Un tabernáculo en la calle: el origen de la devoción por la Virgen del Carmen en Marbella

Raúl Domínguez afirma que 2024 estará lleno de actos devocionales, que no culminarán con la celebración de la Virgen del Carmen el 16 de julio. «Como vosotros, nos hemos enterado hace poco. Estamos dándole forma a lo que serán los actos previos a la coronación, que seguramente serán varios, pero mantendremos la tradición en el día de su festividad, como años atrás. Sí esperamos que el día de la coronación sea atípico, pero es algo que poco a poco iremos descubriendo. Será un día festivo para toda la ciudad. Estamos seguros de que ampliaremos la nómina de hermanos, como pasó el año en que se convirtió en patrona».

La primera referencia documentada a la devoción por la Virgen del Carmen en Marbella se remonta al siglo XVIII. Según el historiador local Francisco Moreno, «en 1764 se instaló un tabernáculo en lo que actualmente es la calle Carmen, entrando a lo que era la calle Pilar de los Herreros, y hoy Los Remedios». Fue obra de un hombre devoto que dejó escrito en su testamento la voluntad de erigir un espacio de culto. En 1865 lo mantenía Paula Marmolejo, mujer de un hombre principal en el municipio, Miguel Domínguez Ibarra. «Era de los Domínguez», la familia propietaria del Cortijo de Miraflores, explica. Es en esta época, precisamente, cuando el nombre de Carmen comienza a popularizarse entre las marbelleras.

«En España la adoración a la Virgen del Carmen fue introducida en España por la orden de Los Carmelitas. «No solo era patrona de los marineros, sino también de la Hermandad de las Ánimas Benditas, que tenía mucho que ver con la entrada de las almas en el purgatorio». Por eso se empezó a incluir en los testamentos. «De hecho, como he escrito, en la calle Carmen se hacía referencia a la entrada al purgatorio. Era el paso previo antes de llegar el cementerio del Castillo. La Virgen del Carmen tenía influencia sobre quién iba al cielo y quién iba al infierno», relata.

Su popularidad actual la relaciona con los marineros, pero «en Marbella su presencia es contundente, no solo por la gran cantidad de altares, como en la iglesia de La Encarnación o la capilla del Puerto Deportivo, que lleva su nombre. «Muchas veces parece que está por encima de San Bernabé en importancia. Es la Virgen con más presencia en Marbella con diferencia», cuestión que confirma el hermano Domínguez: «Antes de ser nombrada patrona, el pueblo la sentía como tal».

Para Francisco Moyano, cronista oficial de Marbella, la coronación canónica de una imagen mariana «es un rito que se instituto en el siglo XVII, pero realmente se empezó a llevar a cabo a partir del XIX. Consiste en reconocer que una determinada vocación de la Virgen tiene una devoción especial. Quien solicita la coronación lo que está pidiendo es que, desde hace mucho tiempo, siglos mejor que años, se reconozca esa devoción en una comunidad». Solo la Virgen de la Soledad podría alcanzar ese entusiasmo, pero, como dice Moyano, «la Virgen del Carmen unió la devoción de los pescadores con la del pueblo».

La coronación es un acto litúrgico solemne en el que se le coloca una corona que reconoce que «tiene una influencia devocional» sobre la ciudad que la rinde culto. «Tendrá un trato especial y un reconocimiento más ilustre». El rito lo oficiará, precisamente, Jesús Catalá, obispo de Málaga, quien en un decreto eclesiástico la instituyó como patrona. El hermano mayor de entonces, Manuel Haro, luchó por ella para conseguirla con el apoyo de todas las instituciones de Marbella. Tras la recogida de firmas populares, en 2021 se presentó el expediente en el obispado. «Para lo lento que suelen ir estas cuestiones, ha sido relativamente rápido», reconoce.