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La rueda de repuesto ha dejado de ser algo básico y obligatorio a desaparecer de los fondos de los maleteros de los vehículos nuevos. ¿El motivo? La preocupación por reducir las emisiones de gases contaminantes. Y es que ese elemento y todas las herramientas que ... precisaba el cambio de neumático podían suponer hasta 40 kilos más de peso y con ello un incremento del consumo de combustible.
Pero que se pueda prescindir de la rueda de repuesto no significa que no se contemple un plan b, ya que las marcas están obligadas a ofrecer una alternativa para que en caso de pinchazo el vehículo pueda seguir circulando. Así se recoge en el anexo XII, artículo 1-C del Reglamento General de Vehículos: «Una rueda completa de repuesto o de uso temporal, con las herramientas necesarias para el cambio de ruedas, o un sistema alternativo al cambio de las mismas que ofrezca suficientes garantías para la movilidad del vehículo. En estos casos se circulará respetando las limitaciones propias de cada alternativa».
No contar con alguno de estos elementos obligatorios puede acarrear multas de hasta 200 euros.
Algunas de las alternativas a la rueda de repuesto y necesarias para no asumir una sanción son:
-La galleta: es una rueda de repuesto que solo se puede utilizar en caso de emergencia, ya que es más pequeña y tiene una consideración especial. Con ellas no es posible circular a más de80 km/h ni por tiempo indefinido; el objetivo es que sirva para llegar al taller.
-Los neumáticos run-flat: Son unas ruedas con un soporte interior que en caso de pinchazo permiten rodar unos 80 km, a una velocidad máxima de 80 km/h sin que se dañen las llantas. Esto es debido a que en caso de pinchazo y pérdida de presión de aire, la banda de rodamiento se apoya en dicho soporte impidiendo que la llanta sufra. Por otro lado también lleva reforzados los laterales del neumático lo que evita su deformación. Si el coche lleva ruedas con neumáticos de este tipo no necesitará repuesto ni ningún dispositivo adicional.
-Los kits antipinchazos: Estos kits inyectan una espuma por la válvula del neumático, sellando la zona del pinchazo, para posteriormente hincharlo con un compresor eléctrico conectado al mechero. No es una solución definitiva, ya que para evitar nuevos problemas es aconsejable que un mecánico selle el pinchazo definitivamente. Otro inconveniente es que valen unos 50 euros y caducan a los cuatro años de su fabricación, por tanto, hay que estar pendientes de no llevarlo caducado.
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