La Harley tributo a Star Wars basada en el ejército imperial

A simple vista podría parecer que a la Harley-Davidson Softail Breakout mejor no tocarla, que los estadounidenses han creado una obra que es tan difícil de mejorar que, si la tocas, lo más probable es que acabes por empeorarla. Pero hay un grupo de expertos que se aventuran al reto y, contra todo pronóstico, mejoran el resultado inicial. Es el claro ejemplo de la Stormtrooper, la motocicleta tributo a Star Wars creada por Francisco Ali Manen en su taller de Vélez Málaga, Lord Drake Kustom. Una joya sobre ruedas inspirada en el ejército imperial de la mítica saga espacial.

El resultado es un profundo juego de diseño cargado de detalles y minimalista a la par, una moto custom de grandes dimensiones, musculosa y elegante. Apuesta todo al blanco satinado y detalles en negro para recrear ese parentesco con los soldados imperiales al tiempo que se carga de detalles conmemorativos de la saga, como los tapones (cabezas de un 'stormtrooper', nombre que reciben los soldados del ejército imperial en la saga), una nave 'Ala-X' (la famosa nave de Luke Skywalker) o la cabeza de Darth Vader formando el filtro del aire entre muchísimos otros detalles.

Para mover a esta obra de arte su corazón se mantiene inalterable. Recurre al bicilíndrico ,que ya monta la Softail Breakout, de 1.923 centímetros cúbicos de cilindrada y cuatro válvulas por cilindro refrigerado por aire y aceite. Esta bestia Euro5 desarrollar 102 caballos a cinco mil vueltas y un par máximo de 168 Newton metro a 3.500 revoluciones por minuto. El rugido que profiere este motor es simplemente brutal, llevado aún más al extremo en la Stormtrooper de Lord Drake Kustom gracias a un escape de nueva hornada y un filtro del aire específico para esta Stormptrooper

La modificación realizada por el taller va más allá de lo estético. Según Ali Manen, su ergonomía ha sido mejorada y la posición de conducción rebajada, haciendo de este tributo a Star Wars una máquina perfecta para el ruteo y el disfrute en carretera. Para esta creación, Manen y su equipo han dedicado más de trescientas horas de trabajo meticuloso. La cantidad de tiempo invertida queda patente en cada ángulo, donde se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Se desconoce el precio de la unidad, encargo personal de un cliente particular. Aunque teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que lleva encima y del precio que ya de por sí tiene la Harley Davidson Softail Breakout imaginamos que no será barata. La exclusividad se paga y, viendo el resultado final, de seguro habrá merecido la pena.

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