El retorno de Santiago, el hostelero que vuelve para levantar su restaurante

«Aquí estamos otra vez. A ver si tenemos el éxito que teníamos antes. Siempre he sido del público de Marbella». Desde el año 1972, ha recordado Santiago, su restaurante en el paseo marítimo ha visto crecer una ciudad que entonces era todavía pueblo. «Muchos no habíais nacido cuando abrí», ha asegurado al mediodía. «Me había dejado un mal sabor el que se lo alquilé», un empresario argentino que no ha sabido gestionarlo. «Se quedó el local destrozado. La gente me ha animado a volver», casi sintiéndose culpable.

Santiago Domínguez, que llegó a Marbella en 1957 y comenzó a trabajar a las catorce años, ha tenido que pagar dinero para que se fuera el que creía que iba ser su sucesor. «Volvemos para hacer las cosas mejor todavía». La carta será renovada y entre las novedades se incluye una parrilla de pescado al carbón donde se podrá ver cómo se elaboran los pescados, perfectamente desespinados. «Es única en España. Cuando lleguen a la mesa, parecerán que están enteros, pero sin miedo a tragarse ninguna espina», ha contado. Treinta trabajadores lo acompañan para desempolvar un recuerdo demasiado reciente, demasiado bueno, para que se olvidara. El público veterano ha respondido, como si Marbella volviera a tiempos más sencillos, auténticos y sin nostalgia. «Lo ha hecho por todo lo alto», ha reconocido uno de sus allegados.