilidad de uso. Disponía, por primera vez y como equipo especial, de aire acondicionado: los de la Copa del Mundo de 1974 contaban con los de la marca «Thermo King», ubicado en la parte trasera del techo.
La suspensión neumática, inicialmente un equipamiento especial, se instaló de serie a partir de 1971. El autocar estaba disponible con una opción de cuatro motores diésel de seis cilindros y potencias que iban desde 126 CV a 240 CV.
Tras el Mundial, estos autocares fueron reutilizados, y, poco a poco, con el paso de los años se fue perdiendo su pista.
Pero en Daimler han querido recuperar el O 302 utilizado por el equipo de Alemania Occidental, que ganó la Copa Mundial de Fútbol de 1974.Y han hecho una réplica del mismo a partir de otra unidad, y que es expuesto en el museo de la marca. Destaca su llamativo diseño con el logotipo «WM 74» (World Cup 74), la inscripción «BR Deutschland» (FR Alemania) y los colores nacionales aplicados de negro, rojo y dorado. El logotipo de la Copa del 74 en el exterior del autobús representa de forma estilizada a una pelota de fútbol rodando. Las mascotas del Mundial 74 nos saludan desde atrás: «Tip and Tap», dos niños risueños con las mejillas rojas, en el uniforme blanco y negro de la DFB. Fueron creados por el ilustrador de Saarbrücken, Horst Schäfer. Estaban disponibles como peluches y llaveros, así como en corbatas, pijamas para niños, o jarras de cerveza, entre otras cosas.
Sí, entrar en este autobús es un viaje en el tiempo, pero no solo a la cita deportiva sino también a la vida, a la sociedad, a la mentalidad de aquellos años setenta del pasado siglo.
La tela de la cubierta del asiento rojo anaranjado brilla intensamente, y hay una funda de reposacabezas en cada sillón: cada jugador tenía su propio asiento asignado. El equipamiento individual también incluye ceniceros en cada asiento, un baño a bordo e incluso un grifo para cerveza fresca... Sí, los tiempos eran diferentes: cerveza sin alcohol no se generalizaría hasta mucho más tarde, y fumar todavía era socialmente aceptable, incluso para los atletas de élite.
Y el asiento del conductor, bien suspendido, desde donde agarraría el gran volante negro y llevaría orgulloso a su equipo, rodeado de las miradas de los hinchas. ¿En el asiento de al lado? Probablemente el seleccionador nacional Helmut Schön, quizás también el segundo entrenador Jupp Derwall o el capitán, el famoso Franz Beckenbauer. La canción de la Copa del Mundo «Fußball ist unser Leben» («el futbol es nuestra vida») ciertamente se reprodujo con bastante frecuencia en el radiocasete estéreo Blaupunkt. Los jugadores de la selección absoluta de la DFB (Asociación Alemana de Fútbol) la cantaron en persona en el estudio de grabación antes del torneo. Ahora suena tan pronto como los visitantes del museo suben al autobús.
Durante tres semanas y media, los futbolistas viajaron a los estadios de los partidos de toda Alemania Occidental en «su» O 302. En la final del 7 de julio de 1974 en Múnich, el equipo alemán se enfrentó a la «Naranja Mecánica», la famosa selección holandesa dirigida por Rinus Michels, y con figuras como Johan Cruiff, Johan Neeskens…
Con un resultado de 2 a 1 terminó el partido y el equipo alemán, tras recibir la ansiada copa, se subió a aquel autocar matrícula «F-WM-134». Se supone que mucha cerveza de celebración fluyó del grifo del autobús en el camino de regreso al hotel…
En el año 2011 una foto surgió en las redes sociales: era en Irán y allí aparecía el autobús de la selección alemana. Un largo y curioso viaje y, quizás, otra historia para contar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.