Antonio Contreras
Málaga
Miércoles, 27 de diciembre 2023, 00:11
Las preferencias de consumo y movilidad están cambiando. La infraestructura del transporte público, sin bien aún tiene un enorme margen de mejora, es cada vez ... más completa y variada, permitiendo distintas opciones de movilidad tanto para trayectos cortos como de larga duración. Esta situación, sumada a que los precios del vehículo nuevo y de segunda mano están completamente desatados comparados con los salarios españoles, hace que la adquisición de un coche sea un atractivo cada vez menos goloso para multitud de personas. Pero ¿y qué pasa si realmente vamos a necesitar uno, pero no estamos dispuestos a adquirirlo? Pues que no te has de preocupar.
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Actualmente el mercado ofrece multitud de opciones fuera de la adquisición para suplir las necesidades de todas aquellas personas que, o por necesidades o por preferencias, quieran tener vehículo sin tener que acarrear con todos los inconvenientes de tener que ser su propietario. Porque ya no es únicamente cuestión de economía, sino también de comodidades. Olvidarse de pagar el seguro, de pasar la ITV o de las reparaciones del vehículo suena realmente embaucador. En SUR, conscientes de este enorme atractivo, hemos decidido preparar una lista para que conozcas de primera mano todas las opciones disponibles y puedas elegir la que mejor se adapte a tus preferencias.
El líder de las modalidades fuera de la adquisición por antonomasia. Tanto es así que para 2019, según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), más de un veinte por ciento del mercado de automóviles en España respondía a esta modalidad.
El anglicismo renting responde, en realidad, al alquiler a largo plazo de un vehículo. Esta variedad recoge contratos que oscilan entre los 36 y los 60 meses de contrato, por norma general, aunque podemos ver contratos de esta modalidad con duraciones inferiores. Las ventajas principales del renting residen en olvidarnos de pagar entradas y cuotas finales. Se establece un precio fijo mensual que se pagará durante todos los meses que el contrato se encuentre en vigor. Esta tarifa establecida incluye seguro, impuestos, mantenimiento del vehículo, reparaciones e incluso neumáticos, por lo que, además, permite al cliente olvidarse de quebraderos de cabeza si al coche le ocurre algo o a la hora de buscar seguro.
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Las empresas pueden, además, desgravar el gasto del renting con las deducciones fiscales que esto conlleva.
Se trata de una modalidad muy extendida en la que multitud de empresas de ámbito nacional ofrecen el servicio. Pero también existen empresas locales, como Myca, una startup malagueña centrada en el renting de vehículos.
Muy similar al renting. La diferencia principal radica en que, una vez finalizada la duración del contrato, el leasing ofrece la posibilidad de adquirir el vehículo según su valor residual (años, kilómetros, estado general, etc), mientras que el renting obliga a devolver el vehículo a la empresa.
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Al igual que la modalidad anterior, la duración del contrato es de larga duración, con periodos comprendidos entre los 36 y los 60 meses como norma general.
En el caso del leasing los gastos del vehículo no siempre están asumidos por la empresa arrendadora, por lo que merece la pena revisar el contrato y ver cuáles son las condiciones del servicio y evitar futuras sorpresas.
El extremo opuesto del renting. Si las modalidades anteriores precisan de contratos de larga duración, el carsharing está destinado a personas que precisan de un vehículo en momentos muy puntuales, con contratos de alquiler que se estipulan en horas o incluso minutos.
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Se trata de una solución de movilidad, generalmente urbana, en la que el cliente solo deberá de pagar por la cantidad de tiempo que utiliza el vehículo.
Es un método que ha adquirido muchos adeptos en los cascos urbanos de grandes urbes. Las empresas cuentan con aplicaciones que muestran la ubicación de los distintos vehículos disponibles. El cliente simplemente deberá acercarse al vehículo que quiera alquilar y asegurarse de dejarlo bien aparcado una vez se baje de él.
Son, además, vehículos cien por cien eléctricos, que permiten moverse por las Zonas de Bajas Emisiones con total libertad.
Consiste en compartir nuestro automóvil con otras personas a la hora de realizar viajes puntuales e incluso trayectos periódicos. La aplicación de carpooling por excelencia es Blablacar, aunque existen otras aplicaciones y empresas que ofrecen este servicio.
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La lógica de este concepto es sencilla: voy a realizar un viaje y cuento con tres plazas del coche vacías, ¿por qué no utilizarlas y ahorrarme parte del gasto que supone este trayecto?
Bajo esta premisa se alquilan las plazas libres que tengamos en el vehículo. Si no nos importa viajar con desconocidos y establecemos ciertas normas de convivencia para la ruta, como no fumar o comer en el coche, lo cierto es que los pros son mayores a los contras.
Las ventajas principales radican en el ahorro al establecerse una tarifa específica para cada trayecto y el respeto medioambiental.
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