BMW electrifica al X2, pero no mata al gasolina

BMW ha presentado la segunda generación del X2, el SUV coupé de acceso a la gama basado en la plataforma del BMW X1 que se presentó allá por 2018. Viene a ser lo que el X4 al X3 o lo que el X6 al X5. Se trata de un coche con mayúsculas, mucho más grande que la generación anterior y que mejora prácticamente en todo. El X2 se erige como el SUV coupé deportivo por excelencia dentro de su segmento. Un modelo que ha vendido más de 390.000 unidades, de las cuales 22.000 fueron en España. En SUR hemos tenido la oportunidad de probar las dos versiones más prestacionales de la gama: la variante cien por cien eléctrica ix2 xDrive30 de 313 caballos y la gasolina x2 M35i de 300 caballos.

Esta segunda hornada no tiene nada que ver con la generación anterior. Estamos ante un coche más grande en todas sus medidas, aunque consigue mantener un Cx de tan solo 0,25. Es, además, cinco centímetros más largo que el X1, con el que comparte plataforma. Con todo, se va a los 4.567 mm de largo, 1.845 mm de ancho, 1.575 mm de alto y 2.692 mm de distancia entre ejes.

Estas medidas permiten al nuevo X2 ofrecer mayor habitabilidad en el interior, tanto en las plazas traseras como delanteras, y un maletero que lo coloca entre los mejores del segmento, con 560 litros de capacidad sin necesidad de abatir los asientos.

Aunque el X2 no solo mejora en medidas, también lo hace en calidad percibida, utilización de materiales y nivel tecnológico. Recurre al sistema operativo BMW9, de nueva generación, que permite la inclusión de apps de terceros. Es un sistema igual de avanzado que el 8.5, pero adaptado a los vehículos de acceso BMW.

El lenguaje de diseño aplicado en esta generación nos recuerda, en gran medida, no solo al X1, sino también a sus hermanos mayores de gama, el X6 y el X4. Especialmente a este último. De esta manera, la nueva generación luce más musculosa y geométrica, con un juego de formas que llama poderosamente la atención allá por donde va. Se recurre, como no podía ser de otra manera, a los riñones XXL que se van apoderando de todos y cada uno de los modelos de la firma. Aunque no tan grandes como los que nos encontramos en el Serie 4 o el M3.

El resultado final es un coche que funciona mejor en persona que en fotos, pero que no funciona a todo el mundo. Es un juego de diseño de esos que o te gusta o no te gusta, pero no deja indiferente a nadie.

La gran novedad de esta generación es, sin duda, la presentación de la variante cien por cien eléctrica, que pretende aglutinar hasta un treinta por ciento de las ventas totales del modelo. En BMW saben que el grueso de las ventas seguirá siendo gasolina o diésel. Y, aunque esperan que el porcentaje de ventas de estas motorizaciones sea cada vez menor, «será el cliente el que decida», aclara Borja Hormigos, jefe de prensa BMW España.

Se ofrecerán dos motorizaciones, de tracción delantera y 204 caballos y tracción total y 313 caballos. En el momento de salida solo estará disponible la versión más prestacional de las dos, capaz de acelerar de cero a cien en 5,6 segundos y de alcanzar una punta de 180 km/h. Esta motorización tuvimos la oportunidad de probarla en su hermano, el iX1 durante toda una semana. Es una motorización plena, con una capacidad de tracción abrumadora. En el X2 se radicaliza un poco su comportamiento, ofreciendo una conducción más deportiva con una motorización llena y una gestión electrónica sobresaliente que permite exprimir cada caballo de los dos motores.

Vienen asociados a una batería de 64,8 kWh útiles, que proporcionan una autonomía, según ciclo WLTP en torno a los 435 kilómetros.

Tal y como os contábamos, BMW seguirá apostando por los motores de combustión para esta nueva generación del X2, con potencias que van desde los 150 a los 163 caballos en las motorizaciones diésel y desde los 170 a los 300 en los gasolinas. La versión gasolina de acceso recurre a un motor 1.5 tricilíndrico e hibridación ligera, lo que le permitirá lucir la etiqueta ECO en el parabrisas.

Aunque el gasolina que merece especial mención aquí es el M35i. Un cuatro en línea de dos litros de cilindrada capaz de generar 300 caballos y 400 Nm, lo que le permite acelerar de cero a cien 5,4 segundos y alcanzar una punta de 250 km/h, con un consumo medio mixto según ciclo WLTP de 7,7 litros.

Nuestra prueba de conducción fue demasiado breve como para sacar conclusiones con los consumos, pero sí que nos permitió conocer que estamos ante la receta más radical a la que podemos optar dentro del X2 con suma diferencia. Aunque por potencias pueda parecer que es rival del iX2 xDrive30, lo cierto es que la orientación de este gasolina es mucho más dinámica y deportiva que la del eléctrico.

El motor empuja mucho y no desfallece. Es un coche con el que nos costará mantener todos los puntos del carnet, pues entrar en el terreno de velocidades ilegales es cuestión de segundos. La sintonía de su escape no es muy estridente y entra poco en la cabina. Para solucionarlo, BMW ha creado una sintonía artificial que acompaña la experiencia de conducción a través de los altavoces. Incluso con falsos petardeos.

El X2 se fabricará en la planta de Regensburg, Alemania, y se lanzará al mercado este mismo mes con precios que van desde los 45.800 euros de la variante sDrive 18d, hasta los 72.000 euros del M35i, quedándose el eléctrico de entrada en 50.700 euros y 58.200 para el más prestacional. Sin contar los extras, claro.

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