Richard Sandoval, en la terraza del restaurante Zenga, en el Hard Rock Hotel Marbella. Juan Carlos Domínguez

Chef y empresario internacional

Richard Sandoval: «Siempre me gustó la cocina, pero mi primer amor es el tenis»

Dejó la cancha por los fogones. Acaba de inaugurar Zengo en el Hotel Hard Rock Marbella, un restaurante que fusiona lo asiático y lo latino

David Lerma

Marbella

Domingo, 25 de agosto 2024, 00:17

Con más de 60 restaurantes repartidos por todo el mundo, el chef y empresario mexicano Richard Sandoval acaba de abrir Zengo en el Hard Rock Hotel Marbella, gracias al respaldo del fondo de inversión internacional Stoneweg. La suya es un cocina de sabores intensos y ... contrastados que fusiona lo latino con lo asiático, como se pudo comprobar el pasado miércoles durante su presentación a los medios. Cocine nikkei, wok y carnes a la parrilla componen una carta que juega a la sorpresa, incluso a la paradoja que, asegura, gustará tanto al cliente español como internacional.

Publicidad

-Ha abierto su primer restaurante en España, pero no es la primera vez que visita nuestro país.

-Conozco Barcelona y Madrid. Siempre que viajo por Europa procuro pasarme por aquí.

-¿Por qué se ha decidido por Marbella?

-Salió la oportunidad de trabajar con Hard Rock Hotel. Es uno de los mejores hoteles de aquí y me gusta formar parta de cosas que son relevantes. Se me hizo un buen punto para llevar a cabo mi experiencia. Como me gusta España y ya estaba en Belgrado, Turquía y otros países de Europa, siendo mexicano España era un consecuencia natural. Hay una conexión muy fuerte con mi país.

-Antes de cocinero y empresario, fue tenista profesional.

-Sí, fue mi primer amor y lo sigue siendo.

-¿Por qué cambió la raqueta por los fogones?

-Empecé jugando en México y luego jugué en la universidad en Estados Unidos y en torneos Satélite para ganar puntos para la ATP y pasar a los grandes torneos. Después de año y medio, me di cuenta de que no podía hacer una gran carrera profesional y empecé a pensar qué iba a ser de mi vida. En aquellos años llegué a jugar contra Pete Sampras, Andrea Agassi y Michael Chang cuando estábamos en los junior.

Publicidad

-¿Por qué eligió la cocina?

-Crecí en los restaurantes de mi padre en Acapulco. En ese momento dije: voy a dar clases de tenis. Como soy una persona hiperactiva, dedicaba cinco horas a entrenar y el resto, a aprender a cocinar. Siempre me llamó mucho la atención la comida, no solo en México, sino cuando viajaba a los mercados de diferentes países. Así que empecé a realizar estudios culinarios en el Institute of Culinary Education, en Nueva York. Tras graduarme, regresé a Acapulco y trabajé con mi papá cuatro años. Luego regresé a Nueva York y abrí mi propio restaurante, Madeiras. Lo demás es historia.

- Ahora tiene más de 60 locales en todo el mundo. ¿Cómo define su marca?

-La marca Richard Sandoval es diversa. Tengo dos o tres tipos de restaurante. Afortunadamente, no soy una persona de 'copy and paste' (sic). Mi primer restaurante mezclaba lo americano y lo francés con elementos latinos. Fue un gran éxito, pero siempre quise hacer algo mexicano. Madeiras fue mi entrada a Nueva York y mi manera de entender el mercado, muy complicado en cuestiones como la hospitalidad. Cuando abro Maya, el New York Times le da dos estrellas y ahí es cuando ya puedo ser más mexicano. Cinco o seis años después, decido limpiarme un poco. Siempre me ha gustado mucho la cocina latinoamericana y asiática. Es ahí cuando nace Zengo, que es una marca que creé hace quince años en colaboración con un chef de Singapur, Troy Guard. Empezó a trabajar conmigo. Zengo en japonés significa 'dar y recibir'. Fue la colaboración de dos chefs, uno latinoamericano y otro asiático. Si él hacía un plato, yo lo latinizaba. Y al revés.

Publicidad

-¿Eso cómo se consigue?

-El picante en la comida asiática se da mucho y es muy similar a la mexicana en el sabor, incluso en los arroces y los dulces. Se ve en los ceviches y los moles. Hay muchas cosas que se pueden integrar. Yo no quería inventar lo asiático, sino agarrarlo e integrarlo con lo que era lo mío.

-Ahí empieza a trabajar con hoteles.

-Normalmente a los hoteles les doy una marca, Toro Toro, Maya o Latinoamericanos sin Fronteras o Zengo. Pero muchas veces me piden conceptos dirigidos a la zona en la que están y les creo marcas a ellos. ¿Cómo defino mi marca? Es una marca de pasión, porque no todo es igual.

Publicidad

-¿Qué opina de gastronomía de Marbella?

-Acabo de estrenar un restaurante en Malta y ahorita acabo de llegar. Nunca hablo de un restaurante donde yo no haya estado.

-¿Cómo se realiza la selección de personas gestionando tantos restaurantes?

-Yo selecciono el equipo. En Marbella tengo dos directores culinarios, dos operativos y un mixólogo.

-¿Va a seguir expandiéndose?

-Afortunadamente, tengo dos hijos. Uno estudió en la misma escuela que yo. Mi hija estudia 'hospitality' en la universidad de Cornell. La idea en los próximos años es pasarles la antorcha a ellos. Llegará un momento en que lo vea todo más desde arriba. Es imposible mantener este ritmo de vida. Llevo 30 años viajando millones de millas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad