Antonio Martí: «Si los talleres no se forman en el vehículo eléctrico lo van a tener bastante crudo»

Además de ser el nuevo presidente de Fedama, Martí es miembro de la junta directiva de la Confederación de Empresarios de Málaga y tesorero de la Federación de Asociaciones Empresariales de Talleres, Automoción y Movilidad de Andalucía (Featam). Tanto bagaje hace de Martí un experto del sector, una voz y opinión a tener en cuenta cuando hablamos de los profundos cambios que vive actualmente el sector de la automoción.

– Más de treinta años formando parte de Fedama le habrán permitido conocer la federación en toda su plenitud. ¿Cuál cree que es la mayor debilidad de la federación actualmente?

– Al haber formado parte de prácticamente todos los departamentos lo conozco todo, así es. Tengo varias ideas para las mejoras internas, pero sobre todo externas. Me he dado cuenta de que no estamos muy presentes en los medios de comunicación, siendo una asociación que está presente desde 1977 y que desde 2015 cuenta con más de mil socios, lo que nos convierte en una asociación bastante potente. Pero nos falta proyección de publicidad. Una de mis primeras acciones ha sido contratar una empresa de comunicación que lleva también las comunicaciones de otras confederaciones muy potentes de ámbito nacional, como la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa).

– ¿Se nota el cambio?

– Sí. Desde el primer momento ha puesto todo del revés, por así decirlo. Ha recuperado el logo y los colores que teníamos al principio, ha modificado el tipo de letra que utilizamos en los correos y esa clase de detalles que, aunque parezca una tontería, consiguen mostrar una imagen al exterior mucho más homogénea.

Nosotros también tenemos presencia en multitud de redes sociales, pero no conseguíamos darles vida. Ahora que hemos contratado a personas especializadas se nota que es porque carecíamos de profesionales dedicados a ello. Tenemos que estar presentes y es lo que nos faltaba. Es algo que estoy intentando potenciar. Será a medio o largo plazo, pero ahí estamos en la lucha.

– En el documento de su nombramiento habla del estrechamiento de vínculos con otras entidades, pero no menciona ninguna.

– Por ejemplo, hace dos semanas fui a Madrid Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), con la que estamos asociados, para darme a conocer, dejarles ver el potencial que tiene Fedama y decirles que pueden contar con nosotros para lo que sea. Que nos sitúen en el mapa para los encuentros a nivel nacional y no solo en el ámbito provincial. Es otra de nuestras luchas.

– También menciona que seguirá apostando por la formación de las empresas.

– Sí, es una de las cosas que más quiero potenciar. O mejor dicho seguir potenciando, porque es algo que ya estamos haciendo desde el año 2022. Hacemos cursos de formación orientados al vehículo eléctrico, pero también a la mecánica más tradicional. Sobre todo nos estamos encaminando a que se formen en el tema eléctrico las personas de entre 30 y 40 años, que todavía les quedan muchos años en el sector. Damos cursos íntegramente subvencionados por Fedama para integrarlos en el vehículo eléctrico. Sabemos que los talleres grandes, pertenecientes a concesionarios tienen su plan de formación de la marca y están muy actualizados, pero la mayoría de nuestros socios son talleres pequeños, de dos a cinco trabajadores. Y esta clase de talleres, en la mayoría de los casos, no cuentan con un plan de formación anual.

– Es cierto que yo, por lo menos, no conozco ningún taller de barrio especializado en el vehículo eléctrico.

– Actualmente parece algo impensable, pero nosotros queremos darles, al menos, la oportunidad de que entren en el vagón, porque como no se metan los que tienen treinta o cuarenta años, que todavía les queda mucho para la jubilación, lo van a tener bastante crudo. El sector va a cambiar radicalmente, no de una manera muy rápida, pero muchos van a quedarse en el camino.

– ¿Diría que dentro de diez años veremos a muchos talleres echar el cierre?

– Dentro de diez años, como no se formen, que es una de nuestras prioridades, lo van a tener más difícil y probablemente alguno tendrá que cerrar.

– Es un problema.

– Lo es, pero todavía estamos a tiempo. Necesitamos que se motiven, que entren en estos tres cursos anuales de vehículo eléctrico que estamos ofreciendo. Cursos que además son muy prácticos, porque la teoría en esta profesión si no se lleva a la práctica no sirve de mucho.

– ¿Estos cursos que ofrecen son suficientes para ingresar a los mecánicos tradicionales en el vehículo eléctrico?

– Por lo menos para iniciarlos y despertarles el interés. Muchos se piensan que los eléctricos no van a llegar o que falta mucho para que lo haga. Pero es que están aquí ya. En Estepona por ejemplo ya se han implementado las zonas de bajas emisiones.

– Respecto al tema de las bajas emisiones hace poco tuve acceso al informe de matriculaciones en Málaga en lo que va de 2023 y los diésel y gasolina puros sin hibridación siguen suponiendo casi la mitad de las ventas.

– Claro, el parque móvil sigue sin estar preparado. Aunque se vendan coches eléctricos los porcentajes son muy bajos. El primero que desaparecerá será el diésel, pero sigue quedando una gama enorme de vehículos sin etiqueta 0 o etiqueta ECO que se siguen vendiendo.

También estamos dando por supuesto que los eléctricos son la solución, pero realmente no hay nada escrito. Quien sabe si dentro de unos años se impone el hidrógeno, por ejemplo. Aquí en España se está potenciando el hidrógeno, por ejemplo.

El que diga como será el futuro no puede saberlo. Imagina que ahora mismo todos tuviésemos vehículos eléctricos, ¿cómo se soportaría ese consumo?

– ¿Cree que el vehículo eléctrico está hecho para el bolsillo español?

Ahora mismo no. Incluso con las ayudas que se ofrecen siguen siendo caros. Se dice que cuando se vendan más bajarán de precio, pero bueno, habrá que verlo. Aún estamos en años de transición, pero treinta o treinta y cinco mil euros no los tiene todo el mundo.

Tenemos también el tema de los puntos de recarga, que es otro problema. No solo en Andalucía, sino a nivel nacional. El propietario de un coche eléctrico a veces tiene que hacer encaje de bolillos para poder llegar a su destino. Porque claro, si vas a hacer un Madrid-Barcelona probablemente no tengas problemas con los puntos de recarga, pero vete a una ciudad peor comunicada, a ver qué pasa.

– Entonces, ¿está de acuerdo con la fuerte apuesta que se está realizando por el vehículo eléctrico?

– Estoy de acuerdo, pero tienen que bajar los precios y mejorar la infraestructura de puntos de recarga. Tampoco tiene que ser el único modelo. Igual que hasta hace unos años convivían como iguales diésel y gasolina lo pueden hacer en el futuro eléctrico e hidrógeno, por ejemplo. Al final será la industria la que determinará hacia dónde vamos a ir.

– La venta de vehículos nuevos entre particulares es cada vez una porción del pastel más pequeña, ¿cree que acabará desapareciendo el vehículo particular?

– Están cambiando las formas de movilidad, eso es innegable. Aquí en Málaga lo estamos viviendo. El metro, por ejemplo, está solucionando muchos desplazamientos a lo que es la zona centro e incluso en los barrios. La movilidad en Málaga se está modernizando mucho. Lo podemos ver también en las líneas de autobuses, donde muchos son ya eléctricos. Es cierto que a nuestra ciudad le falta mucho comparada con ciudades como Madrid, pero está en el camino. Ahora bien, que no haga falta el coche para los trayectos urbanos no significa que tenga que desaparecer. Siguen quedando muchos campos para el vehículo particular, como los viajes. Yo sigo recomendando la venta de coches entre particulares.

– Volviendo a los talleres, ¿usted es más de taller de barrio o de servicio oficial?

– Yo creo en todos los tipos de talleres. De los 1.040 socios que tenemos, más de 800 son talleres pequeños. Yo los cuido a todos por igual. Lo hemos hecho así antes y lo seguiremos haciendo así en el futuro.

– Usted en su caso, ¿a qué clase de taller lleva su vehículo?

– En mi caso llevo el coche a un taller de barrio.

– Existen talleres que se encuentran dentro de la Zona de Bajas Emisiones, ¿cómo afectará esto a su clientela?

– Existe una resolución no obligatoria de la DGT que consiste en una plataforma denominada Libro Taller. Los talleres pueden dar de alta a cada vehículo que entra en esa zona que no sea para circular, sino simplemente para que el cliente pueda entrar e ir al taller a reparar su vehículo, independientemente de su etiqueta. El Ayuntamiento de Málaga está conectado con la DGT y sabe que ese vehículo ha entrado para ser reparado y no para, por ejemplo, buscar aparcamiento.

– Tengo entendido que una de las mayores luchas de la federación es contra los talleres ilegales.

– Así es. No es justo que los talleres intenten tener la normativa al día para que venga el listo de turno y se olvide de las normas. Los talleres pequeños hacen un esfuerzo muy grande por tenerlo todo en regla. Los planes de prevención, el reciclaje de residuos frente a las inspecciones del Seprona… y ahora el tipo que está al lado, que tiene la puerta medio cerrada, ni siquiera hace factura. Y algunas personas van por el ahorro hipotético que esto supone. El taller que tiene todo en regla nos llama indignado, y con razón. Nosotros aquí realizamos una investigación para intentar ver la actividad que se está desarrollando. Yo me he personificado en varios talleres. En ocasiones los hemos intentado meter por el buen camino, legalizado y asociado a nuestra federación, pero no siempre es así. En caso de que nos ignoren realizamos fotos, realizamos un informe con todas las deficiencias detectadas y denunciamos al Seprona. Bueno y esto sin hablar de los desguaces. En la misma puerta de los desguaces hay algún que otro listo que aprovecha para intentar instalarte la misma pieza que acabas de comprar. A estas personas es muy difícil darles caza, pero nosotros no vamos a dejar de denunciarlo.