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Noelia Soage
Domingo, 30 de abril 2023, 04:52
A lo largo de su historia, Citroën ha roto paradigmas y ha abierto el camino a nuevas formas de entender el automóvil. El objetivo ha sido siempre, y sigue siendo en la actualidad, facilitar la vida a las personas, ofreciéndoles soluciones útiles de movilidad adaptadas ... a sus necesidades. Bajo esta premisa y la frase «Nada nos mueve como un Citroën», cientos de modelos históricos se mantienen como el primer día en el Conservatorio Citroën.
Situado en Aulnay-Sous-Bois, a las afueras de París, en este espacio se pueden encontrar todos los vehículos de la marca que han marcado época: el Tracción Delantera, el Méhari, el 2 CV y el GS, entre muchos otros. Y es que el Conservatorio Citroën es un auténtico museo de la historia del Doble Chevrón: alberga más de 400 piezas -la mayor colección internacional de Citroën en todo el mundo-, de las cuales, 250 están expuestas en su Pabellón Principal.
Entre las joyas que se pueden contemplar en el Conservatorio están los Citroën del periodo de Entreguerras, testigos del nacimiento de la marca y de los elementos que han construido su leyenda. Algunos ejemplos son el Tipo A, primer modelo fabricado en serie en Europa; el B10, pionero en el uso de chasis de acero; el C4, el C6 o también el Rosalie, vencedor de varios récords mundiales de resistencia. Sin olvidar el Citroën Traction Avant, el automóvil que popularizó la tracción delantera.
También hay espacio para lo Citroën de los años 40, 50, 60, 70, 80… que siguen muy presentes en la memoria colectiva por su diseño inconfundible o sus innovaciones técnicas, como el Citroën 2 CV, el futurista Citroën DS, el innovador Citroën GS o las versiones más deportivas del Citroën SM.
Por otro lado, Citroën tampoco olvida en este periplo por su historia los vehículos comerciales, uno de los pilares de la marca hoy y a lo largo de las últimas décadas. Entre las piezas únicas que se pueden hallar en el Conservatorio destaca el último ejemplar fabricado del Tipo H, el célebre furgón construido en chapa con nervaduras, que se ha convertido en un icono del fenómeno de los 'Food Truck' (gastronetas). Su diseño único, su versatilidad y sus capacidades de transformación lo hicieron omnipresente en las carreteras y las calles de toda Europa durante sus más de 35 años de vida comercial. Ahora, estos son sus puntos fuertes para ser el abanderado de la revolución de los restaurantes sobre ruedas. Se dejó de fabricar en 1981, cerrando la producción de este modelo, que se inició en 1947.
Asimismo, la aventura y el deporte constituyen un elemento esencial de la identidad de Citroën. En el Conservatorio es posible recordar el 2 CV Cross o el ZX del rally e-raid París-Moscú-Pekín 1992. Incluso llegar más lejos y subir a uno de los C4 Autocadenas protagonistas de históricas aventuras como fueron los famosos Cruceros Negro y Amarillo de Citroën. Con el primero de ellos, del 28 de octubre de 1924 al 26 de junio de 1925, Citroën recorre de norte a sur todo el continente africano. Cinco años después, comenzó el Crucero Amarillo, con el que el fabricante francés afrontó la travesía del continente asiático, desde Beirut hasta Pekín.
Por último, el Conservatorio Citroën posee también vehículos insólitos, ya sea por su historia o por sus detalles específicos. Está el Tipo J, con el que el constructor francés ha dejado su huella en las ruedas de chevrones de los tractores; o un llamativo helicóptero biplaza, desarrollado por la marca en los años 70 como alternativa a los atascos.
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