Antonio Contreras
Málaga
Lunes, 21 de agosto 2023
En numerosas ocasiones los compradores desconocen que significa esa insignia que luce el vehículo que acaban de comprar. Sí, son conscientes de que ese símbolo representa a la marca del coche que lo ostenta, pero, aparte de eso, ¿Qué intenta representar? ¿Qué es lo que ... esconde y por qué se eligió ese icono en concreto? A diferencia de lo que muchos piensan, no se trata únicamente de una decisión estética, sino que los logos de las marcas también tienen, en bastantes ocasiones, un significado más allá de lo estético. En este artículo se tratará de conocer la realidad que esconden las insignias de algunas de las firmas italianas más conocidas en el mundo del automóvil y desmitificar algunas leyendas. Porque no, Alfa Romeo no está devorando a nadie en su logo.
Publicidad
Empezamos con uno de los logos que más miga recoge en su interior, Alfa Romeo.
En su logo, en forma de círculo, cabría distinguir tres secciones. Por un lado, tenemos la franja exterior, un aro que recorre todo el círculo con el nombre de la marca, Alfa Romeo. Por otro lado, tenemos el interior, que se divide en dos secciones. En la parte izquierda se puede apreciar una cruz roja sobre un fondo blanco. Esta hace referencia a la Cruz de San Jorge, presente en el escudo de la ciudad de Milán, metrópoli en la que nace la marca en 1910, conocida en un primer momento como Anónima Lombarda Fabbrica Automobili. En la sección derecha encontramos 'il biscione'. Se trata de una culebra gigante presente en el escudo de armas de la familia Visconti, una de las casas más importantes en la ciudad milanesa. Además, en la boca de la serpiente podemos apreciar el cuerpo de una persona. En un principio se decía que la serpiente estaba devorando un hombre, haciendo referencia a 'devorar a sus enemigos'. Sin embargo, la marca se ha pronunciado al respecto y asegura que la serpiente no está devorando a nadie. Según Alfa Romeo, el hombre está saliendo de la serpiente, lo que representa el renacer de un hombre nuevo.
El Quadrifoglio Verde
Además del propio logo de la marca, aquellos Alfas más prestacionales llevan en su lateral un trébol de cuatro hojas enmarcado en un triángulo blanco. Un icono que también merece ser explicado.
Desde sus inicios, la marca del 'biscione' siempre tuvo una fuerte presencia en el mundo de la competición. Entre sus pilotos había uno que destacaba por encima del resto, además de por sus habilidades al volante, por su carisma y don de gentes, Ugo Sivocci.
Publicidad
Sus habilidades como piloto eran intachables, pero en las carreras nunca conseguía hacerse con la victoria. En 1923, para la carrera de Targa Florio, los mecánicos de la marca, a modo de broma, dibujaron un rombo blanco con un trébol de cuatro hojas en su interior en el bólido con el que correría, un Alfa Romeo RL. Ese día Ugo Sivocci se hizo con la victoria.
El 8 de septiembre de ese mismo año, durante el Gran Premio de Italia en Monza, Sivocci sufre un fatal accidente en el que perdió la vida. Ese día Ugo no llevaba el trébol en su coche. Desde entonces la marca añade el trébol de cuatro hojas en todos sus modelos prestacionales, pero en esta ocasión sobre un triángulo en vez de un rombo. El lado que falta es en honor a Ugo Sivocci.
Publicidad
Realmente la historia entre bastidores de la marca turinesa tiene poco que de lo que hablar. A excepción del periodo comprendido entre 1983 y 1999, donde el logo se reemplazó por cinco líneas inclinadas, el símbolo de Fiat siempre ha sido eso, Fiat, el acrónimo de Fábrica Italiana Automobili Torino. Bajo distintos marcos y colores, el símbolo de Fiat ha cambiado un total de 25 veces. Actualmente tiene dos vigentes, el presentado en 2006, que aún podemos encontrar en modelos como el Fiat 500 híbrido, y el anunciado en 2020, con una apuesta absoluta por el minimalismo, donde las letras de Fiat, en color rojo, se reproducen sin ningún fondo.
El logo de Abarth, al igual que su nombre, debe su razón de ser a su fundador, Karl Abarth. Abarth era de origen austriaco. Nacido en Viena, se mudó a Italia con su familia, donde aprovechó para cambiar su nacionalidad y su nombre por Carlo. Carlo Abarth siempre había desarrollado una auténtica pasión por el mundo del motor y la competición, lo que le llevó a codearse con grandes del mundillo, como Ferry Porsche, entre otros. Tras sufrir un accidente cuyas consecuencias no le permitían seguir corriendo en las competiciones, decide abrir su propia compañía automovilística allá por 1949: Abarth SPA.
Publicidad
Su insignia inicial estaba formada únicamente por un escorpión, la sede de la compañía y el nombre de la misma, aunque pasado un lustro este pasó a reflejarse sobre un escudo, dando lugar a un logo muy similar al que conocemos hoy día. El escorpión que gobierna la imagen de la marca encuentra sus raíces en dos razones: la fijación de Carlo Abarth por este animal y el hecho de que su signo zodiacal fuese escorpio. Además, el escudo en el que se encuentra está cubierto en su interior por los colores amarillo y rojo, colores fuertemente asociados a la competición en Italia, un mundo al que la marca turinesa se sentía y siente fuertemente ligada.
Al igual que Carlo Abarth, Ferruccio Lamborghini basó el logo de su marca en su animal del zodiaco, un toro. Además, otra vez al igual que Abarth, Lamborghini sentía una enorme admiración por este animal y por la tauromaquia en general. Tanto es así que multitud de sus modelos encuentran su denominación en este mundo. El Murciélago, por ejemplo, fue un toro que aguantó 24 corridas antes de su muerte. El Espada hace referencia al arma utilizada para dar la estocada final al animal durante las corridas. El mismísimo Miura, considerado el primer superdeportivo del mundo, encuentra su denominación en el nombre de Eduardo Miura, un famoso criador de toros italiano amigo de Ferruccio y cuyo rancho se convirtió en fuente de inspiración para el fabricante de deportivos.
Publicidad
Los colores utilizados en el logo, el negro y el dorado, beben de la filosofía de la marca con la que nace la marca: el lujo y el prestigio. Para Lamborghini estos colores son representación clara del mundo en el que pretenden proyectar sus vehículos.
La historia de cómo acabó 'il caballino rampante' presidiendo el logo de la marca de 'il Commendatore' (que es como llamaban los trabajadores de Ferrari al fundador de la marca), es cuanto menos curiosa y para conocerla hay que remontarse a dos fechas distintas: a la Primera Guerra Mundial y a 1923, cuando Enzo Ferrari competía como piloto para Alfa Romeo. Durante la guerra el piloto italiano Francesco Baracca fue derribado y muerto en combate. Este piloto llevaba dibujado en la parte del fuselaje de su avión un caballo como el que hoy luce Ferrari. En 1923, tras la victoria de Enzo en el circuito de Savio, este fue invitado a la casa de los padres de Francesco Baracca, la condesa Paolina Baracca y el conde Enrico Baracca. Aquí fue donde la madre del héroe de guerra italiano pidió a Enzo que añadiese el caballo en los logos de sus vehículos, justificando que esto le daría suerte al joven piloto, quien accedió a incorporarlo en sus vehículos.
Noticia Patrocinada
Pero la historia no acaba aquí. El hecho de que el caballo de Ferrari se asemeje tanto al que aparece en la insignia de Porsche no es mera coincidencia, sino que se trata del mismo corcel. El piloto de aviones Francesco Baracca tomó prestado el símbolo del caballo del primer avión que derribó durante la guerra, el cual pertenecía a un piloto alemán de Stuttgart, sede de Porsche.
La marca boloñesa de los hermanos Maserati encuentra los orígenes del logo en el mismo seno familiar. De todos ellos, Mario Maserati fue el único que no quedó infectado por la gasolina. A diferencia de sus hermanos Mario presentó cierta obsesión y un gran talento por el arte al mismo tiempo que sus hermanos se fundían con la máquina. De esta manera se decidió que el hermano con vena artística se encargara de hacer el logo de la incipiente firma allá por 1920 (apenas cinco años después de la fundación de la compañía). Mario Maserati decidió utilizar un tridente para la representación de la marca. Esta arma poco o nada tiene que ver con Satanás. El artista encuentra su inspiración en la Fuente de Neptuno situada en la Plaza Mayor de Bolonia, dominándola desde el siglo XVI. El tridente que porta Neptuno es, según la propia Maserati, símbolo de fortaleza y vigor. Este icono se coloca sobre los colores rojo y azul, que son los mismos que encontramos en la bandera de Bolonia, ciudad en la que nace la marca.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.