CEO del grupo Casanis
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CEO del grupo Casanis
Zazou ha encontrado un nuevo hogar en Marbella. Tras viajar por medio mundo, el exfutbolista francés se ha asentado en la Costa del Sol, donde dirige Casanis, uno de los grupos de restauración más lujosos de la provincia. Pese a su imagen de hombre de ... negocios que destila lujo por los cuatro costados, Zazou se considera una persona casera que disfruta de su familia y de su hogar. «Me encanta demasiado coger el sofá cuando llego por la noche».
–¿Quién es Zazou?
–Es una persona que ha tenido dos o tres vidas. Antes yo era futbolista y después me vine aquí a Marbella para aprender otro trabajo, hasta que he logrado tener un grupo que está bien.
–Usted que ha viajado por todo el mundo, ¿por qué eligió Marbella?
–Yo vine por primera vez hace 25 años a visitar un amigo y dije 'wow, algún día tengo que vivir en esta ciudad'. Aquí había una energía especial; es algo que no puedo describir. Por eso, cuando terminé mi carrera de futbolista le dije a mi mujer de intentar algo por Marbella y aquí sigo siete años después.
–Una carrera de futbolista, por cierto, que tuvo luces y sombras
–Así es. Mi sueño era ser futbolista y jugué en Francia, Suiza, Malasia, Inglaterra y Catar.
–Y en este último lugar se complicó todo
–Allí pasaron cosas. Era mucho antes de la Copa del Mundo y no querían pagarme. Fueron momentos difíciles en mi vida porque no pude salir del país en dos años, me cortaron mi banco, la cuenta… pero al final, gracias a mi historia, he ayudado a un 1,4 millones de nepalíes que no tenían derechos. He hecho avanzar las cosas.
–Y entonces se viene a Marbella ¿Por qué decide apostar por el mundo de la restauración?
–Después de Catar no sabía qué hacer, no tenía trabajo y empecé a trabajar con mi mejor amigo en un restaurante que se llama Casa Mono. Ahí empecé a aprender y me gustó el trabajo, recibir a la gente… Y por eso pensé en tener algún día mi propio restaurante.
–Casanis tiene ahora cuatro restaurantes. ¿Era el objetivo?
–Yo empecé con La Plague Casanis y mi idea era quedarme con ese y tranquilo, pero funcionó tan bien que después tuve la oportunidad de coger Mamzel, lo que era la antigua Meridiana, y luego han llegado Nota Blu y Casanis Bistrot. Empezamos con 30 empleados y ya somos alrededor de 430.
–¿Qué es lo que más le gusta de Málaga?
–El clima, el sol, la manera de vivir de la gente. Aquí se vive más relajado, vamos a decir. Aunque hay veces que eso no es tan bueno porque tenemos problemas para encontrar gente que quiera trabajar y es una pena.
–¿Marbella es sinónimo de lujo?
–Sí. Yo creo que en poco tiempo va a superar a Ibiza, a Saint-Tropez y a Mykonos.
–¿Qué busca un cliente de este perfil?
–Nuestros clientes son muy exigentes y por eso el servicio tiene que ser impecable. Buscan pasarlo bien, tener la sonrisa desde que entran, que sepas lo que le gusta y que seas constante.
–Este verano ha trascendido que un cliente de Marbella se gastó 50.000 euros en una botella de champán. ¿Es habitual en sus negocios?
–Yo no tengo clientes que se gasten 50.000 euros por una botella un día; yo tengo clientes durante todo el año que pagan 10.000 ó 15.000 por una buena botella de vino, pero muchas veces. Una vez, en Mamzel, recuerdo que un cliente pagó 50.000 euros por poder bajar con un grupo de amigos a la parte baja de la terraza, con una botella obviamente.
–¿Quieren seguir creciendo?
-Sí, sí. Es mi sueño, pero poco a poco y con cabeza. El día que se presente una oportunidad buena, lo voy a estudiar. No sé si mañana me saldrá algo en Miami, Dubái, Madrid o incluso Málaga capital.
–Tratar con el público no tiene que ser una cosa sencilla
–Obvio. Hay que adaptarse a cada uno de los clientes.
–Supongo que la gente querrá verle a usted en los restaurantes
–Sí, obviamente, porque conozco al 99% de la gente y verme le da a ellos quizás seguridad, inconscientemente.
–¿Con qué se evade Zazou cuando no está trabajando?
–Con el deporte y con mi familia; es primordial pasar tiempo con ellos. También me gusta mucho viajar para traer ideas nuevas de fuera.
–¿Es muy casero?
–Sí, ¡madre mía! Mucho, mucho. Me encanta demasiado coger el sofá cuando llego por la noche.
–¿Playa o montaña?
–Playa.
–¿Cerveza o de champán?
–Cerveza.
–Usted que viene del mundo del fútbol, ¿de qué equipo es?
–Antes era del Barcelona, pero ahora más del Real Madrid.
–Eso aquí se llama chaquetero
–Yo voy con el equipo que me da alegría y ahora, claro, al equipo que quiero ver es al Real Madrid.
–¿Sigue al Málaga?
–No mucho, lo tengo que seguir algo más. Antes lo veía un poco cuando estaba en Primera. Es una pena que no esté en la máxima categoría, que es donde se merece.
–Usted que has vivido en Catar, ¿conoce al jeque?
–Sí, muy bien. No somos amigos, obviamente, porque ha hecho mucho ruido en este país.
–¿Le sorprende lo que pasó?
–Yo lo sabía. Yo sabía que Catar estaba ahí. Sabía que... pero eso era antes de la Copa del Mundo… ahora se ha mejorado bastante a nivel de comunicación y de respetar los contratos de los jugadores.
–¿Acuden muchos futbolistas o personajes famosos a sus restaurantes?
-Sí. Hemos tenido a Morata, a Lucas Hernández, a Aymeric Laporte… Pero también a personas conocidas como Eva Longoria o los Black Eyed Peas…
–¿Qué música le gusta?
–Yo soy de rock. Me encanta Led Zeppelin o Ben Harpe, que aunque la gente no lo conoce mucho yo soy fan.
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