Lexus entra en el mercado de los utilitarios con el LBX

En la vista exterior tan solo las medidas del vehículo podrían recordarnos vagamente a su hermano de Toyota, pues el uso de líneas y volúmenes le otorgan una personalidad única que le distinguen por completo de su compañero de plataforma. De hecho, las medidas del LBX también le distinguen del Yaris. El utilitario de Lexus es 10 milímetros más largo (4.190 mm), 60 milímetros más ancho (1.825 mm) y 50 milímetros más bajo (1.545 mm).

Lo cierto es que las líneas del LBX, sus volúmenes y medidas le otorgan unas proporciones muy equilibradas, luciendo bien desde todos los ángulos. La vista frontal y trasera, con sus pasos de rueda ensanchados, le dan una imagen musculosa y agresiva, mientras que la vista lateral, con su juego de proporciones, le otorgan una imagen de 'juguete' que invita a conducirlo.

La vista frontal está dominada por la calandra frontal, que corta en la parte superior sin dejar que ensanche como suele ocurrir en la mayoría de Lexus; y los faros, con una mirada afilada y unidos mediante una línea negra que separa la calandra del capó. En la vista posterior adquieren un gran protagonismo los pilotos traseros, completamente en LED (al igual que los delanteros), unidos por una franja de LED que recorre todo el maletero.

Las manetas, que a la vista parecen tradicionales, cuenta en realidad con una apertura eléctrica que escupe la puerta del marco al accionar la maneta.

En nuestro primer contacto con el Lexus los acabados interiores nos han parecido decentes y por encima de la media de lo que podemos encontrar en el segmento. Los materiales utilizados, la ergonomía y el equipamiento tecnológico lo dejan como uno de los mejores rivales del segmento. Además, no se recurre a integrar los mandos de la climatización en la pantalla de infoentretenimiento principal del salpicadero. El diseño de Lexus demuestra claramente que puede prescindir de incluir esta funcionalidad en la pantalla y conseguir que el salpicadero siga viéndose moderno.

La posición de conducción es buena, primando la comodidad frente a una posición de conducción deportiva. Los asientos de la unidad probada tienen regulación manual y están forrados en tela, aunque dependiendo del acabado seleccionado existen tapizados en cuero vegano Tahara, cuero Semianilina y cuero & Ultrasuede. La regulación también puede ser eléctrica dependiendo del nivel de acabado.

El volante tiene un grosor idóneo, ni muy ancho ni muy fino, con un aro completamente redondo y un cuero muy agradable al tacto. Cuenta con regulación en altura y profundidad.

En cuanto a los peros del habitáculo en su parte delantera encontramos que la posición de la pantalla principal del sistema de infoentretenimiento está en una posición muy baja y no admite conexión a Android Auto de manera inalámbrica, aunque sí admite Apple Carplay inalámbrico. Tampoco nos ha terminado de convencer el tamaño de la guantera ni la sensación de solidez del reposabrazos central a la hora de cambiar su posición, aunque esto probablemente no sea más que una percepción.

En las plazas traseras se rebaja, como viene siendo costumbre en esta gama de precios, la calidad y cuidado de los materiales, si bien los ajustes son intachables. La habitabilidad, teniendo en cuenta las proporciones del vehículo, son bastante aceptables, permitiendo que viajen cuatro adultos en el coche sin grandes complicaciones, siempre y cuando estos no sean especialmente altos claro.

El maletero es algo escueto, con una capacidad bastante por debajo de la media del segmento. Anuncia 332 litros. Para que nos hagamos una idea y sin necesidad de salir del grupo, el Yaris Cross, con el que comparte plataforma, anuncia 390 litros. Dicho esto, tiene unas formas cúbicas y muy aprovechables. No tenemos tiradores para abatir los asientos traseros en el maletero y, una vez abatidos, la superficie que nos queda no es plana. La apertura del portón es eléctrica o manual, dependiendo del nivel de acabado elegido.

Por el momento el Lexus LBX solo se ofrecerá con una motorización, un 1.5 híbrido de tres cilindros asociado a un motor eléctrico y una caja de cambios automática CVT. El conjunto es capaz de desarrollar una potencia máxima de 136 caballos que le permite acelerar de 0 a 100 en 9,2 segundos. También se ofrecerá una versión con tracción a las cuatro ruedas, en la que el motor eléctrico irá acoplado al eje trasero. Esta versión reduce ligeramente sus prestaciones, consiguiendo un 0 a 100 en 9,5 segundos. En ambos casos son cifras, a esperar de poder probarlo, que deberían ser más que suficientes para mover al conjunto en los entornos para los que está concebido el vehículo.

Los consumos combinados para el modelo de tracción delantera se quedan en una media de 4,5 litros según ciclo WLTP y 5,1 litros para la versión de tracción total.

El resultado es un vehículo que no solo no se ve ni se siente como un Yaris Cross con otra piel, si no que realmente estamos ante un coche con un salto de calidad excepcional en los materiales utilizados. Se ve, se siente, y es un coche de alta calidad para su segmento.

Se ofrecerá con cinco niveles de equipamiento, a los que la marca prefiere llamar 'estilo'. Los cinco estilos definidos son: LBX, Elegant, Relax, Emotion y Cool. Cada uno de ellos ofrecerá distintos equipamientos según las necesidades y preferencias del cliente.

El LBX ya puede comprarse en los concesionarios Lexus, aunque las primeras unidades no se entregarán hasta principios de abril de 2024, con precios que parten de los 34.600 euros bajo condiciones de financiación para los estilos de acceso a la gama.