Alfa Romeo 33 Stradale: la resurrección de la leyenda

Alfa Romeo trae de vuelta al 33 Stradale, el icónico vehículo producido por la marca turinesa en 1967 y que consiguió (y consigue) dejar boquiabierta a toda persona que tenía la oportunidad de verlo, considerado como uno de los vehículos más bonitos de todos los tiempos. Su resurrección, basada en la plataforma del Maserati MC20, supone una oda, una despedida por todo lo alto, a los motores térmicos, pero también una cálida bienvenida a la electrificación, al futuro de la marca.

De esta manera, el superdeportivo italiano se ofrecerá con dos motorizaciones. Por una parte, tenemos el pasado, con el V6 de 2.9 litros montado el MC20, que en esta ocasión ofrece 620 caballos de potencia. Por otra, el futuro, con una motorización puramente eléctrica que genera 750 caballos. Se trata de una edición limitada de la que solo se crearán 33 unidades.

El nuevo 33 Stradale es fiel a su antecesor en todo su diseño, independientemente del ángulo en el que se le mire. Las líneas que utiliza son puras y suaves, sin estridencias o recargamientos innecesarios, dando lugar a una carrocería suave y aerodinámica, donde los volúmenes fluyen y se compenetran entre sí. Tras estas líneas se encuentra el español Alejandro Mesonero Romanos y su equipo, que han sabido respetar el diseño original y adaptarlo al futuro. La encargada de materializar esta obra de diseño es la Carrozzeria Touring Superleggera, que creará cada uno de los 33 Stradale de manera individualizada, a gusto de sus propietarios a través del programa la 'Bottega', un equipo que acompañará a los propietarios durante todo el proceso de producción y les permitirán formar parte de él. Gracias a esto no habrá dos 33 Stradales iguales. Cada uno de ellos será una obra única e irrepetible.

El exterior, que anticipa algunos elementos de diseño del nuevo lenguaje que Alfa Romeo utilizará para sus próximos vehículos, se muestra dinámico y proporcionado. En el frontal destaca el escudo de la marca sobre la parrilla, pero sobre todo los enormes faros elípticos, fieles al primer modelo, pero adaptados al siglo XXI. En el perfil, dinámico y sin aditivos visuales, destacan sus puertas con apertura en 'élitros' y las entradas de aire laterales, lugar donde desaparecen las líneas de tensión que se crean en los pasos de rueda delanteros.

El interior mezcla la tradición con lo moderno, lo analógico con lo digital. Se trata de un diseño minimalista, que busca reducir las posibles distracciones que pueda tener el piloto al volante, reduciendo los mandos existentes a lo esencial. Tanto es así que se han eliminado incluso los mandos del volante, con sendas levas en aluminio tras este. Los distintos botones y mandos del volante, en vez de distribuirse por el salpicadero, se dividen en dos niveles. Se distribuyen en la parte baja de la consola y en la zona central del techo, imitando, según la marca, la cabina de un avión. En el interior destacan el cuero Poltrona Frau usado en los asientos, el aluminio, la fibra de carbono y la alcántara.

El nuevo coupé biplaza pretende ser una clara manifestación de la pasión de la marca a sus vehículos y al mundo del motor. Una creación cuyo ingrediente principal es, según la propia marca, «Una buena dosis de coraje y algo de locura sana». Jean-Philippe Imparato, CEO de la marca, apuntó que «Con el nuevo 33 Stradale, queríamos crear algo que estuviera a la altura de nuestro pasado, que sirviera a la marca y enorgulleciera a la afición de Alfistas». Además, aseguró que este no será el último vehículo 'fuoriserie' (fabricado a medida) que fabricará la marca. «Este es el primer coche fuoriserie de la marca desde 1969, y prometo que no será el último».

El nuevo Stradale 33 podrá equipar dos motorizaciones muy distintas entre sí. Por un lado, tenemos el V6 2.9 utilizado en el Maserati MC20. En esta ocasión rinde 620 caballos unido a un cambio DCT de ocho relaciones que envía toda la fuerza al eje trasero. Con todo, el superdeportivo de Alfa acelera de 0 a 100 en menos de 3 segundos y alcanza una punta de 333 kilómetros por hora. Por otro lado, tenemos la versión eléctrica, la cual monta tres motores eléctricos con una potencia conjunta superior a los 750 caballos. Es tracción total y cuenta con una autonomía estimada de 450 kilómetros. Se desconocen las cifras oficiales de aceleración y punta de esta versión.

La suspensión es de doble brazo con amortiguadores activos y dirección semivirtual tanto en el eje delantero como trasero. El chasis, de aluminio en H y monocasco de fibra de carbono, permite mejorar la rigidez del conjunto al tiempo que se reduce su peso. La frenada corre a cargo de unos discos carbocerámicos firmados por Brembo. Además, el pedal de freno cuenta con el sistema Alfa Romeo Brake-By-Wire, que permite modificar la sensación que transmite el pedal y su dureza.

Estamos, sin duda, ante una de las mejores creaciones (con respeto al Giulia Quadrifoglio) que ha traído Alfa Romeo en los últimos años. Una máquina que promete una pureza de conducción cada vez más inexistente. Se desconoce su precio, pero tampoco importa demasiado, puesto que las 33 unidades que se van a fabricar ya están vendidas.

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