

Secciones
Servicios
Destacamos
Canal Motor
Lunes, 27 de marzo 2023
La primavera es conocida por sus temperaturas suaves, que incitan a que se prescinda del aire acondicionado y se decida bajar las ventanillas del coche para respirar aire puro. Sin embargo, esta situación puede traer consigo la presencia de un 'compañero de viaje' no deseado, como una avispa, moscardón, o cualquier otro insecto. Y no solo hay factores naturales que inciden el tráfico en carretera, también es una época en la que aumentan los desplazamientos, sobre todo para escapadas de fin de semana; y donde se celebran muchos eventos. Con todos estos elementos en la coctelera, desde Carglass nos ofrecen una serie de consejos para hacer más segura la conducción en esta época del año.
En primer lugar, en primavera podemos vivir las cuatro estaciones en un mismo día, con cielos encapotados, mucho sol e incluso granizadas. Llevar unas buenas gafas de sol en el coche y saber usar los parasoles nos ayudará a tener una mejor visión y la vista más descansada. Nunca hay que usar el líquido y los limpiaparabrisas con el sol de cara, porque durante un largo instante no veremos casi nada. Este efecto se acentúa, en gravedad y tiempo, con unas escobillas desgastadas.
Es una de las épocas del año con más precipitaciones y es reducción de la visibilidad, y no la menor adherencia del asfalto, la principal culpable de la siniestralidad en lluvia. Incluso con los limpiaparabrisas en funcionamiento, la falta de uniformidad de la capa de agua sobre el cristal explica la mayor parte de la reducción de la visibilidad. Este efecto se multiplica si llevamos unas escobillas en mal estado, si el parabrisas sufre desperfectos (impactos, grietas, arañazos…), o si se ha manchado con el barro y grasa que suele haber en la carretera.
Las plantas también comienzan a crecer y pueden dificultar ver a través de zonas (interiores de curvas, medianas, cruces, rotondas…) en las que, en invierno y sin hojas, hay una perfecta visibilidad. Hay que estar atentos a estos cambios en nuestros recorridos diarios, en los que nos puede aparecer un coche, moto, ciclista o peatón «de la nada», porque estaba oculto tras la vegetación. Por otro lado, los frutos y las resinas pegajosas de algunos árboles pueden caer sobre el parabrisas cuando estamos estacionados, y son difíciles de limpiar.
Asimismo, en primavera aumentan exponencialmente los niveles de polen en el aire. Los alérgicos saben bien cómo les puede afectar a la visión (lagrimeo) y en los estornudos : hacerlo durante cinco segundos seguidos a 90 kilómetros por hora implica dejar de prestar atención a la carretera durante más de 125 metros. Hay que revisar el filtro antipolen de nuestro coche y estar atento a la medicación contra las alergias, porque puede producir somnolencia. Además, también se puede crear una capa de polen sobre el parabrisas que hay que limpiar bien.
Incluso la vida animal también se activa en esta época del año, por lo que aumenta el número de animales que cruzan las carreteras. Si nos topamos con uno, es mejor atropellarlo antes que realizar una maniobra peligrosa que pueda provocar un vuelco o una salida de carretera. Solo si el animal es muy grande (una vaca, caballo o ciervo), puede merecer la pena intentar una maniobra evasiva para evitar un impacto peligroso. Y con los pájaros sucede lo mismo. Si se van a chocar contra el parabrisas hay que mantener la cabeza fría y no mover el volante: el cristal aguantará el impacto y solo nos llevaremos un susto. Otro efecto secundario de las aves se produce cuando aparcamos debajo de un árbol, en forma de excrementos que son difíciles de limpiar (incluso con los limpias y el líquido) y dificultan la visión.
Al igual que insectos. Aunque cada vez hay menos, en primavera aumenta el número de insectos que acaban estampados contra el parabrisas. Hay que usar los limpiaparabrisas con regularidad para no comprometer la visibilidad, y evitar que los restos de los insectos se sequen y dañen las escobillas. Y si esto no es suficiente, hay que parar en una estación de servicio para limpiar el parabrisas a fondo.
Por último, al igual que puede estar una semana lloviendo, en primavera también se pueden suceder muchos días secos. Y con ellos, aparece el polvo en suspensión. Este polvo se adhiere a los cristales y reduce la visión. Es importante elegir bien cuándo usar los limpiaparabrisas para limpiarlo, porque el barro que se forma en el parabrisas y los reflejos de la luz nos dejarán a ciegas unos segundos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El PRC elegirá en primarias al sucesor de Miguel Ángel Revilla el 4 de mayo
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.