Las cinco medidas 'low cost' de la DGT para intentar reducir la siniestralidad en las carreteras

De estas 31 soluciones, Tráfico destaca cinco por su alto grado de efectividad en la reducción de los siniestros más habituales que se producen en vías convencionales, principalmente, en las intersecciones, en los adelantamientos o en las salidas de vía.

Se trata de un sistema de señalización inteligente para intersecciones o cruces peligrosos en carreteras convencionales. Unos sensores hacen que se activen unas luces únicamente para advertir a los conductores de la vía principal que otro vehículo se aproxima y se dispone a realizar la maniobra de cruce. Este sistema intenta evitar colisiones fronto-laterales en cruces peligrosos. Según referencias de la Federal Highway Administration de EE. UU. (FHWA), su implantación reduce el número de heridos y fallecidos en torno a un 40-55%.

Si en un momento del trayecto te encuentras con parte del pavimento de la carretera pintado de un color distinto a lo habitual, principalmente en tonos rojizos, es porque te estás acercando a un tramo de vía especialmente peligroso, como puede ser una curva muy cerrada o un cruce sin visibilidad, y se busca que el conductor incremente su atención. La DGT apunta a que también se puede aplicar en la aproximación a travesías, pasos de peatones o ciclistas, en puntos de baja velocidad o combinado con tratamientos de alta fricción. Según diferentes estudios, reduce la siniestralidad en un 35%.

Mediante la instalación de una barrera física o una zona central enmarcada por dos líneas longitudinales, se refuerza la separación entre sentidos opuestos en carreteras de doble circulación. La zona inscrita entre estas dos líneas puede destacarse con pintura de un color diferente o con un cebreado o con distintas texturas. Se busca aumentar la distancia lateral entre vehículos que circulan en sentido contrario para evitar colisiones frontales o fronto-laterales, aunque también se puede utilizar para inducir en el conductor la percepción de que la vía es más estrecha y, por ello, circule a menor velocidad o evite adelantamientos. Tráfico calcula que esta medida hace que el riesgo de accidente disminuya entre un 38 y un 40%.

Son sistemas que previenen las consecuencias del posible impacto de un vehículo contra los 'pasos salvacunetas' (desniveles, tubos o pequeñas estructuras que dan continuidad al drenaje longitudinal de la vía ) en caso de salidas de vía. Su efectividad es del 70% reduciendo la gravedad de los accidentes en caso de producirse, mediante la reconducción de la trayectoria del vehículo que se ha salido de la vía para evitar un choque directo contra objetos situados detrás del paso.

Son pequeñas hendiduras o resaltes en el firme que producen vibración o sonido cuando los neumáticos pasan por encima avisando a los conductores de que se están desviando involuntariamente de su trayectoria para evitar una salida de vía o una invasión del sentido contrario. Sirven también para reforzar el cumplimiento de una línea continua o indicar a los conductores que circulan por un tramo peligroso. También para evitar invasiones del arcén y de protección para usuarios vulnerables que puedan pasar por él. Se colocan en la línea de separación de dos carriles o en ambos bordes de la carretera. La DGT resalta que tanto las guías sonoras de borde, como las de separación de sentidos, tienen un factor de reducción de la siniestralidad de un 21%.