El precio de la gasolina da un respiro y cae tras dos semanas de subida en Málaga

Los conductores notarán estos días como llenar el depósito de su vehículo no es tan caro como hace unas semanas, después de que el precio de los carburantes haya comenzado a bajar después de dos semanas de ascensos. Tanto la gasolina como el diésel han bajado de precio los últimos días hasta registrar los mejores datos en más de mes y medio. El precio medio este martes en Málaga de la gasolina 95 es de 1,734 €/l; de la gasolina 98 es de 1,890 €/l y, por último, del diésel, es de 1,803 €/l.

Unos precios que siguen la tendencia de la caída registrada a principios de semana que refleja el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) dados a conocer el pasado jueves. Estos precios sin tener en cuenta la bonificación de 20 céntimos que el Gobierno aplica desde el 1 de abril y que, en principio, estarán en vigor hasta el 31 de diciembre.

De cómo termine los precios de los carburantes el mes de diciembre dependerá que el Ejecutivo decida extender esta medida de forma generalizada o solo para determinados profesionales (transportistas entre ellos) y colectivos vulnerables.

Además, los precios de los carburantes siguen por encima de los niveles registrados hace un año. El 24 de noviembre de 2021 la gasolina costaba 1,52 euros el litro, mientras que el diésel estaba de media a 1,38 euros. A pesar de estos niveles de precio, ambos carburantes se mantienen lejos de los máximos que tocaron este verano, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo, los 2,1 euros por litro.

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ha reclamado esta semana al Gobierno «certidumbre y diálogo» para consensuar qué sucederá a partir del próximo 1 de enero con la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante vigente hasta el 31 de diciembre, para evitar «el absoluto caos» del pasado mes de abril.

En un comunicado, la patronal de los gasolineros, que aseguró que a día de hoy la Administración no se ha puesto en contacto con ella para explicar qué sucederá con la bonificación, pide al Ejecutivo «un diálogo abierto y transparente», con el objetivo de poder preparar los sistemas informáticos de las estaciones de servicio para el nuevo escenario que se tenga con el inicio del año.

En este sentido, CEEES recordó que el modo en el que la Administración decidió comunicar e implantar la bonificación el pasado 1 de abril «generó un absoluto caos en la mayoría de las estaciones de servicio españolas», que tuvieron apenas 40 horas para implementar los cambios necesarios en sus sistemas informáticos, «perfectamente capaces de hacer descuentos comerciales pero que no estaban preparados para hacer bonificaciones».

A este respecto, estimó que esas adaptaciones y la extrema urgencia con la que hubo que desarrollarlas supusieron un coste sobrevenido para las empresas del sector de más de 3.000 euros por estación de servicio.

Asimismo, CEEES indicó que desde hace más de un año viene defendiendo que la rebaja impositiva sería «la mejor opción», tal y como se ha aplicado a otras energías, como la electricidad y el gas.

Por otra parte, el presidente de la patronal, Jorge de Benito, señaló que, con el actual sistema por el que la subvención es adelantada por las estaciones de servicio, los empresarios del sector vienen «actuando como banqueros de la Administración casi ocho meses».

Por ello, advirtió de que, si a partir de enero el Gobierno quiere limitar la bonificación a los ciudadanos con menores niveles de ingresos, ya debería haber explicado al sector «de qué manera tiene pensado hacerlo», ya que es «materialmente imposible que además de ser sus banqueros, la Administración nos pida que hagamos de inspectores de Hacienda, por muy colaboradores suyos que seamos», dijo.

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