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Mazda CX-60. Antonio Contreras
SUR Motor

Mazda CX-60: porque hay vida fuera de Alemania

Probamos la versión diésel de seis cilindros en línea y 200 caballos

Sábado, 29 de marzo 2025, 00:15

Hace unos años que Mazda nos sorprendió con un coche que quitó el punto de mira y los focos del país germano. Ese coche era (y es) el Mazda CX-60, un pisotón con pie firme para demostrar que, si a los nipones les da la gana de hacer un vehículo aspiracional con todas las letras, lo hacen y punto. En SUR al Volante hemos tenido la oportunidad de probar (de nuevo) el buque insignia japonés de la mano de Koni Motor, en esta ocasión con la motorización diésel de acceso de 200 caballos y acabado Homura.

Estamos ante un vehículo completamente nuevo, creado sobre una nueva plataforma de manufactura completamente japonesa. Este D-SUV, que es además el primer modelo de Mazda que ofrece una variante híbrida enchufable, viene a luchar cara a cara contra rivales como el Audi Q5, el BMW X3, Mercedes GLC o el Volvo XC60, entre otros.

Otra manera de comprender el diseño Kodo

Mazda CX-60. Antonio Contreras

A la hora de dar forma a su D-SUV, los nipones han empleado el diseño 'Kodo' que también aplican al resto de sus vehículos, pero con una concepción ligeramente distinta. Aquí las líneas y formas del frontal se decantan por un diseño mucho más vertical y cuadrado en vez de las líneas afiladas que tanto caracterizan a Mazda. La finura da paso a la robustez sin necesidad de renuncia a la elegancia. Con este coche Mazda abre la veda a crear una nueva forma de concebir su propio lenguaje de diseño.

En el frontal, los faros delanteros abandonan la horizontalidad propia de sus modelos para colocar un haz de luz bajo el otro, aunque se conectan con la parrilla gracias a una tira LED que hace la función de intermitente y luz diurna al mismo tiempo. La delantera huye de incluir elementos superfluos que recarguen la carrocería sin aportar un valor funcional. Lo mismo ocurre con los laterales, donde las formas y volúmenes son suaves, con grandes superficies de chapa y ligeras líneas de tensión en la cadera superior y en la parte inferior de las puertas. Los pasos de rueda están pintados en el mismo color que la carrocería, dejando claro que las intenciones de este coche son puramente asfálticas.

La trasera cuenta con un diseño algo más 'europeo', pero mantiene su personalidad. Gana en horizontalidad, haciendo al vehículo lucir más ancho de los 1890 milímetros que anuncia. A excepción de dos marcos que hacen de falsas salidas de escape, la firma del ala sigue fiel a su diseño de evitar elementos superfluos que recarguen la carrocería sin necesidad alguna. El resto de medidas del coche lo convierten en un auténtico transatlántico de asfalto, con 4745 mm de largo, 1680 de alto y una batalla de 2870 milímetros.

Mecánica antisistema

Mazda CX-60. Antonio Contreras

Para mover al conjunto la unidad que nos ha cedido Koni Motor equipa uno de los últimos motores diseñados por Mazda completamente desde cero. Una joya que huye de las modas para apostar por algo que realmente funciona: un seis cilindros en línea de 3,3 litros de cilindrada. Diésel. Estamos ante un motor con bloque y culata de aluminio capaz de rendir 200 caballos a partir de 3.000 vueltas y 450 Newton Metro de par desde apenas 1.400 vueltas hasta las 3.000 revoluciones por minuto. Cuenta con un sistema microhíbrido de 44 vatios y un motorcito de 17 caballos que ayuda al vehículo en salidas y mejora el sistema de Start and Stop. Y lo más importante, viene con la etiqueta ECO. Envía toda la fuerza al eje trasero a través de una caja automática de ocho relaciones, de funcionamiento suave y agradable. Este mismo motor se ofrece también en una variante de 254 caballos y tracción a las cuatro ruedas. Además, Mazda ofrece otra versión híbrida enchufable gasolina de 327 caballos.

Lujo incluso en las versiones intermedias

Interior Mazda CX-60. Antonio Contreras

Un año atrás probamos este mismo coche con la mecánica de 254 caballos y acabado Takumi Plus, el más alto de la gama. En esta ocasión Koni Motor nos cede un CX-60 en acabado intermedio, denominado Homura. Esto nos sirve para dar fe de que, incluso en sus versiones medias, el buque insignia de Mazda es un vehículo completamente aspiracional que poco o nada tiene que envidiar a sus rivales a pesar de que su precio es inferior.

El nivel de equipamiento, como es lógico, es algo inferior al acabado Takumi, pero todo lo que no tiene son añadidos de lujo que son puro capricho, como los asientos con función de masaje. Este CX-60 ya viene con asientos con reglaje eléctrico, calefactados, ventilados y tapizados en cuero. A nivel tecnológico cuenta con todos los ADAS imaginables, un Head-Up display de buenas gráficas e información (como detección de ángulos muertos, indicaciones del gps o reconocimiento de señales). Además, Mazda se mantiene fiel a su esencia, sin renunciar a la ergonomía y manteniendo un diseño sobrio que no canse a la vista con el paso de los kilómetros. Contamos con mandos físicos para controlar la climatización, el sistema multimedia e incluso con una ruleta que nos permita operar la pantalla de infoentretenimiento sin necesidad de ir toqueteándola. Chapó por Mazda, de las pocas marcas que ha decidido no ahorrar costes en este aspecto.

El maletero es grande, sin ser el mejor del segmento, con 551 litros de capacidad si incluimos el sistema de sonido Bosé de doce altavoces como el que incluye nuestra unidad (sistema que recomiendo, pues ofrece muy buena calidad de sonido y no distorsiona ni a un volumen muy alto), y 570 litros con el sistema de sonido normal. La apertura del portón es eléctrica y manos libres. Una vez abierto nos encontramos un espacio con formas muy aprovechables, una toma de doce voltios y una banqueta trasera reclinable desde el propio maletero. Banqueta que, además, se puede abatir en tres partes y no en dos.

Puesta a punto a la americana

Mazda CX-60. Antonio Contreras

Una vez inicias la marcha te das cuenta desde el primer kilómetro que la filosofía de conducción de este coche difiere del resto de los modelos del catálogo del ala. Donde el resto de sus hermanos de marca apuestan por una suspensión más dura y una puesta a punto que busquen equilibrio entre confort y dinamismo tirando más a esto último, el CX-60 se vuelca en un confort que recuerda poderosamente a la puesta a punto de las grandes camionetas que pululan por Estados Unidos.

Estamos ante un coche que, en vez de intentar disimular sus medidas, quiere hacerte sentir que conduces un vehículo de grandes dimensiones en todo momento. Para ello ha recurrido a una suspensión blanda, que permita los movimientos de la carrocería y genere cierto balanceo en curvas, así como el levantamiento del morro en aceleraciones fuertes. Ojo, el vehículo cuenta con un chasis muy noble que le hace fluir bien por una carretera de curvas (incluso algo divertido, ya que le gusta descolgar la trasera), pero hasta en la conducción dinámica, Mazda quiere que sientas el peso (1891 kilos) y dimensiones del conjunto.

La posición de conducción se sitúa en un punto intermedio entre aquellos coches que te abrazan y aquellos que te colocan sobre el mismo, tirando más hacia este último concepto. Es una posición muy cómoda y relajada, pensada para hacer largas tiradas de kilómetros sin fatigar a sus ocupantes. El CX-60 es, sin ningún género de dudas, un animal de autovía. Es cómodo en el uso urbano y noble en puertos de montaña, pero donde realmente deja relucir todas sus virtudes es en carretera abierta.

El motor empuja con mucha contundencia desde muy abajo, pareciendo tener más potencia de la que anuncia. Incluso con el vehículo cargado, el coche cuenta con potencia suficiente para realizar adelantamientos, recuperaciones o incorporaciones a autovía con seguridad. Realiza el cero a cien en 8,4 segundos y es capaz de alcanzar una punta de 212 kilómetros por hora. Cifras más que suficientes para el grueso de los clientes.

Precios

Mazda CX-60. Antonio Contreras

A fecha de publicación de este reportaje, el Mazda CX-60 cuenta con un precio de tarifa inicial de 52.948 euros, aunque para hacernos con una unidad como la probada, según configurador, nos tendremos que ir algo por encima de los 60.000 euros. Es una cifra importante que no está pensada para el grueso de los bolsillos, pero si comparamos al Mazda con sus rivales germanos, nos encontraremos que la oferta nipona es, de media, entre doce y quince mil euros más barata que la de sus rivales. Estos son los precios oficiales de Mazda según configurador, aunque probablemente si te acercas a Koni Motor y pides presupuesto, consigas un precio algo inferior a los oficiales.

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