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Antonio Contreras
Jueves, 16 de noviembre 2023, 00:06
Ayer os contábamos la historia de tres marcas automovilísticas alemanas de un enorme prestigio... las de hoy no son menos. ¿Sabes por qué Audi representa a su marca con cuatro aros entrelazados? ¿O por qué Porsche decora su escudo con la cornamenta de un ciervo? ... A veces la historia detrás de los emblemas no es más que puro marketing, pero en otras ocasiones esconden historias que, como mínimo, merecen ser contadas.
La realidad es que el emblema de Porsche no fue idea del propio Ferdinand Porsche, fundador de la marca que porta su apellido, sino que se debe al austriaco importador de vehículos europeos, Max Hoffman. Hoffman y su concesionario eran conocidos por traer los mejores deportivos europeos a Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde tenía su concesionario. Él es el artífice de que Mercedes, por ejemplo, decidiera crear en serie el 300SL, entre muchas otras hazañas.
Cuando el austriaco se reunió con Ferry Porsche para empezar a comercializar sus deportivos en el territorio estadounidense Hoffman sugirió a Porsche la creación de un emblema para identificar los vehículos. Esto ocurría a finales de 1951, apenas seis años después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Cabe destacar que el apellido Porsche estaba fuertemente relacionado con el Tercer Reich, ya que Ferry era uno de los ingenieros predilectos de Adolf Hitler, por lo que la utilización de un emblema para alejar mínimamente su pasado no era una mala idea ni mucho menos.
En esa misma reunión Ferry Porsche anotó en una servilleta: «Centro del volante adornado con 'Porsche' y emblema de Stuttgart o similar». Acababa de dar idea al boceto que representaría la marca hasta la actualidad.
El fondo que decora el escudo de Porsche, tanto los colores negros y rojos como la cornamenta que decora dos cuartos del fondo, se extrae del escudo tradicional de Württemberg-Hohenzollern. El caballo que preside el emblema sobre este fondo es el caballo rampante procedente del sello de Stuttgart (el nombre de la ciudad procede de 'Stutengarten', que se traduce como yeguada), ciudad de origen de la marca. Las similitudes de este corcel con el de cierta marca italiana no son coincidencia, pues Ferrari utiliza al caballo rampante de Stuttgart en su logo (puede leer la historia completa en el artículo dedicado a los logos italianos).
El diseño final corrió a manos de Franz Xaver Reimspiess. Un año después de la reunión de Porsche y Hoffman, a finales de 1952, los coches de Stuttgart comenzaron a lucir el emblema en el aro del volante. Posteriormente, en 1954, se colocó también en el capó con el 356 Speedster. Y, finalmente, en 1959, pasó a decorar el centro de las llantas de sus vehículos.
Los cuatro aros entrelazados que conforman el logo de Audi encuentran sus orígenes en la unión de las cuatro marcas que dieron origen a la compañía allá por 1932. Audi, DKW, Horch y Wanderer, las empresas que conforman el logo se encontraban en una situación inestable a causa de la gran depresión de 1929, por lo que decidieron fusionarse dando lugar a Auto Union AG. Para evitar la competencia interna entre las cuatro empresas la dirección de la incipiente compañía decidió dividir el mercado para que compitiesen las firmas de manera interna. De esta manera, Audi se quedó con los automóviles de lujo del segmento medio, DKW con las motocicletas y los coches pequeños, vehículos de tamaño medio para Wanderer y los coches más altos de gama para Horch.
En 1964 el grupo Volkswagen se hace con la mayoría del accionariado de Auto Union y en 1968 la marca se relanza como Audi al tiempo que anuncia el modelo Audi 100.
Es una de las marcas más antiguas de la automoción alemana, aunque en un principio no se dedicó a la fabricación de vehículos. De hecho, para cuando empezó a fabricar vehículos el fundador de Opel ya había muerto. Nace en 1862 como fabricante de máquinas de coser, aunque al cabo de un año comenzó a fabricar bicicletas. En 1899, cuatro años después de la muerte de Adam Opel, su mujer se asocia con un cerrajero para fabricar el primer automóvil de la compañía, aunque los resultados no fueron los esperados.
El primer coche Opel creado por Opel llegó en 1902 con el Opel 4/8 HP. A lo largo de todos estos años la firma de Rüsselsheim ha cambiado su logo en multitud de ocasiones, aunque desde 1963 el símbolo que representa a la marca es un rayo. Aunque antes de que se decantaran por el rayo rodeado por un círculo, la marca contó con distintos emblemas representativos. El primero de ellos fue un ojo, también hubo un zepelín y un cohete.
A lo largo de los años el 'blitz' de Opel se ha ido simplificando hasta reducirlo a su máxima expresión y minimalismo en 2016, fruto de las tendencias actuales del mercado de simplificar los logos que identifican a las firmas de vehículos.
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