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Antonio Contreras
Málaga
Martes, 9 de enero 2024, 23:52
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son cada vez más extensas. Lo que empezó afectando a los principales núcleos del país se ha ido extendiendo a poblaciones con un menor número de habitantes, afectando prácticamente a todas las provincias de la península. A lo largo ... de 2024 y 2025 las medidas no se volverán más laxas, sino todo lo contrario. La agenda 2030 va en serio, y las ZBE, encrudeciendo las ZBE existentes y dando lugar a nuevas zonas. Estas medidas, algo difusas con el tema de las etiquetas, traen locos a un buen puñado de conductores que aún no se aclaran (y con razón) sobre cuántas etiquetas existen y cuál corresponde a cada motorización. O lo que es lo mismo, que etiqueta puede llevar su coche actual o futuro. Desde SUR hemos realizado una recopilación que explique las distintas etiquetas y las motorizaciones que corresponden a cada una de ellas, con el fin de ayudar a todos aquellos conductores a encontrar el vehículo que mejor se adapte a sus necesidades. Y, sobre todo, evitar una posible multa. Porque sí, ese trayecto diario que hacías de casa al trabajo con tu coche del noventa y nueve ahora podría ser ilegal.
Los nuevos parias de la carretera. Auténticos marginados. Si llevas uno de estos, probablemente seas mala persona (nótese la ironía), porque ¿cómo se te ocurre mantener el mismo coche durante tantísimos años en vez de ir renovándolo cada ciertos años? Eso de no tirar las cosas cuando aún funcionan es de ser, como mínimo, perverso y maligno. Que los desguaces también han de comer, hombre.
Aquellos vehículos matriculados antes del año 2000 en el caso de las motorizaciones gasolina y 2006 en el caso del diésel, no tienen derecho a pegatina medioambiental, por lo que tendrán vetada la entrada en las ZBE (a excepción de aquellos que estén empadronados en el municipio por el que circulan… por ahora). ¡Pero ojo, que hay truco para los más oxidados! Si tu coche tiene treinta años o más estás de enhorabuena, porque podrás matricularlo como histórico y convertirlo en el estandarte de las bajas emisiones, un auténtico portavoz del medioambiente que podrá entrar en cualquier ZBE.
Etiqueta VIP entre los gasolinas, señoras y señores. Solo podrás hacerte con una de estas si tienes una unidad matriculada entre 2001 y 2005.
Entre los diésel la etiqueta pierde su rareza y se vuelve mucho más común, pues le pertenece a todos los coches diésel matriculados entre enero de 2006 y agosto de 2015.
Lo máximo a lo que puede aspirar un motor gasolina o diésel sin ninguna clase de hibridación. Aquellos gasolinas que se adaptan a la normativa Euro 4 o superior pueden optar a tener esta etiqueta. O lo que es lo mismo, turismos fabricados a partir de enero de 2006.
En el caso de los motores diésel la norma se vuelve bastante más restrictiva para poder optar a una etiqueta verde o C, pues será necesario que los motores cumplan las normativas de emisiones Euro 6 o superior. Es decir, fabricados a partir de septiembre de 2015. ¡Ojo! No confundir matriculación con fabricación. Aquí un servidor ha tenido un diésel de última hornada Euro5. El vehículo fue matriculado pasado septiembre de 2015, pero su fecha de fabricación es anterior a este mes, por lo que no podía acceder a la etiqueta C.
Aquí la cosa se complica un poco con el tema de las motorizaciones, pues entran en juego nuevas configuraciones alejadas de las mecánicas convencionales. Así pues, todos los vehículos gasolina que cumplan la normativa Euro4 o superior con alguna clase de hibridación podrán lucir, como mínimo, esta etiqueta en sus parabrisas. Lo mismo ocurre con los motores diésel Euro6 o superior y alguna clase de hibridación.
· Micro hibridados: cuenta con un sistema de 48 voltios que se encarga de ayudar al motor de combustión en momentos puntuales, como en los arranques y salidas. Algunos fabricantes dejan en manos de este sistema eléctrico otras funciones del coche, como la calefacción o el aire acondicionado.
Es la solución más controvertida de todas las existentes. Gracias a esta solución, podemos ver grandes motores V8 con consumos superiores a los veinte litros a los cien portando su flamante etiqueta ECO en la luneta delantera.
· Híbridos convencionales: estos coches utilizan un generador para cargar una pequeña batería que permite mover al vehículo en modo cien por cien eléctrico durante unos pocos kilómetros en conducción urbana. No pueden enchufarse, sino que utiliza las frenadas y el propio motor de combustión para recargar la batería.
· Híbridos enchufables con una autonomía eléctrica inferior a 40 kilómetros según ciclo WLTP: esta tipología de vehículos cuenta con una autonomía superior y un motor eléctrico más potente que le permite alcanzar velocidades suficientes como para entrar en autovía. Al igual que los híbridos convencionales, utiliza la frenada y el propio motor de combustión para recargar la batería. Pero a diferencia de estos, también pueden enchufarse para recargar la autonomía eléctrica y realizar pequeños trayectos diarios en modo cien por cien eléctrico sin necesidad de utilizar el motor de combustión en ningún momento.
· Vehículos propulsados por gas natural (GNL) o gas licuado del petróleo (GLP): las bajas emisiones de esta clase de combustibles permiten a lo coches con esta tecnología implementada presumir de etiqueta ECO.
Pata negra. La cinco jotas de las etiquetas, la más ansiada. Ya pueden subir las restricciones, que si a tu coche le pertenece esta etiqueta podrá circular sin problema. Son pocas las motorizaciones que pueden presumirla (y generalmente no son baratas):
· Vehículo cien por cien eléctrico: poca explicación es necesaria. Utilizan una batería de gran tamaño asociada a un motor eléctrico para mover al conjunto. Para «repostar» es necesario enchufarlos, aunque recuperan algo de energía durante la marcha mediante las frenadas y los distintos niveles de retención del motor.
· Híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a los cuarenta kilómetros según ciclo WLTP.
· Vehículo eléctrico de autonomía extendida: funcionan exactamente igual que los coches cien por cien eléctricos, pero en caso de quedarse sin batería cuentan con un pequeño motor de combustión que recarga la batería. En ningún momento se acopla a las ruedas para mover al conjunto.
· Vehículos de pila de combustible: utilizan hidrógeno como combustible para proporcionar energía a un motor eléctrico. Por el escape de estos coches sale únicamente vapor de agua. Es un combustible 0 emisiones en su uso, pero no en su fabricación, lo que sugiere cierto debate.
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