Cupra Tavascan: el nuevo buque insignia del motor español

La electrificación ha llegado para quedarse. Multitud de marcas con amplio bagaje e historia a sus espaldas ya han puesto fecha de caducidad a los motores térmicos para dedicarse única y exclusivamente a los motores eléctricos. Y una marca como Cupra, que pretende distinguirse por su tecnología y la ruptura de esquemas preconcebidos, no podía ser menos. De esta manera, el nuevo buque insignia de la marca no pasa por la combustión y ni siquiera la roza. El Formentor Vz5 (que podríamos considerar el anterior pata negra) deja paso a una concepción mucho más alineada con los estándares actuales de la marca y de la sociedad en general: el Cupra Tavascan. Un SUV coupé de altas prestaciones con motorizaciones únicamente eléctricas. Un vehículo que comparte la plataforma MQB del grupo Volkswagen, aunque afilada en este caso para adaptarse a la mentalidad de la firma del cobre.

Este modelo, fabricado en China pero diseñado y desarrollado aquí, en España, es el segundo modelo cien por cien eléctrico de la marca y uno de los grandes lanzamientos que tendrá la marca a lo largo de este 2024 y el próximo 2025, años en los que se ampliará aún más el catálogo con la llegada del Terramar y el el Raval.

En Diario SUR nos hemos trasladado hasta Barcelona para realizar una primera toma de contacto con este SUV coupé deportivo que parte desde los 52.010 euros en su oferta de lanzamiento.

«Es la materialización de un sueño que presentamos allá por 2019», relatan desde la marca. Y con razón, pues si bien el diseño que se presentó un lustro atrás es, obviamente, diferente al que ha terminado pisando las calles, lo cierto es que mantiene el mismo juego de formas y volúmenes, otorgándole una estética que pasa de todo menos desapercibida.

Es un vehículo atlético, agazapado hacia adelante, como si se encontrase en posición de ataque en todo momento. La parte delantera es agresividad en todas sus formas, con unos faros que esconden una firma lumínica Matrix LED triangular que, según la marca, otorgan una mirada inteligente al vehículo. la horizontalidad de la parrilla, los enormes pasos de rueda o las canalizaciones de aire del capó le otorgan una vista que es pura agresividad.

En la vista lateral queda patente ese agazapamiento del que hablábamos, con un vehículo que parece inclinarse hacia delante gracias a un juevo de volúmenes que se va afilando conforme nos acercamos a la delantera. Las enormes llantas de aleación (forjadas opcionalmente, ahorrando 12 kilos al conjunto) de hasta 21 pulgadas, con diseños muy llamativos que entremezclan el uso del tono cobrizo, acrecienta su estética de 'vehículo concept'.

En la trasera, los faros utilizan una firma lumínica similar a los delanteros, escondiendo tres triángulos en su interior. El logo, retroiluminado, queda integrado dentro de los faros. Un enorme difusor, unos pilares C muy tumbados y una pequeña cola de pato sobre los pilotos redondean un conjunto grueso y de muchísima presencia.

Desde el diseño de los buckets hasta el diseño del salpicadero o la consola central, el interior del Tavascan está lleno de personalidad y formas no vistas anteriormente en un coche de producción.

Según los jefes de diseño de la marca, la consola central se utiliza como una «espina dorsal que soporta todo el peso del interior y desde el cual se levanta el resto del habitáculo». De esta manera, la consola central da paso a un salpicadero a varios niveles donde la gran protagonista es su pantalla central de 15 pulgadas. Es de las mejores pantallas que he probado hasta la fecha, tanto por diseño, como por resolución y velocidad del sistema. Ofrece conexión tanto a Apple Carplay como a Android Auto de manera inalámbrica. Además, podremos descargar la aplicación de Cupra en nuestro teléfono para controlar multitud de funciones e incluso maniobrar el vehículo desde el teléfono móvil.

El Tavascan se ofrecerá con dos posibles motorizaciones, ambas asociadas a una batería de 82 kWh de capacidad neta. La primera de ellas es únicamente tracción trasera, con una potencia máxima de 286 caballos y 545 Nm de par, capaz de acelerar de cero a cien en 6,8 segundos y una autonomía de 568 kilómetros.

La versión performance, por su parte, cuenta con dos motores, uno en el eje delantero y otro en el trasero. En conjunto son capaces de ofrecer hasta 340 caballos de potencia y un par clavado al modelo menos prestacional. En esta ocasión el conjunto acelera de cero a cien en 5,5 segundos, aunque la autonomía se resiente ligeramente, cayendo a los 522 kilómetros de autonomía teórica.

En corriente contínua permite una carga máxima de 135 kW, lo que le permite pasar del 10 al 80 por ciento de carga en tan solo 28 minutos.

La suspensión adaptativa con varios niveles de dureza, la dirección y la respuesta del acelerador nos permite tener dos vehículos en uno. En modo confort el coche es muy suave, con un comportamiento dócil y sosegado perfecto para circular por ciudad y por autovía. Ahora bien, si activamos el modo Cupra, el coche cambia por completo su tarado. Se vuelve mucho más seco y directo, con prioridad en todo momento al eje trasero, lo que le otorga una conducción mucho más deportiva. Tal es la puesta a punto que en los cambios de apoyo llega a descolgar la trasera si somos muy agresivos. No diré que los coches eléctricos sean capaces de transmitir lo mismo que los térmicos, pero sin duda es una experiencia distinta que se caracteriza por una efectividad sublime.

El Cupra Tavascan parte desde los 52.010 euros en su oferta de lanzamiento, lo que le sitúa en terreno de gigantes, pero con un producto que plantará cara a todos los rivales a los que se enfrenta.

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