¿30.000 euros por un coche nuevo o por uno usado?

La compra de un vehículo nuevo se ha convertido en un lujo. Resulta paradójico que, por ejemplo, un Audi Q3 Sportback cueste, de entrada, 45.480 euros en España, donde el salario mínimo se sitúa en 1.050 euros al mes. Mientras, en países como Suecia, el mismo coche tiene un precio de salida de poco más de 34.000 euros. En Suecia el salario mínimo es un 40 por ciento superior que en España. Esta situación, insostenible, ha disparado el mercado de segunda mano, hasta el punto de que, para agosto de este año, de cada tres coches que se venden en España, dos son usados, según datos de Ganvam y Faconauto.

Entremos en materia. Teniendo en cuenta los precios actuales, ¿merece más la pena gastarse los ahorros en un coche nuevo o en uno usado? Para responder a esta pregunta vamos a comparar modelos de una misma marca. En esta ocasión Audi, aunque en futuros artículos compararemos otras marcas.

Atendiendo a los precios que encontramos en el configurador de la página de Audi, la lista de vehículos que podemos comprar en la firma de los cuatro aros es extensa y variopinta: Audi A1.

Así es, actualmente por debajo de los 30.000 euros únicamente podemos comprar un modelo. Si estiramos hasta los 33.000 ya podemos incluir el A3 o el Q2. Bien pelados, pero podrían entrar en presupuesto.

Ciñéndonos al presupuesto, es decir, al Audi A1, podemos elegir entre motorización o equipamiento. Para las dos cosas no llega. Así pues, podemos llevarnos un A1 Sportback con el acabado Adrenalin Edition y el motor 25TFSI de 95 caballos asociado a un cambio manual de 5 velocidades por 29.730 euros. O, por el contrario, nos podemos lanzar a por la motorización 30TFSI de 110 caballos y cambio automático S tronic, pero con el acabado más básico, el Advanced.

Pero ¿y si en vez de nuevo nos compramos uno con algunos kilómetros (nada loco, no más de cuarenta o cincuenta mil), y algunos añitos? ¿Qué modelos nos ofrece el mercado de segunda mano por ese mismo precio dentro de los cuatro aros?

Para seleccionar qué vehículos añadir a la lista vamos a tener en cuenta un aspecto esencial más allá de la edad (no más de cinco años) y el kilometraje: mantenimiento. De poco nos vale encontrar un Audi R8 a 30.000 euros (que tampoco es que vayamos a encontrarlo), si después no somos capaces de poder mantenerlo. Evidentemente si compramos un Audi A6 el mantenimiento seguirá siendo más caro que el de un Audi A1, pero podemos equiparlo con algunas motorizaciones más económicas que otras, por poner un ejemplo. Vamos al lío.

Ojito porque por lo que nos cuesta un Audi A1 nos podemos llevar a casa un A3 de la generación actual con apenas tres años y veinte o treinta mil kilómetros… y con más equipamiento. Porque otra cosa no, pero con el presupuesto y los límites fijados unidades hay, y muchas. Podemos decantarnos por el sedán, por el cambio automático o manual, diésel o gasolina… incluso con acabado S line. Cojamos uno de ejemplo.

Al momento de escribir esta noticia podemos encontrar una unidad en acabado S line con el motor 30 TDI de 116 caballos asociado a la caja de cambios automática S tronic. Es del año 2021 y tiene 25.000 kilómetros. La empresa que lo comercializa pide 27.990 euros, mientras que una unidad nueva con las mismas características se dispara a 38.080 euros, sin ningún opcional añadido. Es decir, diez mil euros de ahorro.

Si nos queremos hacer con el coupé de Audi por estos precios la oferta es bastante más limitada, aunque también hay algo. Nosotros, por ejemplo, hemos encontrado un A5 Advanced del 2018 con tan solo 23.800 kilómetros por 27.600 euros. Es un coche que ya se va a los cinco años, sí, ¡pero es que nuevo cuesta, de base, más de 50.000 euros!

Si no nos importa renunciar a ese placer de estrenar coche y podemos asumir un mantenimiento algo más elevado (gomas, revisiones, seguro… todo esto será superior, evidentemente, en un coche de mayor calibre), no existe punto de comparación entre un A1 y un A5.

Pocos sedanes merecen el prestigio que el A4 ha ido adquiriendo generación tras generación, y con razón. Es un sedán serio y racional, un vehículo genial para una familia y auténtico tragamillas. Como ocurre con el A5, si lo queremos con pocos kilómetros y de corta edad, nos tendremos que ir a por los acabados más básicos. Pero es que incluso en sus acabados más básicos estamos ante un vehículo que es muchísimo más coche que un A1 por gruesa diferencia no solo por habitabilidad, sino también por aplomo en la carretera y utilización de materiales.

Todos estos coches tienen costes de mantenimiento meridianamente asumibles, con un apartado mecánico que no se aleja de lo común y que, más allá de la marca, tiene un mantenimiento asumible para alguien que piense desembolsar treinta mil euros en un vehículo.