Los veinte años de la Asociación de Amigos del Teatro de Marbella

«Llevamos celebrándolo todo el año. Empezamos en diciembre con el propósito de celebrar una actividad al mes. Y lo hemos cumplido», explica Milagrosa Quijano, a quien llaman Mili, su actual presidenta. Mili es un actriz de gran carácter, como demostró el pasado 15 de junio con su papel de señora Rowland durante los dos pases de la representación de 'Antes del desayuno', del dramaturgo Eugene O´Neill y la dirección de Teresa Pro.

«Ha sido un trabajo arduo, pero muy gratificante. Hemos recuperado recuerdos de estos veinte años». Carteles, fotografía, vestuarios y atrezzo podían verse la semana pasada en el Cortijo de Miraflores en una exposición que ha evocado algunas de las obras representadas y algunas de las actividades que realizan, como la teatralizaciones que suelen hacer en la villa romana de Río Verde.

El pasado 19 de julio festejaron el aniversario en el Cortijo de Miraflores. «Cuando se inauguró el teatro había mucha gente con inquietudes», muchas de ellas procedentes de la ya desaparecida Universidad Popular, creada en 1982, que funcionó como centro de formación para adultos pero también creativo. La de Marbella fue la primera iniciativa de este tipo en toda de Andalucía.

Mili evoca al director escénico Rafael Torán, el gran impulsor del colectivo: «Fue una eminencia en aquella época. Dio muchos cursos aquí. Imagínate una ciudad donde hasta entonces no había teatro». En estos veinte años, la asociación ha organizado sus propias producciones teatrales, entre las que se cuentan 'Arte', varios entremeses cervantinos y un celebrado 'Don Juan Tenorio', etc. También cursos de teatro para adultos y niños, coloquios, talleres de maquillaje teatral y técnica vocal.

Mili recuerda el teatro municipal, situado en la calle Huerta Chica, más pequeño y peor dotado. «Se lo cargaron», cuenta. «Entonces no había redes sociales, la gente no se enteraba. Al prinmcpio el fundamento de la asociación fue difundir todas las actividades que se realizaban en el teatro». Allí coincidió con Mercedes Carrillo, Juan Campos Manuel Sala, Jesús Baeza y Auxi Tapia, entre otros.

«Yo llegué más tarde. Ni por asomo pude llegar a imaginar que iba a estar tan involucrada. Me acerqué al teatro como terapia, porque perdí a mi marido repentinamente y tenía tres niños. «El teatro literalmente ha salvado mi vida», relata Mili, que trabaja como administradora de fincas y en su tiempo libre organiza a sus asociados con una dedicación irreductible. «De joven siempre me gustó brillar sobre un escenario», reconoce. «Para que mis niños estuvieran bien, yo también tenía que estar bien», añade. Y entonces surge el recuerdo de su amiga Alicia. «Fue ella la que en mi peor momento me dijo que tenía que probar el teatro para sacar todo lo que llevo dentro». Tras ciertas dudas, se presentó a un casting de la asociación y la escogieron.