Los cien años de Salvador Sánchez, jefe de obra, que vivió los albores del turismo y la construcción en Marbella

«Estuve en la Segunda Guerra Mundial con los alemanes en la División Azul. Cuando terminó , me llevaron al cuartel de Jaca. Aquello estaba lleno de militares. Al final me dejaron en un regimiento de caballería acorazada en Aranjuez». Allí, relata Salvador, un amigo de su padre, comandante de la Guardia Civil, intentó reclutarlo en el cuerpo. «Le dije a mi padre que no, que yo me iba a la obra». Primero como peón, luego de ayudante, más tarde, ya en Málaga, de oficial de primera y, finalmente, como jefe de obra en Marbella. «Nunca me he peleado con nadie, pero ganaba más que ninguno», ha asegurado hoy. Debe ser verdad, porque son varias las personas que han interrumpido la entrevista para felicitarle, gente de edad más que provecta que muestran un afecto sincero por el reconocimiento que ayer le otorgó el Ayuntamiento de Marbella.

Por «el esfuerzo y la cercanía», hoy, además, se han entregado en el Hospital Real de la Misericordia, otras distinciones a diferentes comercios del este de la ciudad, que engloba a barrios como Santa Marta, Bello Horizonte o Las Albarizas. «Marbella no sería lo que es sin sus pequeñas y medianas empresas», ha explicado la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que una a una ha entregado las placas a cada uno de los representantes de los negocios premiados.

Entre ellos, cabe destacar el Centro de Formación Joaquín Santiago, que ha recibido el premio a la Innovación. Conocida desde hace años como una empresa de instalaciones eléctricas, en 2022 decidieron crear una academia de formación en un nuevo local. «Ante la falta de personal cualificado que hay en el sector, decidimos montar un centro de formación. No solo para abastecernos de trabajadores, sino para ayudar al resto de empresas. Por el centro ya han pasado cien alumnos, de los cuales la gran mayoría ya han tenido una oportunidad laboral. Las empresas del sector están muy vinculadas al centro. Queremos ser un referente, al menos en Andalucía», ha explicado a Sur Joaquín Santiago, fundador del proyecto junto a Laura Guzmán.

El resto de negocios premiados, siempre vinculados a la vida más cotidiana del municipio, también han sido honrados en sus respectivas categorías. En el apartado Comercio de Cercanía estuvieron Custodio Panadería, Peluquería Pruden y Acuario Tropical; en el de Trayectoria y Mérito Profesional, el Bar California y Clínica Multidental. En la categoría de Emprendedores, Marbella Fisio y Coquette Esthetique. El premio al Sabor lo ganaron La Esquinita del Tapeo y Hogar del Pescador. En cuanto a la Excelencia Profesional, hubo distinciones para Airsoft, vinculada a la conocida tienda Hobby Tirado, y el gimnasio McFit Maker Marbella.

En el apartado Trayectoria de Toda una Vida, merecieron atención Calzados Ojén y El Pollo Andaluz, cuyo propietario, Manuel Elena, se lució con gracia: «Lo merezco, como Unamuno cuando Alfonso XIII le concedió la Gran Cruz de Alfonso XII». El monarca, sorprendido, le explicó que todos los anterior ganadores le habían dicho que no lo merecían. «Muy cierto, majestad», respondió el escritor, «y tenían toda la razón al decirlo». Todos rieron.